Editorial Alaire

Alejandro Costa escribió:No puedo más que imaginar
el lugar donde se confirman las realidades.
Los sueños tan solo duermen a oscuras
para difuminarse en el despertar de la alborada.

Así disputando terrenos en las sombras,
con las piernas atrincheradas en los confines de la mente,
disculpo, hasta el movimiento más ingenuo
de un cuerpo acostumbrado a toser en cualquier estación
y a palidecer si la luna está eclipsada.

¿A qué fin hay que proceder para seguir durmiendo?

Creéis en los confines de un mundo al revés,
en la estrategia desorbitada de una batalla con espinas de derrota,
en una bandera a media asta
y en el padecer interino de una palabra callada.

Creéis hasta en aquello huérfano de sentido,
en una madrugada en constante divorcio con las estrellas,
en cualquier canto de sirenas
y en esa historia con tintes de épica.

... ¡Qué absurdo!

Aquello en que creéis, es una quimera,
un bagaje estacionado en una maleta sin estación de destino,
un oasis desterrado,
un mandamiento sin sentido.

¡Soñar!
¡Sentir!
¡Sí, sentir!
observar entonces…,
…lo que os habéis perdido.

Un poema conceptual, duro y crudo. No voy a cuestionar el contenido, Mi espíritu se ha desdoblado a causa de las rotundas afirmaciones que ha recibido de este imperativo texto. Por un lado, estoy de acuerdo en que "los sueños, sueños son"; mientras que por el otro, temo a ese vacío existencial que puede sobrevenir a causa del repudio a la quimera. No voy a tomar partido. Simplemente, digo que me ha gustado mucho el poema. La voz poética asume con valentía su condición de poeta moralizante. Y el poema todo, tiene una poderosa carga expresiva.

Un abrazo fraterno, amigo.
Óscar

Un poema fuerte que nos hace pensar, Alejandro.

Un fuerte abrazo
Ana

Alejandro Costa escribió:No puedo más que imaginar
el lugar donde se confirman las realidades.
Los sueños tan solo duermen a oscuras
para difuminarse en el despertar de la alborada.

Así disputando terrenos en las sombras,
con las piernas atrincheradas en los confines de la mente,
disculpo, hasta el movimiento más ingenuo
de un cuerpo acostumbrado a toser en cualquier estación
y a palidecer si la luna está eclipsada.

¿A qué fin hay que proceder para seguir durmiendo?

Creéis en los confines de un mundo al revés,
en la estrategia desorbitada de una batalla con espinas de derrota,
en una bandera a media asta
y en el padecer interino de una palabra callada.

Creéis hasta en aquello huérfano de sentido,
en una madrugada en constante divorcio con las estrellas,
en cualquier canto de sirenas
y en esa historia con tintes de épica.

... ¡Qué absurdo!

Aquello en que creéis, es una quimera,
un bagaje estacionado en una maleta sin estación de destino,
un oasis desterrado,
un mandamiento sin sentido.

¡Soñar!
¡Sentir!
¡Sí, sentir!
observar entonces…,
…lo que os habéis perdido.

Creo que tu poema resume la ilusoria estadia de la existencia sin la cual tampoco sonariamos. Pero, como un espejo al cual cruzar, tambien nos sugieres la emanencia de realidades aun por evidenciar. Es un poema humano y divino , una imaginacion y sensibilidad onirica y expectante, entonces cuales serian esos simbolos en nuestros suenos? Me has maravillado, Alejandro, con la lucidez de tu lenguaje poetico. Un abrazo, ERA

Abrazarse firmemente a la realidad para sentirla plenamente,
renunciando al indulgente privilegio de los sueños... todo un reto!
No por lo que implica lo segundo, sino por lo difícil que resulta identificar
con certeza lo primero.
Este es uno de esos deliciosos poemas que te invitan a pensar
y te mantienen prisionero por un rato en su interesante espiral...
eso sí, con pleno disfrute.

Un abrazo.-

Óscar Distéfano escribió:

Alejandro Costa escribió:No puedo más que imaginar
el lugar donde se confirman las realidades.
Los sueños tan solo duermen a oscuras
para difuminarse en el despertar de la alborada.

Así disputando terrenos en las sombras,
con las piernas atrincheradas en los confines de la mente,
disculpo, hasta el movimiento más ingenuo
de un cuerpo acostumbrado a toser en cualquier estación
y a palidecer si la luna está eclipsada.

¿A qué fin hay que proceder para seguir durmiendo?

Creéis en los confines de un mundo al revés,
en la estrategia desorbitada de una batalla con espinas de derrota,
en una bandera a media asta
y en el padecer interino de una palabra callada.

Creéis hasta en aquello huérfano de sentido,
en una madrugada en constante divorcio con las estrellas,
en cualquier canto de sirenas
y en esa historia con tintes de épica.

... ¡Qué absurdo!

Aquello en que creéis, es una quimera,
un bagaje estacionado en una maleta sin estación de destino,
un oasis desterrado,
un mandamiento sin sentido.

¡Soñar!
¡Sentir!
¡Sí, sentir!
observar entonces…,
…lo que os habéis perdido.

