Editorial Alaire

Es la costumbre de seguir despierto
cuando las luces se apagan. Reconocerme
en el rostro de alguien que me observa
sin miedo a ser sincero
y no poder explicarle que yo tampoco lo entiendo,
que un día dejé de construir puentes a solas
cansado
de no encontrar a nadie al otro extremo
dispuesto a recoger el testigo de mis manos.

La costumbre, de contener en la mirada
el peso de una vida, y no ser capaz de refugiarla
en una mentira convincente,
una mentira que ablande los puños
de los sueños que perduran,
aquellos que siguen golpeando el alma
mientras aún respiras.

La costumbre, al fin,
de hacer comprender a quienes me rodean
que esta manía de ser yo mismo en cada cruce
es la única torpeza de la que me envanezco.

Mi querido Miguel Ängel, que bonita tu costumbre y tu poesía. Eres la caña!!!!
Mil besos y mil gracias

Curra

Miguel Ángel Martínez Góm escribió:Es la costumbre de seguir despierto
cuando las luces se apagan. Reconocerme
en el rostro de alguien que me observa
sin miedo a ser sincero
y no poder explicarle que yo tampoco lo entiendo,
que un día dejé de construir puentes a solas
cansado
de no encontrar a nadie al otro extremo
dispuesto a recoger el testigo de mis manos.

La costumbre, de contener en la mirada
el peso de una vida, y no ser capaz de refugiarla
en una mentira convincente,
una mentira que ablande los puños
de los sueños que perduran,
aquellos que siguen golpeando el alma
mientras aún respiras.

La costumbre, al fin,
de hacer comprender a quienes me rodean
que esta manía de ser yo mismo en cada cruce
es la única torpeza de la que me envanezco.

Sinceridad a corazón abierto y tinta fresca... es lindo encontrarse con una persona como tú, poeta. Felicitaciones y todo mi cariño...

Mitsy

Y haces bien de envanecerte por ello. Un hermoso poema que se lee con mucho agrado.
Besos
Pilar

Gracias a ti, Curra, por tu sensibilidad y calidad humana.
Un abrazo.

Es una dicha encontrarse personas como tú, Misty. Gracias por tu presencia en mis poemillas.
Un abrazo.

Un privilegio tu presencia y tu huella siempre cálida en mis letras, Pilar.
Un fuerte abrazo.

Miguel Ángel Martínez Góm escribió:Es la costumbre de seguir despierto
cuando las luces se apagan. Reconocerme
en el rostro de alguien que me observa
sin miedo a ser sincero
y no poder explicarle que yo tampoco lo entiendo,
que un día dejé de construir puentes a solas
cansado
de no encontrar a nadie al otro extremo
dispuesto a recoger el testigo de mis manos.

La costumbre, de contener en la mirada
el peso de una vida, y no ser capaz de refugiarla
en una mentira convincente,
una mentira que ablande los puños
de los sueños que perduran,
aquellos que siguen golpeando el alma
mientras aún respiras.

La costumbre, al fin,
de hacer comprender a quienes me rodean
que esta manía de ser yo mismo en cada cruce
es la única torpeza de la que me envanezco.

Un poema sincero que nace de la fidelidad de ser uno mismo, roza la sensibilidad y la despierta.
Un placer de lectura.
Un abrazo, Miguel Ángel.

Hermoso poema de Miguel Ángel.

Miguel Ángel Martínez Góm escribió:Es la costumbre de seguir despierto
cuando las luces se apagan. Reconocerme
en el rostro de alguien que me observa
sin miedo a ser sincero
y no poder explicarle que yo tampoco lo entiendo,
que un día dejé de construir puentes a solas
cansado
de no encontrar a nadie al otro extremo
dispuesto a recoger el testigo de mis manos.

La costumbre, de contener en la mirada
el peso de una vida, y no ser capaz de refugiarla
en una mentira convincente,
una mentira que ablande los puños
de los sueños que perduran,
aquellos que siguen golpeando el alma
mientras aún respiras.

La costumbre, al fin,
de hacer comprender a quienes me rodean
que esta manía de ser yo mismo en cada cruce
es la única torpeza de la que me envanezco.

Un poema enorme, Miguel Ángel. Con una carga emotiva escalofriante, bellamente plasmado y un ritmo de diez.

En pie para la gesta de aplausos, amigo.

Abrazo de los grandes.

Qué hermoso poema, Miguel ángel, cómo se deja querer. Brillantes versos de trazos aparentemente sencillos. Felicidades.

Un abrazo y feliz día,

Judit

Aqui el sentir, aquí tus versos tejiendo ese envanecimiento que no secansa de tratar de corregirse
y dotar de inquietud perseverante al poema.

un abrazo

Me alegro que fuese de tu agrado el poema, Carmen.
Un abrazo.

Gracias por la amable visita y comentario, Rafel.
Un abrazo.

Muchas gracias por tu amable visita y cálido comentario, Hallei.
Un fuerte abrazo.