Re: El último día de un yonqui.
Publicado: Vie, 10 Mar 2017 14:05
Dark Moon Walker escribió:Después de inyectarme,
de “viajar”,
de sentir cómo se me anestesian los sentidos,
de vomitar,
de sentir cómo una química alegría
llena todo el vacío de mi ser,
de sentirme en calma,
en paz,
de sentir, felizmente, que nada importa,
de sentir que tengo hasta un hogar,
después de todo esto,
vuelvo a mi mundo.
Vuelvo a pedir en los semáforos,
a hacer cola donde las monjas
para comer un escaso plato,
a dormir en los parques
y en los portales,
a tratar de no cruzarme con el “Turco”
que me la tiene jurada.
A pasar hambre hasta la noche,
hasta que el albergue abra
y repartan leche y galletas.
Vuelvo a ese, mi mundo,
a tener sudores fríos,
escalofríos,
a temblar,
a tener encogido el estómago,
a la maldita ansiedad,
a que me coma el “mono”,
y a, desesperado,
robar.
Pero, después de todo esto,
subo a mi guagua,
esa que me lleva
donde mi madre, la heroína.
Y vuelvo a “viajar”,
a soñar con mis sentidos,
amortiguados de la realidad,
químicamente felices.
Con mi baba que no me puedo secar
porque me pesan los brazos,
dormidos,
diciéndome cuán pura mierda
en las venas
me he llegado a inyectar.
Y, cuando así me veo perdido,
sin echar de menos,
de esta vida,
nada en absoluto,
mientras se duerme mi cuerpo
y mi mente,
pienso qué más da,
y sin dudar ni un momento,
ni un instante,
ni un segundo,
felizmente,
aprieto el émbolo hasta el final.
Oh, Dark Moon, qué terrible es la trampa de la drogadicción! Gracias por humanizar al que llaman junkey. La drogadicción no discrimina país, vecindario, o familia. Empieza como un juego, una receación más hasta que viene su esclavitud y sus latigazos. Desfigura a familias con su trágico vértigo. Abrazos, ERA