Editorial Alaire

Todavía conservo su querencia, su metamorfosis,
su sordo embrujo que me arranca al andar
su hechizo fuerte y seguro.
Refleja sólo lo que es, su preciosa calma,
y su piel de viejo armazón que utiliza de refugio,
es toda la noche con movimientos lentos
ascendiendo por la orilla, el final de mi viaje
por un haz de ramas de brillo resplandeciente,
como una llama de danza sobre las vacilantes brasas
y una extraña sensación que me sube por la garganta.

Me hace sentirme libre como una niña, sentada
en la banqueta trasera de alegría consoladora,
desplumando con deleite su suavidad,
la sensación de mi destino de saber
que ni ella me salva.

Esta vida que, en apariencia no tiene nada,
todo en ella me parece claro y familiar
una emoción que me llora largamente,
con lágrimas ardientes y benéficas que no me abrasan,
puedo imaginar donde comienza, el desasosiego deseo
que ha alcanzado el elevado espejo de su alma,
donde comienza el paisaje maquillado de lucidez
contra una falena de cristales del enigma.

Si deslizo mi mano da vueltas entre mis dedos,
me lleva con su lazo de satén cuando la miro perpleja,
y en mi rostro cuajado me pregunto...
¿cómo he podido reconocerme, si yo no soy ella?.

Carmen Pla escribió:Todavía conservo su querencia, su metamorfosis,
su sordo embrujo que me arranca al andar
su hechizo fuerte y seguro.
Refleja sólo lo que es, su preciosa calma,
y su piel de viejo armazón que utiliza de refugio,
es toda la noche con movimientos lentos
ascendiendo por la orilla, el final de mi viaje
por un haz de ramas de brillo resplandeciente,
como una llama de danza sobre las vacilantes brasas
y una extraña sensación que me sube por la garganta.

Me hace sentirme libre como una niña, sentada
en la banqueta trasera de alegría consoladora,
desplumando con deleite su suavidad,
la sensación de mi destino de saber
que ni ella me salva.

Esta vida que, en apariencia no tiene nada,
todo en ella me parece claro y familiar
una emoción que me llora largamente,
con lágrimas ardientes y benéficas que no me abrasan,
puedo imaginar donde comienza, el desasosiego deseo
que ha alcanzado el elevado espejo de su alma,
donde comienza el paisaje maquillado de lucidez
contra una falena de cristales del enigma.

Si deslizo mi mano da vueltas entre mis dedos,
me lleva con su lazo de satén cuando la miro perpleja,
y en mi rostro cuajado me pregunto...
¿cómo he podido reconocerme, si yo no soy ella?.

Reflexivo y bien llevado este precioso poema. Me ha gustado mucho. Enhorabuena.
Un beso.
BEGOÑA.

Tanto si fuera la celeste luna que con sus movimientos circulares controla nuestras vivencias, como
si es la mascota que te mueve y que te anima, en tus versos hay un sentir agradecido que te inspira.
Un poema en el que las imágenes pintadas resaltan con fuerza y decisión lírica.

un abrazo

Reflexivo e inspirador poema que he te nido el placer de disfrutar, Carmen.
Un abrazo.

Begoña Egüen escribió:

Carmen Pla escribió:Todavía conservo su querencia, su metamorfosis,
su sordo embrujo que me arranca al andar
su hechizo fuerte y seguro.
Refleja sólo lo que es, su preciosa calma,
y su piel de viejo armazón que utiliza de refugio,
es toda la noche con movimientos lentos
ascendiendo por la orilla, el final de mi viaje
por un haz de ramas de brillo resplandeciente,
como una llama de danza sobre las vacilantes brasas
y una extraña sensación que me sube por la garganta.

Me hace sentirme libre como una niña, sentada
en la banqueta trasera de alegría consoladora,
desplumando con deleite su suavidad,
la sensación de mi destino de saber
que ni ella me salva.

Esta vida que, en apariencia no tiene nada,
todo en ella me parece claro y familiar
una emoción que me llora largamente,
con lágrimas ardientes y benéficas que no me abrasan,
puedo imaginar donde comienza, el desasosiego deseo
que ha alcanzado el elevado espejo de su alma,
donde comienza el paisaje maquillado de lucidez
contra una falena de cristales del enigma.

Si deslizo mi mano da vueltas entre mis dedos,
me lleva con su lazo de satén cuando la miro perpleja,
y en mi rostro cuajado me pregunto...
¿cómo he podido reconocerme, si yo no soy ella?.

Reflexivo y bien llevado este precioso poema. Me ha gustado mucho. Enhorabuena.
Un beso.
BEGOÑA.

Gracias Begoña. Me alegra mucho saber que te gusta.
Besos.

