Editorial Alaire

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Con un exquisito estilo intimista, tu relato nos recuerda cuanta heroicidad se desperdicia en las minúsculas gestas de lo cotidiano.
También me pusiste a sudar en mi biblioteca, porque en estas latitudes del trópico poco sabemos sobre parkas y copones.
He disfrutado mucho tu relato. Abrazos.

Arturo Rodríguez Milliet escribió:Con un exquisito estilo intimista, tu relato nos recuerda cuanta heroicidad se desperdicia en las minúsculas gestas de lo cotidiano.
También me pusiste a sudar en mi biblioteca, porque en estas latitudes del trópico poco sabemos sobre parkas y copones.
He disfrutado mucho tu relato. Abrazos.

Desperdiciamos buena parte de nuestra vida en cosas sin importancia y luego nos atrevemos a contarlas.
Pero es mucho peor desperdiciar la energia, algo que pagamos todos. No entiendo el motivo que hay para mantener los edificios públicos a 25º cuando en el exterior tenemos menos de veinte. Sudamos la gota gorda.
Imaginate que ese día llevas tu buena ropa de abrigo, tu ropa que te aisla de las inclemencias del tiempo; entras en una biblioteca o en un hospital (ultimamente voy mucho) y ¡zas! Golpe de calor. Y para colmo de males se ha astascado la cremallera de tu parka (https://es.images.search.yahoo.com/yhs/ ... hosted_003), te quieres morir si no te alivias pronto.
Y el copón es algo grande, como la caída que tengo intentando quitarme esa prenda.
Gracias por leerme y comentar.
Salud.

Me encante este relato sobre una acción cotidiana, sumemente lírico por la utilización de los recursos poéticos. Y no está exento de cierto erotismo, más perceptible por los hombres claro, cuando de bajar una cremallera se trata.
Muy bien expresada la angustia. Me llega perfectamente el calor y la mirada.

Una de tus grandes obras Ana que da gusto releer, porque siempre encuentras algo nuevo en ellas.

Un beso.

Miguel Ángel Martínez escribió:Me encante este relato sobre una acción cotidiana, sumemente lírico por la utilización de los recursos poéticos. Y no está exento de cierto erotismo, más perceptible por los hombres claro, cuando de bajar una cremallera se trata.
Muy bien expresada la angustia. Me llega perfectamente el calor y la mirada.

Una de tus grandes obras Ana que da gusto releer, porque siempre encuentras algo nuevo en ellas.

Un beso.

Bajar o subir una cremallera, quitarse o ponerse unos guantes; Aunque intenté que fuera un relato que arrancara sonrisas subyace ese erotismo ante tus ojos. ¿Será por lo del canalillo? Creo que sí.
Que bueno que aun te resulte entretenido este relato.
Un beso.