Un poema conceptual, duro y crudo. No voy a cuestionar el contenido, Mi espíritu se ha desdoblado a causa de las rotundas afirmaciones que ha recibido de este imperativo texto. Por un lado, estoy de acuerdo en que "los sueños, sueños son"; mientras que por el otro, temo a ese vacío existencial que puede sobrevenir a causa del repudio a la quimera. No voy a tomar partido. Simplemente, digo que me ha gustado mucho el poema. La voz poética asume con valentía su condición de poeta moralizante. Y el poema todo, tiene una poderosa carga expresiva.

Un abrazo fraterno, amigo.
Óscar

Totalmente de acuerdo con tu inteligente comentario.

Gracias.

Un abrazo.

Ana Muela Sopeña escribió:Un poema fuerte que nos hace pensar, Alejandro.

Un fuerte abrazo
Ana

La vida, Ana, la vida.

Mil gracias.

Besos

E. R. Aristy escribió:

Alejandro Costa escribió:No puedo más que imaginar
el lugar donde se confirman las realidades.
Los sueños tan solo duermen a oscuras
para difuminarse en el despertar de la alborada.

Así disputando terrenos en las sombras,
con las piernas atrincheradas en los confines de la mente,
disculpo, hasta el movimiento más ingenuo
de un cuerpo acostumbrado a toser en cualquier estación
y a palidecer si la luna está eclipsada.

¿A qué fin hay que proceder para seguir durmiendo?

Creéis en los confines de un mundo al revés,
en la estrategia desorbitada de una batalla con espinas de derrota,
en una bandera a media asta
y en el padecer interino de una palabra callada.

Creéis hasta en aquello huérfano de sentido,
en una madrugada en constante divorcio con las estrellas,
en cualquier canto de sirenas
y en esa historia con tintes de épica.

... ¡Qué absurdo!

Aquello en que creéis, es una quimera,
un bagaje estacionado en una maleta sin estación de destino,
un oasis desterrado,
un mandamiento sin sentido.

¡Soñar!
¡Sentir!
¡Sí, sentir!
observar entonces…,
…lo que os habéis perdido.

Creo que tu poema resume la ilusoria estadia de la existencia sin la cual tampoco sonariamos. Pero, como un espejo al cual cruzar, tambien nos sugieres la emanencia de realidades aun por evidenciar. Es un poema humano y divino , una imaginacion y sensibilidad onirica y expectante, entonces cuales serian esos simbolos en nuestros suenos? Me has maravillado, Alejandro, con la lucidez de tu lenguaje poetico. Un abrazo, ERA

Me alegra saber que así ha sido.

Un beso.

Arturo Rodríguez Milliet escribió:Abrazarse firmemente a la realidad para sentirla plenamente,
renunciando al indulgente privilegio de los sueños... todo un reto!
No por lo que implica lo segundo, sino por lo difícil que resulta identificar
con certeza lo primero.
Este es uno de esos deliciosos poemas que te invitan a pensar
y te mantienen prisionero por un rato en su interesante espiral...
eso sí, con pleno disfrute.

Un abrazo.-

Gracias compañero por tu visita y comentario.

Saludos

Qué triste cuando vas de regreso sin sueño ni quimera. Cuántas veces la vida nos lleva a la nada.
Un poema fuerte y escrito con el alma. Me gustó leerte
Besos
Pilar

Soy optimista contra viento y marea, pero tu poema empuja irremediablemente a la meditación. Gracias por escribir tan bien.
un abrazo.
Pepa

Hermoso e interesante trabajo de Alejandro.

Alejandro Costa escribió:No puedo más que imaginar
el lugar donde se confirman las realidades.
Los sueños tan solo duermen a oscuras
para difuminarse en el despertar de la alborada.

Así disputando terrenos en las sombras,
con las piernas atrincheradas en los confines de la mente,
disculpo, hasta el movimiento más ingenuo
de un cuerpo acostumbrado a toser en cualquier estación
y a palidecer si la luna está eclipsada.

¿A qué fin hay que proceder para seguir durmiendo?

Creéis en los confines de un mundo al revés,
en la estrategia desorbitada de una batalla con espinas de derrota,
en una bandera a media asta
y en el padecer interino de una palabra callada.

Creéis hasta en aquello huérfano de sentido,
en una madrugada en constante divorcio con las estrellas,
en cualquier canto de sirenas
y en esa historia con tintes de épica.

... ¡Qué absurdo!

Aquello en que creéis, es una quimera,
un bagaje estacionado en una maleta sin estación de destino,
un oasis desterrado,
un mandamiento sin sentido.

¡Soñar!
¡Sentir!
¡Sí, sentir!
observar entonces…,
…lo que os habéis perdido.

Cada verso golpea el alma entera. Aunque siempre hay que vivir por un sueño, sino mi querido Jandro yo no estaría aquí realizando el mío.
Besitos.

Pilar Morte escribió: ↑Jue, 29 Jun 2017 10:57 Qué triste cuando vas de regreso sin sueño ni quimera. Cuántas veces la vida nos lleva a la nada.
Un poema fuerte y escrito con el alma. Me gustó leerte
Besos
Pilar

Me gustó recibirte.

Como siempre. Perdón por el retraso.

Besos.

Josefa A. Sánchez escribió: ↑Dom, 02 Jul 2017 2:21 Soy optimista contra viento y marea, pero tu poema empuja irremediablemente a la meditación. Gracias por escribir tan bien.
un abrazo.
Pepa

Gracias a ti por valorar mi escrito.

Besos.