Guillermo Cuesta escribió:Tanto si fuera la celeste luna que con sus movimientos circulares controla nuestras vivencias, como
si es la mascota que te mueve y que te anima, en tus versos hay un sentir agradecido que te inspira.
Un poema en el que las imágenes pintadas resaltan con fuerza y decisión lírica.

un abrazo

Gracias por leerme y dejar tus palabras.
Un abrazo, Guillermo

Qué bueno, Carmen. El poema se va desgranando poco a poco con suma belleza. Me gusta ese aire limpio e inteligente que tan bien lo sustenta.

Abrazos y felicitaciones, querida compañera.

Miguel Ángel Martínez Góm escribió:Reflexivo e inspirador poema que he te nido el placer de disfrutar, Carmen.
Un abrazo.

Gracias Miguel Ángel.
El placer es recoger tus palabras.
Un abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Qué bueno, Carmen. El poema se va desgranando poco a poco con suma belleza. Me gusta ese aire limpio e inteligente que tan bien lo sustenta.

Abrazos y felicitaciones, querida compañera.

Gracias Hallie por dejar tus bonitas palabras.
Mi abrazo.

Carmen Pla escribió:Todavía conservo su querencia, su metamorfosis,
su sordo embrujo que me arranca al andar
su hechizo fuerte y seguro.
Refleja sólo lo que es, su preciosa calma,
y su piel de viejo armazón que utiliza de refugio,
es toda la noche con movimientos lentos
ascendiendo por la orilla, el final de mi viaje
por un haz de ramas de brillo resplandeciente,
como una llama de danza sobre las vacilantes brasas
y una extraña sensación que me sube por la garganta.

Me hace sentirme libre como una niña, sentada
en la banqueta trasera de alegría consoladora,
desplumando con deleite su suavidad,
la sensación de mi destino de saber
que ni ella me salva.

Esta vida que, en apariencia no tiene nada,
todo en ella me parece claro y familiar
una emoción que me llora largamente,
con lágrimas ardientes y benéficas que no me abrasan,
puedo imaginar donde comienza, el desasosiego deseo
que ha alcanzado el elevado espejo de su alma,
donde comienza el paisaje maquillado de lucidez
contra una falena de cristales del enigma.

Si deslizo mi mano da vueltas entre mis dedos,
me lleva con su lazo de satén cuando la miro perpleja,
y en mi rostro cuajado me pregunto...
¿cómo he podido reconocerme, si yo no soy ella?.

La luna y la mujer son una en muchas formas. Que bellos versos le escribes! En el vernáculo de mi país se pregunta de las niñas sobre su primera menstruación: ya vio la luna? Encantada con esta lectura, abrazos, ERA

Me ha gustado mucho el poema, Carmen. Ha sido un placer deslizarme por las sensaciones que producen tus versos.
Abrazos
Pilar

E. R. Aristy escribió:

Carmen Pla escribió:Todavía conservo su querencia, su metamorfosis,
su sordo embrujo que me arranca al andar
su hechizo fuerte y seguro.
Refleja sólo lo que es, su preciosa calma,
y su piel de viejo armazón que utiliza de refugio,
es toda la noche con movimientos lentos
ascendiendo por la orilla, el final de mi viaje
por un haz de ramas de brillo resplandeciente,
como una llama de danza sobre las vacilantes brasas
y una extraña sensación que me sube por la garganta.

Me hace sentirme libre como una niña, sentada
en la banqueta trasera de alegría consoladora,
desplumando con deleite su suavidad,
la sensación de mi destino de saber
que ni ella me salva.

Esta vida que, en apariencia no tiene nada,
todo en ella me parece claro y familiar
una emoción que me llora largamente,
con lágrimas ardientes y benéficas que no me abrasan,
puedo imaginar donde comienza, el desasosiego deseo
que ha alcanzado el elevado espejo de su alma,
donde comienza el paisaje maquillado de lucidez
contra una falena de cristales del enigma.

Si deslizo mi mano da vueltas entre mis dedos,
me lleva con su lazo de satén cuando la miro perpleja,
y en mi rostro cuajado me pregunto...
¿cómo he podido reconocerme, si yo no soy ella?.

La luna y la mujer son una en muchas formas. Que bellos versos le escribes! En el vernáculo de mi país se pregunta de las niñas sobre su primera menstruación: ya vio la luna? Encantada con esta lectura, abrazos, ERA

Gracias ERA, es cierto, las fases lunares nos influyen.
Un placer recibir tus palabras.
Abrazos.

Recordando las obras de Carmen Pla.

Carmen



Me da gusto pasar por tu poesía, querida amiga


te felicito


Un abrazo fuerte