El duelo de Corbain

[J. J. Martínez Ferreiro]

Corbain miraba el vestido de Claire
que el oleaje había devuelto a la ribera,
pero el cuerpo no estaba;
disuelto rápidamente
se perdió entre piedras y lodo.
Se reintegró
a su estrato correspondiente
como un detrito más
del sueño geológico del planeta.

Mucho tiempo después,
cuando el agua se había evaporado,
parecía verla de nuevo
en esas formas caprichosas
que las nubes moldean.
Sí, todo en ella fue apariencia;
enseñaba su cuerpo simulando otros cuerpos
y terrores imaginarios.

Corbain revivía frecuentemente
aquellas peripecias imborrables
que idearon escudriñando en la perversidad:
Era en Sierra de Lobos.
Muy adentro del bosque
la noche parecía enferma
y las parejas del amor yacían
pudriéndose en los cois y en las hamacas,
con sus vientres sanguinolentos
despedazados
por las alimañas nocturnas.

Durante aquella época Corbain fue muy dichoso;
recordaba que siempre
que se besaban
ponían alfileres en los labios.
Ahora, sus lágrimas caían
con un ruido ensordecedor
y eran sus manos
dos ataúdes de silencio.

Desde que Claire
había desaparecido,
fabricaba sus propios días
y vivía también en los ya idos,
que eran los más inesperados.
Y siempre solo, nunca se encontraba.

Tampoco lograba saldar
haber soñado la cadencia más dulce de lo suyo,
eso que le pedía ser
como una oración en la lluvia,
por la invasión, la humedad acariciadora,
por la llama de vida y su inmanente trazo,
por el pedazo de tierra interminable
con el que él le entregaba el amor.

Sentía íntimamente la nieve de recuerdos
que los días libraban en sus sienes,
el halo de belleza que fulgura
cuando hasta las palabras sienten.

Aquella tarde, Corbain
recorría la orilla de la playa
pensando en ella,
y veía como la traza de sus caderas
—siempre ciegas y balbucientes—
todavía quedaba esbozada en la arena.

La imagen de sus chanclas
y sus gafas de sol tiradas en el suelo,
generaban en él
una sensación de abandono,
quieto e irrecuperable;
eran objetos vívidos con un alma extraplana,
indiferentes a la salvación eterna.

Entonces Corbain, divisando
el mar interminable, murmuraba despacio:

Vengas con las raíces de la sed
o vengas con la tormenta mar adentro,
con la hierba del frío,
o en las orillas de la sombra,
jamás la seda parda de la tierra
aliviará la herida de tu tiempo.
 
 

[Felipe Fuentes García]

Un gran poema, amigo J. J. Uno disfruta más de él cuantas más veces repite la lectura. Tiena hallazgos importantes y una calidad innegable. Yo lo sitúo dentro de la gran poesía. Mi felicitación por tan lograda y magnífica escritura.

Recibe un gran abrazo.
Felipe.

[Ventura Morón]

Excelente querido amigo. Esta irrupción en ese universo de Corbain, deja huellas profundas, desde una mirada que construye un prisma fantástico para adentrarse en lo sentimientos, "desatemporalizándolos".
Me gusta mucho como se construye el discurso, como las citas vienen a apoyar en primera persona la fuerza de lo dicho, los encabalgamientos van dibujando un ritmo como fotogramas que se superponen.
Un placer venir y leerte, Ferreiro.
Fuerte abrazo

Ventura

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un gran poema, amigo J. J. Uno disfruta más de él cuantas más veces repite la lectura. Tiena hallazgos importantes y una calidad innegable. Yo lo sitúo dentro de la gran poesía. Mi felicitación por tan lograda y magnífica escritura.

Recibe un gran abrazo.
Felipe.

Es todo un honor, apreciado amigo Felipe, que hayas abierto precisamente tú este poema. Celebro la generosidad de tu lectura.

Un fuerte abrazo, poeta.

[Pilar Morte]

Grande este poema, Ferreiro. Adentrarse en tus versos es soñar más allá de lo que la vista alcanza. Escribes muy bien.
Felicidades
Besos
Pilar

[J. J. Martínez Ferreiro]

Excelente querido amigo. Esta irrupción en ese universo de Corbain, deja huellas profundas, desde una mirada que construye un prisma fantástico para adentrarse en lo sentimientos, "desatemporalizándolos".
Me gusta mucho como se construye el discurso, como las citas vienen a apoyar en primera persona la fuerza de lo dicho, los encabalgamientos van dibujando un ritmo como fotogramas que se superponen.
Un placer venir y leerte, Ferreiro.
Fuerte abrazo

Ventura

Gracias Ventura por tu paso y generosos comentarios. Celebro que lo hayas disfrutado.

