Editorial Alaire

Australia

Todo viaje tiene su pequeña gran historia
ya sea cuando vuelas entre cirros espaciados
y te entra un cosquilleo en las entrañas
ya sea cuando vagas por tierras de viandas
especiadas y, entonces, son las entrañas
las que se acuerdan de ti.

Hoy, rumiando impresiones que uno capta,
entre paisajes azulados y vivencias culturales
se me ocurre que todos tenemos algo de todos
por muy lejos que vayamos
y que aunque hablemos distinto y veamos las cosas de otro modo,
todos tenemos marsupio donde rumiar los recuerdos.

Si, estoy hablando de Australia,
ese país-continente donde hasta el diablo resulta
hermoso y más bien gentil; donde la gente es amable,
servicial y campechana, aunque vivan como al revés ciertas cosas:
un país que conduce y camina por la izquierda
y hasta los cuartos selenos apuntan quién sabe a donde.

He visto a Orion, lanza en ristre, zambullirse
en un mar imaginario; a ibis de andar por casa, bullangueros
y en el bosque, a tímidos coalas aguantando los disparos
de cámaras impacientes y turistas susurrando quién sabe qué
y en qué idioma.

He visto muchos paisajes todavía sin hollar,
sin cables, sin carreteras o ventanas, solos, como esperando
que un fuego voraz los regenere dentro de su inmensidad;
también he visto muchas focas aburridas en acantilados vírgenes,
por esos mares del sur tan cambiantes, misteriosos;
y a delfines juguetones competir en acrobacias.

Y, al final de la jornada,
en jardines bien cuidados,
uno siempre tiene donde atornillar experiencias
y dejar que, poco a poco, esta humanidad cansada
decida besar la brisa…
hasta que rebose el alma.



Víctor F. Mallada

Víctor F. Mallada escribió:Australia

Todo viaje tiene su pequeña gran historia
ya sea cuando vuelas entre cirros espaciados
y te entra un cosquilleo en las entrañas
ya sea cuando vagas por tierras de viandas
especiadas y, entonces, son las entrañas
las que se acuerdan de ti.

Hoy, rumiando impresiones que uno capta,
entre paisajes azulados y vivencias culturales
se me ocurre que todos tenemos algo de todos
por muy lejos que vayamos
y que aunque hablemos distinto y veamos las cosas de otro modo,
todos tenemos marsupio donde rumiar los recuerdos.

Si, estoy hablando de Australia,
ese país-continente donde hasta el diablo resulta
hermoso y más bien gentil; donde la gente es amable,
servicial y campechana, aunque vivan como al revés ciertas cosas:
un país que conduce y camina por la izquierda
y hasta los cuartos selenos apuntan quién sabe a donde.

He visto a Orion, lanza en ristre, zambullirse
en un mar imaginario; a ibis de andar por casa, bullangueros
y en el bosque, a tímidos coalas aguantando los disparos
de cámaras impacientes y turistas susurrando quién sabe qué
y en qué idioma.

He visto muchos paisajes todavía sin hollar,
sin cables, sin carreteras o ventanas, solos, como esperando
que un fuego voraz los regenere dentro de su inmensidad;
también he visto muchas focas aburridas en acantilados vírgenes,
por esos mares del sur tan cambiantes, misteriosos;
y a delfines juguetones competir en acrobacias.

Y, al final de la jornada,
en jardines bien cuidados,
uno siempre tiene donde atornillar experiencias
y dejar que, poco a poco, esta humanidad cansada
decida besar la brisa…
hasta que rebose el alma.



Víctor F. Mallada

Dan ganas de ir a Australia amigo. Cuentas tu experiencia de tal forma que abrazas al lector. Entiendo que en un entorno así te llegue la inspiración como te llega. Eres un maestro.
Abrazos, querido amigo.
J. Manuel

Mi muy querido amigo Victor, que gusto encontrarte y leerte, que maravilla de Poema sobre Australia, dan autenticas ganas de ir a conocerlo. Con Jardines y aves llenos de lirismo y de ti.


Mil besos y mil gracias

Curra

La trama del poema excelentemente tamizada. Introspecciones fidedignas tensadas a cal y canto con la imperante trasmisión
de lo que siendo igual es distinto o al verres (revés). ya casi no necesito viajar tan lejos para imaginarme un país tan
continente pues ya estoy repleto de sus formas e intesticios.

