Editorial Alaire

Desesperanza mía: Yo te invoco,
porque quizá mi floja dentadura
no prueba ya ni un gramo de frescura
entrando en lo postrero poco a poco.

¿Acaso puede ser que no esté loco
como lo defendí con galanura?
Porque sin lo anterior, es caradura
el verso más granado o más barroco
.
Entierra nueva mente vieja pena,
tu lúpulo más agrio por mi vena
que no pretendo estar por siempre mudo.

Pues como entre la calma no hay astilla
y necesita canto mi costilla,
imploro ese dolor más testarudo.

Alberto Madariaga
(2016)

Alberto,

me ha encantado este soneto, amigo. Muy bien pensado y construido, respetando el canon y a la vez arriesgando en contenido.

Un abrazo.

Enhorabuena por este hermoso soneto, Alberto.
Un abrazo y feliz año.

Hermoso soneto de Alberto.

Hermoso este soneto de tu desesperanza. !Qué bien se lee la elegancia!

Un abrazo,


Víctor

Interesante soneto que reclama el dolor por sentirse vivo. Preciosos versos, me gustaron
Besos
Pilar