Un abrazo.

[Pablo Ibáñez]

Ferreiro,

me gusta mucho el poema, amigo. Me gusta el tono tan narrativo que le has dado, sin renunciar en muchos tramos al riesgo metafórico que te caracteriza. Un poema muy equilibrado. Es lo que siempre pienso: las dosis de irracionalismo no tienen porqué implicar que el poema sea ininteligible. Si se le ofrece al lector una base sólida desde la que interpretar el poema, es cuando las metáforas arriesgadas se disfrutan de verdad, toman su sentido, pueden ser pensadas, procesadas, disfrutadas, porque hay plataforma para ello.

Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Grande este poema, Ferreiro. Adentrarse en tus versos es soñar más allá de lo que la vista alcanza. Escribes muy bien.
Felicidades
Besos
Pilar

Gracias "Pilariña", celebro tan hermoso comentario.

Biquiños.

[Jerónimo Muñoz]

Extraordinario, J J. Este Corbain que estás introduciendo, como una falsa segunda persona del autor-decidor (no, desde luego, del autor-persona), este Corbain, decía, viene cargado de un estilo personalísimo que te da una voz inconfundible. Sí: la irracionalidad, la metáfora y todo eso de lo que ya hablamos en su día, pero ahora con un ingrediente lírico más abundante. Ya digo: personalísimo.
Me ha complacido mucho leer y releer tu gran poema.
Abrazos.
Jerónimo

[J. J. Martínez Ferreiro]

Ferreiro,

me gusta mucho el poema, amigo. Me gusta el tono tan narrativo que le has dado, sin renunciar en muchos tramos al riesgo metafórico que te caracteriza. Un poema muy equilibrado. Es lo que siempre pienso: las dosis de irracionalismo no tienen porqué implicar que el poema sea ininteligible. Si se le ofrece al lector una base sólida desde la que interpretar el poema, es cuando las metáforas arriesgadas se disfrutan de verdad, toman su sentido, pueden ser pensadas, procesadas, disfrutadas, porque hay plataforma para ello.

Un abrazo.

Gracias, amigo Pablo, celebro tus generosos e interesante comentarios.
Eres uno de los lujos de estos foros.

Un fuerte abrazo.

[Rafel Calle]

Muy bello poema de Ferreiro.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Extraordinario, J J. Este Corbain que estás introduciendo, como una falsa segunda persona del autor-decidor (no, desde luego, del autor-persona), este Corbain, decía, viene cargado de un estilo personalísimo que te da una voz inconfundible. Sí: la irracionalidad, la metáfora y todo eso de lo que ya hablamos en su día, pero ahora con un ingrediente lírico más abundante. Ya digo: personalísimo.
Me ha complacido mucho leer y releer tu gran poema.
Abrazos.
Jerónimo

Gracias Jerónimo por tan "extraordinario" comentario. Celebro que lo hayas disfrutado.

Un abrazo, joven viejo amigo.

[Carmen Pla]

Una grandiosa lectura apasionada de extraordinaria calidad.
Un placer disfrutar de ella.
Abrazos.

[Óscar Distéfano]

Un poema de cuya lectura realmente he disfrutado. Estoy con Pablo. Es lo que siempre sostuve; que la poesía puede ser enigmática (y hasta hermética), pero no puede ser ininteligible, las llaves del cofre no deben perderse del lector. En este poema se da el hecho de que existe una materia cognitiva de la cual ha partido la voz poética; y, sin hacerla visible explícitamente, nos trasmite, sin embargo, lo mejor que pudo el sentimiento que nació de dicha materia cognitiva, pese a las limitaciones del lenguaje. Digo lo mejor, porque el poema emociona verso a verso y en su conjunto. El relato es clarividente, se siente empatía con el personaje ante su drama personal, ante la ausencia, ante la soledad desolada que lo embarga. Se dice que el lector, al leer un poema, lo modifica a su manera. Yo creo que esta aseveración es lógica, dado que cada persona estamos hechos de estímulos emocionales muy diferentes, y nuestras experiencias nunca concuerdan; pero, yo agregaría a este fenómeno poético lo siguiente: hay algo esencial del poema que llega a todos los lectores de forma intacta, algo que no se corrompe. Y esto sucede solamente cuando un poema es bueno, cuando está bien equilibrado en fondo y forma, cuando existe un mensaje aprehensible, cuando el ritmo es acertado, cuando no existen trampas en el proceso de gestación y/o elaboración. Es realmente una experiencia valiosa leer poemas como éste.

Mis aplausos, amigo.
Óscar

[Armilo Brotón]

Estimado Ferreiro, me uno a la apreciación de los compañeros.
He disfrutado de tu poema y me parece una gran obra.

Un cordial saludo.