Editorial Alaire

Exquisitos versos, Rosa. Un estilo elegante y sugerente que deja un grato sabor a poesía.
Un abrazo.

Una melancolía que vibra dulce y luminosa entre tus versos querida amiga...
Bello leerte siempre...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Rosa,

me ha gustado el poema, amiga. Me gusta ese tono coloquial, un tanto resignado o desengañado, que adopta el protagonista poemático al referirse a la Madame. También la variedad de ritmos y estilos, desde el inicio en ese tranco corto marca de la casa, a la finalización prosaica. El personaje que habla resulta muy creíble, se nota que has pensado en él, que le has dado vueltas para ponerte en su piel eficientemente.

Un abrazo.

Decían en Palma que sería interesante no saber a quien pertenece el poema y así ser ecuánimes. Yo , estoy segura, que me pronunciaría en el tuyo con total entrega. Muy hermoso y logrado.
Besos
Pilar

Aplaudo Rosa, aplaudo.

El poema me ha emocionado, una barbaridad.
Un gusto pasar por tu ventana.

Mi abrazo, con admiración.

Una buena metáfora que representa el desgaste que la vida supone, pérdida de ilusión incluida

Recibe un cordial saludo.

Tu satisfecha de gin tonic? Yo de la buena inspiración que palpita tu poesía.

un abrazo

Rosa Marzal escribió:Sírvame un gin tonic, Madame,
s'il vous plait,
algo amargo que apacigüe la sed de mi alma,
de mi lengua suicida
que hoy tiembla en un idioma de agujas;
que ha sido arrojada, como usted,
de la noria del ayer
al abismo.

La noche nos vigila,
Madame,
es austera,
no permite disfraces,
escondites o pájaros.
Puede oler nuestra ira, escuchar
el chasquido de los huesos del miedo,
y yo, por más que la miro a los ojos,
tan negros,
no entiendo este vuelco del cielo.
Dobla mi corazón su espinazo
sobre aquello que jamás nombrará,
porque nombrarlo es sembrar el temblor en las rocas,
agusanar los bolsillos de Dios
para extraer un licor de cenizas.

Y, dígame ¿Está Dios en lo Alto? ¿puede verlo?
No importa, vestiremos con un rostro apacible este sueño, le pintaremos de azúcar las mejillas y pondremos un violín en su boca; en él descansaremos para siempre; en él descansaré para siempre como tú, como ella.

¡Ah, Madame!, cómo olvidar su risa; como dijo el poeta, su tendencia a ser niña a deshora.

Sírvame algo más fuerte, s'il vous plait. No me deja dormir la canción que tararea sin descanso su sombra; el intenso perfume de tu voz tan de siempre, tan de ayer,
tan lejana...

Ah, madame, exquisite!

Mi muy querida rosa, hermosos versos, llenos de feminidad, y encanto. Como siempre eres un genio !!!

Mil besos y mil gracias


Curra

Soberbio y exquisito ejercicio poético, Rosa. Una muy meritoria y bella obra, sin lugar a dudas.
Mis aplausos y admiración, querida amiga. Un abrazo.

Rosa querida, tu estilo suena relevante y se impone songular ante tu visión literaria de las cosas. Eres única, maestra! Felicitaciones de corazón.

besos Mitsy

Qué hermosa propuesta, Rosa. Emocionante recorrido. Me ha encantado.

Un abrazo y feliz día,

Judit

Lo más hermoso leyendo el poema es sentir esa recreación y vivir la atmósfera displicente, elegante y tierna en que se envuelven los versos. Buen poema, hay que decirlo. Aplausos.
Salud.

Muy bello trabajo de Rosa.