Un abrazo

Una bella y bien tramada crónica de tu viajero en casi las antípodas. Por tus comentarios he sabido de tus viajes por Asia , parece ser que estás recorriendo medio mundo. Me alegro mucho de que te lo pases tan bien, amigo Víctor.
Ha sido un placer leerte.
Abrazos.

Dejas este poema para darnos envidia, pues lo has conseguido. Sigue así y luego nos lo cuentas en versos rítmicos y hermosos
Abrazos
Pilar

Gracias, J, Manuel, por tus palabras de ánimo. Efectivamente, Australia impresiona, pero la inspiración creo que la lleva uno consigo, si cuenta con el gran hacer de tanta gente buena como hay por este sitio.

Un abrazo, amigo.


Víctor

Gracias, Curra, por tomarte un respiro en tus cuitas y contarme estas cosas tan hermosas.

Un abrazo grande,


Víctor

Una crónica poética de altísimo nivel cultural y lírico. Así, con textos sinceros, auténticos, humanos, como el tuyo, se disfruta de compartir en en un foro de poesía. Hace unos años, en la época de los casettes, había yo comprado una colección de 12 capítulos, todos sobre australia; y, este admirable texto poético tuyo, me abrió la memoria para admirar nuevamente ese fabuloso y enigmático país. Celebro esta crónica de viajero de mirada aguda y espíritu exquisito. Mis aplausos.

Te mando un emocionado abrazo.
Óscar

Guillermo Cuesta escribió:La trama del poema excelentemente tamizada. Introspecciones fidedignas tensadas a cal y canto con la imperante transmisión de lo que siendo igual es distinto o al verres (revés). ya casi no necesito viajar tan lejos para imaginarme un país tan
continente pues ya estoy repleto de sus formas e intesticios.

Un abrazo

Gracias, Guillermo, por este gesto y esta palabra de ánimo. Efectivamente, un viaje casi nunca nos deja indiferentes.

Un abrazo,


Víctor

Rafel Calle escribió:Una bella y bien tramada crónica de tu viajero en casi las antípodas. Por tus comentarios he sabido de tus viajes por Asia , parece ser que estás recorriendo medio mundo. Me alegro mucho de que te lo pases tan bien, amigo Víctor.
Ha sido un placer leerte.
Abrazos.

Gracias, jefe, por estas palabras de ánimo y por tantas cosas más.

Un abrazo,


Víctor

Viajar con tus ojos es un verdadero lujo, porque no solo hay que mirar, sino ver y eso lo haces de maravilla. Así de bien como lo cuentas, hasta el diablo de Tasmania cae simpático. Me gusta el poema y me alegra -mucho- leerte.
Un abrazo.
Pepa

Pilar Morte escribió:Dejas este poema para darnos envidia, pues lo has conseguido. Sigue así y luego nos lo cuentas en versos rítmicos y hermosos
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar, por este guiño.

Un abrazo,


Víctor

Óscar Distéfano escribió:Una crónica poética de altísimo nivel cultural y lírico. Así, con textos sinceros, auténticos, humanos, como el tuyo, se disfruta de compartir en en un foro de poesía. Hace unos años, en la época de los casettes, había yo comprado una colección de 12 capítulos, todos sobre australia; y, este admirable texto poético tuyo, me abrió la memoria para admirar nuevamente ese fabuloso y enigmático país. Celebro esta crónica de viajero de mirada aguda y espíritu exquisito. Mis aplausos.

Te mando un emocionado abrazo.
Óscar

Gracias, Oscar, por este derroche tan tuyo y me alegro que esta "crónica poética", como tu la llamas, te haya traído memorias y nostalgias.

Un abrazo,


Víctor

Josefa A. Sánchez escribió:Viajar con tus ojos es un verdadero lujo, porque no solo hay que mirar, sino ver y eso lo haces de maravilla. Así de bien como lo cuentas, hasta el diablo de Tasmania cae simpático. Me gusta el poema y me alegra -mucho- leerte.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Pepa. El lujo es contar con alguien como tu entre los pocos amigos que uno tiene.

Un abrazo,


Víctor