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Los bautizados

Publicado: Sab, 09 Ene 2016 13:00
por Alejandro Soler
LOS BAUTIZADOS

La mesa humilde, las teas prendidas,
el crepúsculo rojo y fugitivo,
el vino joven, las sillas bajas,
el calor de la hoguera acogedora.

Llegaban en silencio, de uno en uno,
se estrechaban la mano brevemente
y, ya sentados, juntos conversaban
hasta bien entrada la umbrosa noche.

No podían leer los Evangelios
-no habían sido escritos todavía-
pero aún muchos recordaban
las raras actitudes del Maestro.

La tarde de los panes y los peces
que extendió su prestigio en las aldeas,
el abrazo a la dulce prostituta,
el trueno de su voz
cuando expulsó del Templo a los tenderos,
y también, cómo no, su muerte horrible.

Algunos aseguran que le vieron
más tarde, y que sus ojos
inspiraban la sed de lo absoluto,
de un reino en el que soñar no es un sueño.

Bajaban la mirada
antes de la cena los bautizados
y con una conmovedora esperanza
de que todo fuera cierto
partían el pan y lo compartían.

Y al cabo les inquietaba muy poco
si el mundo que ya estaba despertando
ignoraba el misterio o lo creía
pues, en sus reuniones insondables,
ellos al fin hacían realidad
ese Reino de Dios por el que oraban.

Re: Los bautizados

Publicado: Sab, 09 Ene 2016 20:12
por Pilar Morte
Has descrito con afecto unos sucesos hechos religión para muchos. Un placer leerte
Besos
Pilar

Re: Los bautizados

Publicado: Dom, 10 Ene 2016 18:57
por E. R. Aristy
Alejandro Soler escribió:LOS BAUTIZADOS

La mesa humilde, las teas prendidas,
el crepúsculo rojo y fugitivo,
el vino joven, las sillas bajas,
el calor de la hoguera acogedora.

Llegaban en silencio, de uno en uno,
se estrechaban la mano brevemente
y, ya sentados, juntos conversaban
hasta bien entrada la umbrosa noche.

No podían leer los Evangelios
-no habían sido escritos todavía-
pero aún muchos recordaban
las raras actitudes del Maestro.

La tarde de los panes y los peces
que extendió su prestigio en las aldeas,
el abrazo a la dulce prostituta,
el trueno de su voz
cuando expulsó del Templo a los tenderos,
y también, cómo no, su muerte horrible.

Algunos aseguran que le vieron
más tarde, y que sus ojos
inspiraban la sed de lo absoluto,
de un reino en el que soñar no es un sueño.

Bajaban la mirada
antes de la cena los bautizados
y con una conmovedora esperanza
de que todo fuera cierto
partían el pan y lo compartían.

Y al cabo les inquietaba muy poco
si el mundo que ya estaba despertando
ignoraba el misterio o lo creía
pues, en sus reuniones insondables,
ellos al fin hacían realidad
ese Reino de Dios por el que oraban.

Como seria estar sentados alrededor de el gran maestro Jesucristo! Sin duda son pequeños círculos en el cuadro histórico de los sucesos que filtran sus efectos por los siglos, e igual, parecen olvidarse como se olvidan los nombres mas queridos de nuestros muertos. Pero aquí, aquí tu poema habla del bautizo, el bautizo como símbolo de enterrar al hombre natural para renacer en el hombre espiritual en la esperanza de que venga la vida que realmente es.

Muy pocos se ocupan en indagar estas cosas, solo un humilde Jesucristo, ante millares de gentes famosas y afanosas de hacer sus huellas a orillas del mar. Un placer encontrar la velada del misticismo como un auto sagrado.

Saludos cordiales, Alejandro.

ERA

Re: Los bautizados

Publicado: Mar, 12 Ene 2016 8:32
por Rafel Calle
Hermoso e interesante trabajo de Alejandro.

Re: Los bautizados

Publicado: Jue, 14 Ene 2016 22:49
por Alejandro Soler
Gracias, Pilar, ERA y Rafel por vuestra lectura y comentarios.