Editorial Alaire

No hay nada de particular en ti. Tu cuerpo no
es grande ni pequeño, tu voz no cautiva ni seduce,
tus ojos son oscuros como una mancha indolente.
Cuando caminas las olas del aire no te acompañan,
cuando alzas las manos se ensombrecen los árboles,
cuando quieres escribir algo genial, divertido, triste,
las palabras se confunden con garabatos ciegos que
nunca llegan a poblar el alma virgen del lector. No,
nada hay de particular en lo que eres, ni en lo que has
sido, ni en lo que serás. Comprende, pues, que en esta
fila en la que vives el orden es crucial(huella tras huella,
armonía de coros, bienaventuranza del abrazo),su seguridad
te invita al no pensamiento, a la no rebeldía, al no discurso.
Para ti solo existe una forma de ser feliz, no la desprecies
porque nada hay de particular en ti, nada.

Creo que has dado en el clavo de la felicidad , tanto para el hombre corriente como el que destaca. Un abrazo reconforta. Me ha gustado mucho pasar por tu poema hermoso, sencillo y sincero.
Todos los registros se te dan bien.
Besos
Pilar

Mi muy querido Ramón, que versos mas sinceros y reconfortantes, nos dejas aquí, me llenan de abrazos y de ternura este soleado y frío día.


Mil besos y mil gracias

Curra

Ramón Carballal escribió:No hay nada de particular en ti. Tu cuerpo no
es grande ni pequeño, tu voz no cautiva ni seduce,
tus ojos son oscuros como una mancha indolente.
Cuando caminas las olas del aire no te acompañan,
cuando alzas las manos se ensombrecen los árboles,
cuando quieres escribir algo genial, divertido, triste,
las palabras se confunden con garabatos ciegos que
nunca llegan a poblar el alma virgen del lector. No,
nada hay de particular en lo que eres, ni en lo que has
sido, ni en lo que serás. Comprende, pues, que en esta
fila en la que vives el orden es crucial(huella tras huella,
armonía de coros, bienaventuranza del abrazo),su seguridad
te invita al no pensamiento, a la no rebeldía, al no discurso.
Para ti solo existe una forma de ser feliz, no la desprecies
porque nada hay de particular en ti, nada.

La profundidad de esta contemplación alcanza la belleza sublime del Uno frente al Todo. Su tono es perfecto, no hay dualidad. Mis respetos, Ramón, saber esto, sentirlo, es iluminación. Un abrazo, E. R. Aristy

Magnífico poema, Ramón, tanto en su realidad (con su dureza correspondiente), como en su forma. Me gustó mucho.
Un abrazo.

Unas letras con mucha entereza, Ramón, me ha gustado mucho, tus poemas siempre dejan huella.
Un feliz día para ti!!!
Besos

Ramón,

seguimos explorando ese nuevo estilo de prosa cortada, ingeniosamente perverso. Y seguimos explorándonos a nosotros mismos, en lo que somos. En esta ocasión tomamos el rol del hombre corriente. Lo que somos en realidad. Esos somos, pero nadie se ha paradao a analizarlo antes. Ese es el invento. Y, claro, invento + estilo = poesía.

Un abrazo.

Cuesta mirarse al espejo de la realidad para vernos tal y como somos, con nuestras miserias y limitaciones y decirnos todo aquello que no nos atrevemos a reconocer.

Un poema honesto y valiente, Ramón, que lleva el sello de calidad que siempre imprimes a tus versos.

Un abrazo.

La conformidad con uno mismo es la madre y la base del saber estar. Pero no hay medianía en tu poema
pues lo corriente supo hacerse especial al reconocerlo.

un abrazo, amigo

Me gusta este autoanálisis que nos muestra la grandeza de un hombre corriente y a la certeza de tener una forma de vivir feliz. No siempre estamos tan lúcidos como para darnos cuenta de que estamos despreciando la única ocasión que nos brinda la vida.
Salud.

Pilar Morte escribió:Creo que has dado en el clavo de la felicidad , tanto para el hombre corriente como el que destaca. Un abrazo reconforta. Me ha gustado mucho pasar por tu poema hermoso, sencillo y sincero.
Todos los registros se te dan bien.
Besos
Pilar

Gracias, Pilar, por tu amable comentario. Un beso.

curra anguiano escribió:Mi muy querido Ramón, que versos mas sinceros y reconfortantes, nos dejas aquí, me llenan de abrazos y de ternura este soleado y frío día.


Mil besos y mil gracias

Curra

Gracias, Curra, por leerme y comentar. Un beso.

E. R. Aristy escribió:

Ramón Carballal escribió:No hay nada de particular en ti. Tu cuerpo no
es grande ni pequeño, tu voz no cautiva ni seduce,
tus ojos son oscuros como una mancha indolente.
Cuando caminas las olas del aire no te acompañan,
cuando alzas las manos se ensombrecen los árboles,
cuando quieres escribir algo genial, divertido, triste,
las palabras se confunden con garabatos ciegos que
nunca llegan a poblar el alma virgen del lector. No,
nada hay de particular en lo que eres, ni en lo que has
sido, ni en lo que serás. Comprende, pues, que en esta
fila en la que vives el orden es crucial(huella tras huella,
armonía de coros, bienaventuranza del abrazo),su seguridad
te invita al no pensamiento, a la no rebeldía, al no discurso.
Para ti solo existe una forma de ser feliz, no la desprecies
porque nada hay de particular en ti, nada.

La profundidad de esta contemplación alcanza la belleza sublime del Uno frente al Todo. Su tono es perfecto, no hay dualidad. Mis respetos, Ramón, saber esto, sentirlo, es iluminación. Un abrazo, E. R. Aristy

Gracias, ERA, por tu amabilidad. Un abrazo.

Luis M. Mariño escribió:Magnífico poema, Ramón, tanto en su realidad (con su dureza correspondiente), como en su forma. Me gustó mucho.
Un abrazo.

Gracias, Luis, por tu generoso comentario. Un abrazo.

Carmen Pla escribió:Unas letras con mucha entereza, Ramón, me ha gustado mucho, tus poemas siempre dejan huella.
Un feliz día para ti!!!
Besos

Gracias, Carmen, por leerme y comentar. Un abrazo.