Era altivo, arrogante y altanero
y muy tieso cual palo de mesana
desafiante su porte, espalda plana,
y si añado engreído, no exagero.
Dije “era”, el joven que refiero,
pues la espalda la tiene muy dañada
que doblada se encuentra y jorobada
y cuando anda traspiés da el caballero.
Su postura, mirar al suelo obliga,
puede ser un efecto de querencia,
pues el polvo con polvo se coliga
y así ve, donde pisa, la presencia
de ese lecho que a todos nos abriga,
donde acaba, en un sueño, la existencia.
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Re: ERA, AHORA NO - Sonoeto melódico
