Editorial Alaire

Todos los hermanos eran crujientes
cual hueso de rosa al crepitar
el llanto de la maquina del tiempo
humeando por alguna esquina de la nébula Orión
donde un ciervo musgoso galopa hacia mi barba enredada
en un agujero negro que busca otro agujero negro
goteando su esmoquin sobre una improvisada taza
mapa de semen reseco peinado por el viento
y aquella ensalada de almohadas
donde el gorila asado era una sombra
pesada como una mujer moribunda
escupiéndome flores fragantes
sobre mi corona despoblada.

Arriba con esta bella propuesta de Cristián.

Bello e interesante poema surrealista, con unas imágenes realmente originales.

Seguiré leyéndote.

Un saludo.

Cruje lavoz de tu poema desde la verosimilitad de la metáfora atrevida para hallar
la imagen colorida de un agujero negro entrando en otro agujero negro.

Bienvenido a Alaire

Gracias Rafel Calle, me gusta tu avatar me recuerda al Hombre Lobo de Richard Corben, una de mis visiones recurrentes.

Rosa Marzal he leído poco en Alaire (soy nuevo) y aún leo menos poesía, pero de momento me quedo contigo y tu ritmo africano, por eso tus palabras sobre que me leerás para mí tienen color de sonido.

Guillermo Cuesta gracias por tus palabras. Comentas el color de la frase; "un agujero negro buscando otro agujero negro". Los pintores impresionistas decían que el negro no es un color, pero yo pienso como el pre-surrealista Odilon Redon; "El negro es el príncipe de los colores".

Poesía surrealista en estado puro. Gracias por compartirla.
Un abrazo.
Pepa

Gracias Pepa, precisamente eso es lo que busco, liberar mi mente con imágenes sin buscar un significado (que lo tendrá...).

Otro abrazo para ti.