Editorial Alaire

En la familia: Mi nuera...

Ella estaba orgullosa de sus pechos,
senos altos y firmes, bien plantados,
los pezones punzantes, sonrosados.
Maravilla de pechos tan bien hechos.

Ella sabe del cáncer los acechos
y no olvida tenerlos revisados,
por desgracia unos bultos detectados
le causaron temor de ser desechos.

Y tuvo que sufrir con radiaciones,
quimioterapia cruel y nauseabunda,
someterse también a operaciones.

Fimalmente la cura fue profunda,
recobró su tersura y sensaciones.
¡Perdió la enfermedad!Dios la confunda!

¿Dios la confunda? Entiendo que el poema es una graciosa chanza de las nueras, escrito con el rigor y musicalidad habitual en ti.

Hasta pronto.

Da la casualidad de que en este caso es la verdad.

Y Dios confunda a la enfermedad.

Marlu escribió:Sí. Dios la confunda a esa y a otras enfermedades que apagan la vida como se apaga una vela.

Un cordial saludo y mi enhorabuena a la familia pues son muchos los que esperan y desesperan.

Gracias Marlu, por tus buenos deseos...

¡Perdió la enfermedad!Dios la confunda!

Dice lo que quiere decir, sin ambages, y lo dice bien. A mí, personalmente me ha gustado. El cierre es categórico. Entiendo que se puede interpretar que la mujer ha perdido la enfermedad o que la enfermedad ha salido perdidosa en su ataque. Ésta última es la que da sentido clarificador al verso.

Un abrazo.
Óscar [/quote]

Óscar Distéfano escribió:
¡Perdió la enfermedad!Dios la confunda!

Dice lo que quiere decir, sin ambages, y lo dice bien. A mí, personalmente me ha gustado. El cierre es categórico. Entiendo que se puede interpretar que la mujer ha perdido la enfermedad o que la enfermedad ha salido perdidosa en su ataque. Ésta última es la que da sentido clarificador al verso.

Un abrazo.
Óscar

Agradecido a tu lícido apoyo, ya pensaba que estaba claro pero ya ves, el amigo Betania sembró algunas dudas.