Arboles de otoño
Publicado: Jue, 07 Abr 2016 23:03
Arboles de otoño
a Oscar Distéfano gran poeta
Hay un árbol de frutos, un gran olmo, frente a mi ventana,
allí, las mariposas matan su tiempo aguardando lluvia.
Allá entre puentes, entre amores, están las niñas,
con sus columpios suicidas de besos.
En el olmo verde juegan los gorriones gordos
y ante las semillitas, se duerme un gusanillo.
Ayer, un hombre fue hasta el árbol, durmiente,
encontró unas hojas de otoño ignorante de rojos frutos secos.
Al atardecer, la crepitante marea de hojas, en el cenit
atracó un tiempo amaranto entre niñas y sus juegos.
Acampando entre pastos y maleza herida, iré un día
a ese jardín olvidado, a esa penumbra rúnica,
para encontrar un pajarillo, un huerto, una canoa fugaz.
Todos los días el hombre está mirando el horizonte,
junto a los árboles del bosque oculto, donde
se extiende un laberinto siniestro de ojos azules,
porque la oración del ayer está en los versos del quejido
de ese viento que un día será la alondra de los árboles.
a Oscar Distéfano gran poeta
Hay un árbol de frutos, un gran olmo, frente a mi ventana,
allí, las mariposas matan su tiempo aguardando lluvia.
Allá entre puentes, entre amores, están las niñas,
con sus columpios suicidas de besos.
En el olmo verde juegan los gorriones gordos
y ante las semillitas, se duerme un gusanillo.
Ayer, un hombre fue hasta el árbol, durmiente,
encontró unas hojas de otoño ignorante de rojos frutos secos.
Al atardecer, la crepitante marea de hojas, en el cenit
atracó un tiempo amaranto entre niñas y sus juegos.
Acampando entre pastos y maleza herida, iré un día
a ese jardín olvidado, a esa penumbra rúnica,
para encontrar un pajarillo, un huerto, una canoa fugaz.
Todos los días el hombre está mirando el horizonte,
junto a los árboles del bosque oculto, donde
se extiende un laberinto siniestro de ojos azules,
porque la oración del ayer está en los versos del quejido
de ese viento que un día será la alondra de los árboles.