Editorial Alaire

Sopla el viento del sur
sobre la primavera de los sueños.
Se filtran las palabras en las rocas
más allá de las aguas primigenias.
La voz de los orígenes
llama como si fuese
el alfa y la omega.
Encendido en el alma de los códigos
un pájaro aletea con temblor.
La belleza contenida en los designios
de una vida plagada de señales.
La piedra oye distante
en visiones que buscan la plegaria.
Un fulgor galopante esculpe poco a poco
la sombra de lo extraño.
La esperanza es un dique tenebroso
oculto entre las cifras de lo ínfimo.
Late un sol escondido en mitad de la luna.
Otra vez en el barro
el sonido de un mundo en despedida.
Alzas los ojos llenos de tragedia
y encuentras el amor de los que aman.
Hay luz iluminando el jeroglífico
y un koan a lo lejos...


Ana Muela Sopeña

Esta profundo y hermoso poema merece subir para deleite de todos. Me gusta tus poemas estudiando el sentido de la vida. Un placer leerte
Besos
Pilar

La sensación de tu poema parte de la inquietud que bulle dentro del corazón y esfuerzo de la pluma,
que con la introspección a cuestas prevé que si hay una salida la ley humana tratará de descubrirla,
a pesar de que pros y contras busquen enfrentarse a toda costa. Muy bien llevada la intriga y transportado el tema.

un abrazo

Mirando hacia atrás para buscar un mundo que busca el porqué de la vida, hasta llegar de nuevo al barro lleno de tragedia, encontrando al fin el amor de los tuyos. Esa es la opinión que me ha producido tu hermoso poema. Un abrazo fuerte.

José Manuel F. Febles, desde mi isla.

Pilar:

Agradezco un montón tus palabras sobre estos versos.

Un beso grande
Ana

Ana Muela Sopeña escribió:Sopla el viento del sur
sobre la primavera de los sueños.
Se filtran las palabras en las rocas
más allá de las aguas primigenias.
La voz de los orígenes
llama como si fuese
el alfa y la omega.
Encendido en el alma de los códigos
un pájaro aletea con temblor.
La belleza contenida en los designios
de una vida plagada de señales.
La piedra oye distante
en visiones que buscan la plegaria.
Un fulgor galopante esculpe poco a poco
la sombra de lo extraño.
La esperanza es un dique tenebroso
oculto entre las cifras de lo ínfimo.
Late un sol escondido en mitad de la luna.
Otra vez en el barro
el sonido de un mundo en despedida.
Alzas los ojos llenos de tragedia
y encuentras el amor de los que aman.
Hay luz iluminando el jeroglífico
y un koan a lo lejos...


Ana Muela Sopeña

Hay una belleza imprescindible que lo ocupa todo en el poema, el amor que vibra en esas ondas.
Un poema con mucha información, me ha gustado mucho, Ana.
Un gran abrazo

Mi muy querida amiga Ana, tendría dificultad en saber que es este verso mas armonioso, hermoso o profundo ....
en ese alfa que parece nacer en ti, junto al omega en que todos volvemos a seer tierra. Cada día escribes mejor !!!

Tq

Curra

Así como el título de tu poema, desde el principio al fin, indagas en trazos de gran belleza y profundidad. Las letras no sólo cautivan sino, excitan la humanidad que a veces se nos duerme. Aplausos y un gran abrazo.

Ana Muela Sopeña escribió:Sopla el viento del sur
sobre la primavera de los sueños.
Se filtran las palabras en las rocas
más allá de las aguas primigenias.
La voz de los orígenes
llama como si fuese
el alfa y la omega.
Encendido en el alma de los códigos
un pájaro aletea con temblor.
La belleza contenida en los designios
de una vida plagada de señales.
La piedra oye distante
en visiones que buscan la plegaria.
Un fulgor galopante esculpe poco a poco
la sombra de lo extraño.
La esperanza es un dique tenebroso
oculto entre las cifras de lo ínfimo.
Late un sol escondido en mitad de la luna.
Otra vez en el barro
el sonido de un mundo en despedida.
Alzas los ojos llenos de tragedia
y encuentras el amor de los que aman.
Hay luz iluminando el jeroglífico
y un koan a lo lejos...


Ana Muela Sopeña

Hermoso poema. Felicidades.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Un viaje a través de todo lo que somos. Me gusta como escribes.
Un abrazo.
Pepa

Un tinte de misterio, y realismo, un placer pasar por tu poema, excelente trabajo.

Siempre he creído que es el viento del sur quién nos mete en el torbellino del laberinto en donde vamos a tientas pulsando la nada hasta el milagro que a veces sucede.
Un abrazo Ana

Hermoso trabajo de Ana.