Editorial Alaire

No me preguntéis por estos versos que mueren
en el mismo momento que se escriben,
ni por los farolitos que se apagan en la noche,
ni por el hombre angustiado
que se ajusta la chaqueta gris de la arrogancia
para salir a la calle con el mismo rostro
que dejó olvidado en una estación sin recuerdos,
no me preguntéis por este camino
que se ahoga en la encrucijada del vacío protocolario,
por el cómico errante
de una luna plateada que se borra
en la mano implacable del destino.

No me preguntéis por estos versos que mueren,
transmiten al silencio
aquellas pulsaciones sedientas de pasado,
viven en un corazón que murió sin saberlo
un viernes de dolor mientras las lilas florecían
en un huerto inaccesible,
despiertan alertados por una depresión primaria,
caminan junto al hombre de la calle que no los mira.

No me preguntéis por estos versos que mueren,
transmiten al silencio
aquellas pulsaciones sedientas de pasado,
viven en un corazón que murió sin saberlo
un Viernes de dolor mientras las lilas florecían
en un huerto inaccesible,


No me preguntéis por qué me han gustado tanto estos versos, todos, pero estos más si cabe.

Felicidades, amigo F.

PIo

Gracias, Pío, me tomo tus palabras como un gran halago. La Poesía, hoy en día, se mueve en la misma soledad agónica que la inteligencia.

Un abrazo.

Hay soledad en el poema que llega al lector cargado de sentimiento. Versos preciosos.
Abrazos
Pilar

Tú mismo te preguntas y preguntas por esos versos que abren y cierran el sendero del sentir.
entre el dolor del ánimo y la pena abierta conjugas una exquisita inspiración que llega del
destino y hace tierra.

un abrazo

Me metí en el mundo sombrío de Philip Larkin y tuve que parar, Pilar, sentí deseos de dejar de escribir poesía, pero yo no soy sombrío, mi humor es irónico y tierno nunca cáustico y pocas veces nihilista. Me acerco mucho más a José Emilio Pacheco que es capaz de afirmar que quiere a su país y no deja de realzar ninguno de sus defectos. Ha sido duro, casi dos meses sin escribir para llegar a la conclusión de que dejar de escribir no merece la pena.

Un abrazo.

Es duro escribir un poema como éste, Guillermo, y eso que, desde el punto de vista de la técnica, no me exigí absolutamente nada. Escribo poemas pero eso no me convierte en poeta y, rigurosamente, no lo soy. Comprender que en mí prevalece el hombre sobre el poeta no ha sido fácil, he tenido que agitar mis propias aspiraciones, mis propios cimientos, no me está permitido disfrutar escribiendo.

Te agradezco sinceramente tus palabras de apoyo.

Un abrazo.

Hermoso e interesante trabajo de Enrique.

Muy buen poema. Espero que algún d´ia te animes a regresar a este foro. Abrazos.

"viven en un corazón que murió sin saberlo
un Viernes de dolor mientras las lilas florecían
en un huerto inaccesible,..."


... hola, Fco. amigo ¿ qué tal...? he recogido estos versos dejados arriba porque me hanb traído inmediatamente a la mente el recuerdo de tu lindísimo libro aquél, en el cual destilabas la tristeza o el dolor con una capacidad poética incalculable y llena de belleza; de ahí, amigo, de ahí...e ha encantado volverte a leer, cómo no,cómo no... recibe mis felicitaciones y saludo muy cordial. Orión

Mi querido amigo F.Enrique, que bueno verte de vuelta por estos lares, además con buena poesía, sabes que tienes todo mi apoyo y aprecio, espero que el verano siguiente de Chile cuando viaje a Málaga nuevamente nos podamos ver, ya tu sabes, sería sencillamente fenomenal que fuéramos por unas cervezas y obviamente hablar de poesía. Te dejo un abrazo.

Satír.

Hacer del dolor una canción sólo cabe en la alforja del juglar nómada en el camino desesperado. Estremecedora tu voz a fuer de sincera y honda sin ambages. Gracias por tu canto.
Un abrazo

Muchas gracias, Rafel. Ya sabes, viene bien probar cosas, ponernos serios alguna vez aunque no lo seamos.

Un abrazo.

Me ha gustado mucho leer tus versos poeta

Un abrazo
Carmen

Arriba con este trabajo tan bello como interesante de F. Enrique.