Editorial Alaire

Desde adentro


He sabido por ella que soy de carne y hueso por adentro
y por afuera , un testamento en busca de ideales y consejas.
Agradezco que otrora haya reconocido el gran afecto
que es capaz de manar de fuentes fidedignas en conserva
si siendo yo capaz de dar un sorbo
reflejo en mi conciencia el agua clara y fresca que me lava.
Debajo de la piel
el estirado son de mil corrientes templa
el ansia roja
con la única herida de darse a conocer
con alma suficiente para absorber la fórmula del tiempo.
¿El deseo es de carne? ¿De resistencia el hueso?
Y entre tanto regueros de no sé qué líquido precioso
me pasan por los labios con sístole y diástole esmerada.

Amigo, admiro a Robert E howard y precisamente esa altura de la que hablas, eso que transmites es calidad poética, es verdad, los deseos, todo tu obra es una búsqueda existencial, te espero en mi obra

Me encantó el poema, Guillermo, su belleza y profundidad.
Un abrazo.

Precioso enfoque poético de ansia e inquietud existencial.
Un placer, Guillermo
Un abrazo.

javierdicenzo80 escribió:Amigo, admiro a Robert E howard y precisamente esa altura de la que hablas, eso que transmites es calidad poética, es verdad, los deseos, todo tu obra es una búsqueda existencial, te espero en mi obra

Gracias por tu amable visita y por transmitirme tan fervorosa opinión.

Te leo compañero, aquí somos más menos iguales los que sabemos que necesitamos mejorar en estas lides literarias.

Un abrazo

Miguel Ángel Martínez Góm escribió:Me encantó el poema, Guillermo, su belleza y profundidad.
Un abrazo.

Gracias, amigo, porcla visita y por la amabilidad del comentario.

un abrazo

Guillermo Cuesta escribió:Desde adentro


He sabido por ella que soy de carne y hueso por adentro
y por afuera , un testamento en busca de ideales y consejas.
Agradezco que otrora haya reconocido el gran afecto
que es capaz de manar de fuentes fidedignas en conserva
si siendo yo capaz de dar un sorbo
reflejo en mi conciencia el agua clara y fresca que me lava.
Debajo de la piel
el estirado son de mil corrientes templa
el ansia roja
con la única herida de darse a conocer
con alma suficiente para absorber la fórmula del tiempo.
¿El deseo es de carne? ¿De resistencia el hueso?
Y entre tanto regueros de no sé qué líquido precioso
me pasan por los labios con sístole y diástole esmerada.

Madre mía, Guillermo, qué poemazo nos compartes. Reverencias, amigo nuestro.
Y sí, sube para deleite de todos.

Abrazos.

Unos versos de quitarse la piel y entender la fluidez del deseo. Me gustó lo que leí. Mis felicitaciones, Guillermo.
Un abrazo.

Me ha gustado mucho el reflejo del amor en tus versos. Un poema precioso.
Besos
Pilar

Qué bueno, Guillermo. Tu mirada ingeniosa en estos profundos y bellos versos de largo recorrido. Fantástico reclamo el verso inicial. Me ha encantado en fondo y forma. Felicidades.

Un abrazo y feliz día,

Judit

Carmen Pla escribió:Precioso enfoque poético de ansia e inquietud existencial.
Un placer, Guillermo
Un abrazo.

Gracias por la iista y por transmitirme tu amable opinión.


un abrazo

Ligia Rafaela escribió:Guillermo...Profundidad en tus letras y en tu sentir,
me gusta la forma como escribes entregándote
por completo a lo que quieres transmitir.

Un saludo en la lejanía.

Graciis por tu amable visita, Ligia, y por esa estupenda opinión que me dedicas.

un abrazo

La poesía conceptual lo haces con muy buena técnica y profundidad reflexiva. Tu pensamiento poético tiene alas fuertes. Poema compacto, lúcido, que sabe lo que dice. Y, además, un ritmo sutil, elegante, gracias a la distribución adecuada de los imparisílabos.

Un abrazo, amigo.
Óscar

Hallie Hernández Alfaro escribió:

Guillermo Cuesta escribió:Desde adentro


He sabido por ella que soy de carne y hueso por adentro
y por afuera , un testamento en busca de ideales y consejas.
Agradezco que otrora haya reconocido el gran afecto
que es capaz de manar de fuentes fidedignas en conserva
si siendo yo capaz de dar un sorbo
reflejo en mi conciencia el agua clara y fresca que me lava.
Debajo de la piel
el estirado son de mil corrientes templa
el ansia roja
con la única herida de darse a conocer
con alma suficiente para absorber la fórmula del tiempo.
¿El deseo es de carne? ¿De resistencia el hueso?
Y entre tanto regueros de no sé qué líquido precioso
me pasan por los labios con sístole y diástole esmerada.

Madre mía, Guillermo, qué poemazo nos compartes. Reverencias, amigo nuestro.
Y sí, sube para deleite de todos.

Abrazos.

Me alegra que te guste lo que escribo, pero cómo podré agradecerte tus fervorosos comentarios?

con un beso grande y un abrazo largo, demomento