Editorial Alaire

Fueron -al principio-
sonoras y cantarinas en el juego.

Más tarde,
se hicieron clandestinas
en la complicidad de los sueños compartidos.

Luego… serenas, indulgentes…
en breves encuentros
de cotidianidad inclemente.

Hoy,
cancerberos de lágrimas las reprimen.

Esperan la primera evocación que las libere…
huyen del duelo,
reducidas a una simple sonrisa.

Hermoso e interesante trabajo de Arturo.

Interesante, como comenta Rafael.

Un placer.

Saludos.

Gracias Rafel, tu visita siempre es una distinción.
Un abrazo.

Gracias Alejandro, el placer es mio de encontrarte entre mis líneas.
Un abrazo.

Arriba con este trabajo muy poco conocido de Arturo.

Arturo Rodríguez Milliet escribió:Fueron -al principio-
sonoras y cantarinas en el juego.

Más tarde,
se hicieron clandestinas
en la complicidad de los sueños compartidos.

Luego… serenas, indulgentes…
en breves encuentros
de cotidianidad inclemente.

Hoy,
cancerberos de lágrimas las reprimen.

Esperan la primera evocación que las libere…
huyen del duelo,
reducidas a una simple sonrisa.

Es un poema de procesos hábilmente planteado. Al parecer, debemos seguir trabajando en todo cuanto es digno y bondadoso. Todo cuanto tomamos muchas veces por sentado. Sugiere que debemos trabajar con constancia en todo (pues el eje de las cosas siempre está en movimiento ). El final es poderoso, Arturo Rodriguez Milliet. Un abrazo grande, amigo poeta. ERA