Editorial Alaire

Primeros de septiembre. Bajo un largo crepúsculo,
subíamos al tren de cercanías
para volver del mar a tierra firme.
Domingueros de barrio, sombrillas de colores,
y un afán de guardar bajo mil llaves
el móvil horizonte de las olas,
las brasas encendidas de la arena,
la morosa fatiga del final del verano.

Después, en la ciudad, ya oscurecido,
sacas con parsimonia las llaves de la casa,
avanzas casi a tientas por el largo pasillo,
te fumas un cigarro en el balcón.
En el piso de enfrente, se ilumina
la luz amarillenta de la sala
y una tristeza lenta nos ensaliva el rostro,
manchándonos de tedio y de rutina,
de tardes de un verano que se acaba,
de vuelta a trabajar
y cierra la ventana, que hace fresco,
mientras una voz ronca, en la distancia
de una radio vecina,
va cantando los goles que el Valencia
no consigue marcar en el campo del Betis.

**************

NOTA: Para los lectores de fuera de España, "carrusel deportivo" es el titulo de un programa radiofonico que lleva muchisimos años en las ondas. Retransmiten los goles de todos los partidos de liga. El Valencia y el Betis son dos equipos de futbol de la primera division española. Yo soy de Valencia, aunque comparto mis amores con el Real Madrid y con el Valencia CF.

Eduardo,

me ha gustado mucho el poema, amigo. Aquellas tardes de fútbol radiado, de vuelta a casa en coche, con la familia, también forman parte del paisaje de mi infancia. "Gooool en Zorrilla" "Tangana en La Condomina"... A lo lejos sonaban los locutores mientras la tarde se venía encima. Quedaba el colegio. Me ha gustado mucho la manera cómo has capturado el ambiente, basta resaltar el principio, muy bueno en mi opinión:

Primeros de septiembre. Bajo un largo crepúsculo,
subíamos al tren de cercanías
para volver del mar a tierra firme.

Precioso. ¿Qué decir? Me flojea un poco el título. "Carrusel deportivo". No sé, alguien que lo vea quizá pensase: "otro poemita irónico-festivo sobre futbol" y tal vez decidiera no abrirlo. El poema contiene brillantes combinaciones que darían un título más elegante, en mi opinión.

Tarde de un verano que se acaba
Final radiado de verano
Del mar a tierra firme...

Me ha gustado mucho.
Un abrazo.

Gracias, Pablo.

Sí, el título a mí tampoco me acaba de convencer. Ya pensaré algo...

Juntaste en un poema muy descriptivo lo personal y lo mediático que recorre los enigmas que hay entre las vacaciones el trabajo
y la rutina del deporte que ya empieza a salir por las ventanas del descanso obligatorio.

un abrazo

Uno se adentra con facilidad en tu poema sencillo, sin estridencias incomprensibles, y con él nos haces vivir ese regreso con realismo y que a todos se nos ha hecho costoso. Me gustó el poema.
Abrazos
Pilar

A mí me apasiona este título sonoro, elocuente, lleno de "r"; me emociono al recordar esas noches de radio que se han ido perdiendo. Creo que la poesía hoy no se tiene que subyugar a ninguna rémora más que a la emoción y al texto que sea capaz de transmitirla con el ritmo -en sentido amplio- y la claridad que determine el autor.
Yo sé que nada tiene que ver con tu poema pero muchos hemos crecido junto a la voz que era capaz de recrear, con sus mil matices, el mundo. Amo la radio.

Un cordial saludo.

Hermoso e interesante trabajo de Eduardo.

Un fresco poético y pormenorizado de un domingo por la tarde.

Todo un placer de lectura.

Un abraazo.

Tiene algo, en su construcción, en su tono, no sé bien. Si abstrayeses las referencias temporales, septiembre, domingo, la tristeza, la suave congoja interior de la víspera de la ruptura del lapso, quedaría intacta. Por eso me resulta tan auténtico. Se puede sentir la voz en sordina de la radio, como acompañamiento para una despedida; del cielo, del mar, de la arena, de esas cosas tangibles que nos ayudan a estar vivos cuando no vivimos. Un placer de lectura. Abrazos.