Editorial Alaire

Había gente allí y me miraba.
Yo también les miraba
y era como cruzarse por pasillos brillantes,
asépticos y fríos
desde la puerta abierta de los ojos.
Deslumbraban las luces y olía a cloroformo.
La muerte y la tristeza se vestían de verde
con ganas de usurpar el color de bandera
a la esperanza.
Menos mal que de pronto
tus manos como azahar se me posaron
gritándome calientes su discurso.

*
*

Me encanta este poema, Bletisa. Has vestido bien los versos que posan la llegada del amor, el amor que nos libra del frîo y de la soledad, el amor que nos toma de la mano para cubrirlo todo como un mar de olas plateadas. Gracias por compartirlo

Un abrazo


Spin

El sentimiento detrás de esas manos es lo que nos libra de la soledad.Un placer leerlo
Un abrazo
Pilar

Amparo Bletisa escribió:
y era como cruzarse por pasillos brillantes,
asépticos y fríos

¡Ahhh !, pasillos asépticos y fríos y también gente aséptica y fría, te lo aseguro, existen.
Menos mal que hay otras con calor en las manos. Prefiero romper ese verde con un circo multicolor.

Muy bueno, Amparo. Besotes.


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Amparo Bletisa escribió:Había gente allí y me miraba.
Yo también les miraba
y era como cruzarse por pasillos brillantes,
asépticos y fríos
desde la puerta abierta de los ojos.
Deslumbraban las luces y olía a cloroformo.
La muerte y la tristeza se vestían de verde
con ganas de usurpar el color de bandera
a la esperanza.
Menos mal que de pronto
tus manos como azahar se me posaron
gritándome calientes su discurso.

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Aquí o allá, siempre Amparo, la dulce Bleti.

Enhorabuena por el poema.

He de decirte que hace tiempo que no creo en el amor. A mi el poema me recordó a la muerte de mi madre en la UCI. Triste aquello. Bello tu poema