Contigo
Publicado: Dom, 27 Dic 2015 12:16
Amanece, cuando nadie espera tu regreso
gravitando en torno a ti,
la nobleza es una ciudad deshabitada
personificada en tu bello renacimiento,
un bajel en el destino de un poema
alimentando carreteras de cañas
como un hombre de la lluvia, palpitante,
inesperado y leal como una promesa indefinida.
En medio de testigos las joyas misteriosas
no son escombros molidos ni petrificados,
son horas sin límites, tranvías regresando
en remotas águilas suprimiendo el riesgo,
avanzando, aprovisionadas de tu hoguera sutil
acariciando los labios.
Si de repente todo enmudece y muere
entre oscuros bulevares,
vuelvo con tu amor anexionada,
desarrollando tu extrañeza legítima
conservando nuestros azules paisajes,
los días antiguos, los arrecifes,
que nos adornaron con su olor a humedad.
Sentirte respirar,
mientras los barcos se pierden por aquellos paraísos
donde estuvimos tan cerca, de seguir siendo nuestros.
gravitando en torno a ti,
la nobleza es una ciudad deshabitada
personificada en tu bello renacimiento,
un bajel en el destino de un poema
alimentando carreteras de cañas
como un hombre de la lluvia, palpitante,
inesperado y leal como una promesa indefinida.
En medio de testigos las joyas misteriosas
no son escombros molidos ni petrificados,
son horas sin límites, tranvías regresando
en remotas águilas suprimiendo el riesgo,
avanzando, aprovisionadas de tu hoguera sutil
acariciando los labios.
Si de repente todo enmudece y muere
entre oscuros bulevares,
vuelvo con tu amor anexionada,
desarrollando tu extrañeza legítima
conservando nuestros azules paisajes,
los días antiguos, los arrecifes,
que nos adornaron con su olor a humedad.
Sentirte respirar,
mientras los barcos se pierden por aquellos paraísos
donde estuvimos tan cerca, de seguir siendo nuestros.