Editorial Alaire

Sin dejar las sandalias, avanzas con una manzana en el bolsillo,
pidiendo permiso a los gigantes de piedra,
al director que guía tu papel, sin darte tiempo
a decir sí o no,
en mi retina mental están los olores, las imágenes,
los estertores de mi cuerpo, la piel abierta
a manera de bautismo,
el risco volcánico de haber encendido todo en mi,
como el graznido de un cuervo erizando la piel de un susto,
las barreras que han de ser como el cristal de arena y tiempo,
vientre eterna en espiral para danzar robando el mar,
despertando a ese corazón de dos caras del escalofrío
y de la transpiración del miedo de las heridas cortantes,
todo el hilo que ha tejido en la piel el barro de la infinita fuerza
entre sol y sombra, entre duda y fe.
Te armas de valor ante la vida,
y la aceptas tal cual es, vienes de allí y allí regresas con la magia,
con el vientre blando, las costillas abiertas,
las caderas amoldadas al espacio, el sexo entre las piernas
ondulando como una lagartija en el desierto,
y tocar el cielo en este infierno.

Precioso poema, Carmen, que se disfruta de principio a fin.
Un abrazo.

Buen poema bajo la luz confesa del sentir que se clava en cada metáfora que abre la palabra en todas las direcciones.
El verso se hace corazón y el corazón verso e imagen para que la lectura sea complaciente
y mi aplauso de todas todas merecido.

Un abrazo

Miguel Ángel Martínez Góm escribió:Precioso poema, Carmen, que se disfruta de principio a fin.
Un abrazo.

Gracias Miguel Ángel.
Un placer recibir tus palabras.
Abrazos

Sensible y elevado el canto de tus versos querida amiga...
Bellas imágenes...un gusto leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Un profunda y lírica reflexión sobre las eternas dudas de la existencia, con un lenguaje poético potente y sobre todo en el ultimos versos, muy brillante.

Te armas de valor ante la vida,
y la aceptas tal cual es, vienes de allí y allí regresas con la magia,
con el vientre blando, las costillas abiertas,
las caderas amoldadas al espacio, el sexo entre las piernas
ondulando como una lagartija en el desierto,
y tocar el cielo en este infierno.

Todo un placer de lectura, amiga Carmen.

Un bico.

Ligia Rafaela escribió:

Amiga es un placer hacer presencia en tus letras
y disfrutar tan hermosa inspiración, te dejo mi sentir y mis huellas.

Mis saludos sinceros.

Gracias Ligia
Todo un placer.
Abrazos

Guillermo Cuesta escribió:Buen poema bajo la luz confesa del sentir que se clava en cada metáfora que abre la palabra en todas las direcciones.
El verso se hace corazón y el corazón verso e imagen para que la lectura sea complaciente
y mi aplauso de todas todas merecido.

Un abrazo

Gracias Guillermo por escribir tan cálido mensaje, me conmovió.
Un abrazo, amigo poeta.

Carmen Pla escribió:Sin dejar las sandalias, avanzas con una manzana en el bolsillo,
pidiendo permiso a los gigantes de piedra,
al director que guía tu papel, sin darte tiempo
a decir sí o no,
en mi retina mental están los olores, las imágenes,
los estertores de mi cuerpo, la piel abierta
a manera de bautismo,
el risco volcánico de haber encendido todo en mi,
como el graznido de un cuervo erizando la piel de un susto,
las barreras que han de ser como el cristal de arena y tiempo,
vientre eterna en espiral para danzar robando el mar,
despertando a ese corazón de dos caras del escalofrío
y de la transpiración del miedo de las heridas cortantes,
todo el hilo que ha tejido en la piel el barro de la infinita fuerza
entre sol y sombra, entre duda y fe.
Te armas de valor ante la vida,
y la aceptas tal cual es, vienes de allí y allí regresas con la magia,
con el vientre blando, las costillas abiertas,
las caderas amoldadas al espacio, el sexo entre las piernas
ondulando como una lagartija en el desierto,
y tocar el cielo en este infierno.

Excelente poema. Mi felicitación sincera.
Un beso.
BEGOÑA.

Carmen Pla escribió:Sin dejar las sandalias, avanzas con una manzana en el bolsillo,
pidiendo permiso a los gigantes de piedra,
al director que guía tu papel, sin darte tiempo
a decir sí o no,
en mi retina mental están los olores, las imágenes,
los estertores de mi cuerpo, la piel abierta
a manera de bautismo,
el risco volcánico de haber encendido todo en mi,
como el graznido de un cuervo erizando la piel de un susto,
las barreras que han de ser como el cristal de arena y tiempo,
vientre eterna en espiral para danzar robando el mar,
despertando a ese corazón de dos caras del escalofrío
y de la transpiración del miedo de las heridas cortantes,
todo el hilo que ha tejido en la piel el barro de la infinita fuerza
entre sol y sombra, entre duda y fe.
Te armas de valor ante la vida,
y la aceptas tal cual es, vienes de allí y allí regresas con la magia,
con el vientre blando, las costillas abiertas,
las caderas amoldadas al espacio, el sexo entre las piernas
ondulando como una lagartija en el desierto,
y tocar el cielo en este infierno.

Ante todo, la conciencia del ser; y, luego, la descripción fantástica del tránsito existencial. Los recursos retóricos me resultan admirables: metáforas paradojales, imágenes con inclinación surrealista, la repetición de sintaxis semejantes (que apoyan fuertemente el ritmo). Es un valioso poema, cargado de optimismo (a pesar de su tendencia a la resignación ante el destino), un poema que me ha gustado mucho leer. Te felicito, amiga. Cada vez escribes con mayor dominio de tu estro.

Un abrazo fraterno.
Óscar

Me gustó el poema, creo que refleja con mucho acierto el enfrentamiento ante el destino que nos marcan otros y la vida.
Un poema bien escrito
Besos
Pilar

Hermoso poema de Carmen.

Me gustó mucho, Carmen. Veo luz y alumbramiento, sin sobre saltos, con la finitud de la unidad en los contrarios. Creo que de ahí nació la luz; en la síntesis de lo que percibimos ( desde nuestra conciencia limitada ) como contrarios: agua-fuego; claro-oscuro; cielo ( ángel )- tierra ( demonio ).

Gracias por compartir .

Un abrazo, amiga.

Precioso poema, Carmen. Profundidad y sentido. Un placer de lectura.

Un abrazo y feliz día,

Judit