Editorial Alaire

Hay ríos buscando cauces de tierra con escondidos
juncos de generoso verdor, y orillas que cruzan puentes erguidos.

Hay ríos que no pueden llegar al mar, al azul
que abraza los cuerpos cálidos,
al susurro de olas con acento de acordes.

Hay ríos que se secan y destierran sus alondras y gorriones,
ríos de secano, sin fuerza para rodar piedras que fondean
en su lecho.

Hay ríos que hablan y nadie los oye ni sienten
la palabra de sus aguas.
Hay manantiales que el río no vigila, te arrastran, te hunden
y zarandean tus vísceras.

Hay ríos interiores que guardamos como un lago inmóvil
donde las ranas croan y los peces se deslizan mudos,
esos ríos que no pueden abrirse a la tierra,
cuya casa es la oscuridad y fluyen hacia ellos mismos;
ríos que cantan, cascabelean al alma,
que detienen cristales de pureza,
rozan las yemas de los dedos,
y saben hundir el corazón en sus aguas,
ríos que no serán torrentes
ni riachuelos vivos,
que sólo serán un sueño antiguo.

Es cierto, Pilar, existen esos ríos que nos recorren el interior y a veces no sabemos expresar con claridad lo que nos hace sentir, pero tú lo has hecho de una manera certera y hermosa.
Me encantó leerte.
Un fuerte abrazo.

Pilar Morte escribió:Hay ríos buscando cauces de tierra con escondidos
juncos de generoso verdor, y orillas que cruzan puentes erguidos.

Hay ríos que no pueden llegar al mar, al azul
que abraza los cuerpos cálidos,
al susurro de olas con acento de acordes.

Hay ríos que se secan y destierran sus alondras y gorriones,
ríos de secano, sin fuerza para rodar piedras que fondean
en su lecho.

Hay ríos que hablan y nadie los oye ni sienten
la palabra de sus aguas.
Hay manantiales que el río no vigila, te arrastran, te hunden
y zarandean tus vísceras.

Hay ríos interiores que guardamos como un lago inmóvil
donde las ranas croan y los peces se deslizan mudos,
esos ríos que no pueden abrirse a la tierra,
cuya casa es la oscuridad y fluyen hacia ellos mismos;
ríos que cantan, cascabelean al alma,
que detienen cristales de pureza,
rozan las yemas de los dedos,
y saben hundir el corazón en sus aguas,
ríos que no serán torrentes
ni riachuelos vivos,
que sólo serán un sueño antiguo.

Que belleza, Pilar! Todos estos ríos me han parecido las corrientes emocionales de nosotros, el riachuelo que quiere saber del mar. Un abrazo, ERA

Pilar Morte escribió:
esos ríos que no pueden abrirse a la tierra,
cuya casa es la oscuridad y fluyen hacia ellos mismos;
ríos que cantan, cascabelean al alma,
que detienen cristales de pureza,
rozan las yemas de los dedos,
y saben hundir el corazón en sus aguas,
ríos que no serán torrentes
ni riachuelos vivos,
que sólo serán un sueño antiguo.

Hermosísimo poema, Pilar. Todo un placer de lectura. Un abrazo.

Profundo y muy sensible el andar de tus versos querida amiga...bello y conmovedor...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Miguel Ángel Martínez Góm escribió:Es cierto, Pilar, existen esos ríos que nos recorren el interior y a veces no sabemos expresar con claridad lo que nos hace sentir, pero tú lo has hecho de una manera certera y hermosa.
Me encantó leerte.
Un fuerte abrazo.

Gracias, amigo, por venir y dejar tu valiosa huella
Besos
Pilar

Gracias, Pilar, por las aguas y orillas de todos esos ríos que forman nuestra geografía personal y humana. Un abrazo.
Salud.

Pilar,

me ha gustado mucho el poema, amiga. Me ha encantado la analogía de los ríos que vas desarrollando a lo largo de todo el poema. Ríos como sentimientos o ilusiones que no tienen cauce o no tienen caudal o no llegan a su destino natural, el mar. Me gusta mucho la aliteración "Hay ríos.." al principio de cada estrofa, un recurso muy clásico que siempre da buen resultado porque alienta la lectura y centra la atención eficazmente.

Un abrazo, amiga.

Ríos como venas Pilar. Unas veces más llenos de sangre que otros. Buen poema.
Un abrazo.

Y esos ríos interiores a veces fluyen y se encarnan en poemas tan bellos como el tuyo.

Un placer de lectura, querida Pilar.

Abrazos.

Hermoso poema, Pilar, un bello canto a esos ríos que, como dices en tu último ver, sólo serán un sueño antiguo. Pero ahí quedarán para el recuerdo...

Besos

E. R. Aristy escribió:

Pilar Morte escribió:Hay ríos buscando cauces de tierra con escondidos
juncos de generoso verdor, y orillas que cruzan puentes erguidos.

Hay ríos que no pueden llegar al mar, al azul
que abraza los cuerpos cálidos,
al susurro de olas con acento de acordes.

Hay ríos que se secan y destierran sus alondras y gorriones,
ríos de secano, sin fuerza para rodar piedras que fondean
en su lecho.

Hay ríos que hablan y nadie los oye ni sienten
la palabra de sus aguas.
Hay manantiales que el río no vigila, te arrastran, te hunden
y zarandean tus vísceras.

Hay ríos interiores que guardamos como un lago inmóvil
donde las ranas croan y los peces se deslizan mudos,
esos ríos que no pueden abrirse a la tierra,
cuya casa es la oscuridad y fluyen hacia ellos mismos;
ríos que cantan, cascabelean al alma,
que detienen cristales de pureza,
rozan las yemas de los dedos,
y saben hundir el corazón en sus aguas,
ríos que no serán torrentes
ni riachuelos vivos,
que sólo serán un sueño antiguo.

Que belleza, Pilar! Todos estos ríos me han parecido las corrientes emocionales de nosotros, el riachuelo que quiere saber del mar. Un abrazo, ERA

Gracias, ERA. Me alegra sentirte cerca de mis versos
Abrazos
Pilar

Pilar Morte escribió:
Hay ríos , y orillas que cruzan puentes erguidos.

Hay ríos que no pueden llegar al mar,

Hay ríos que se secan

Hay ríos que hablan y nadie los oye

Hay manantiales que el río no vigila,

Hay ríos interiores que guardamos como un lago inmóvil

ríos que cantan, cascabelean al alma,

ni riachuelos vivos,
que sólo serán un sueño antiguo.

Pilar, hay tantos, tantos ríos pero ninguno tan hermoso como estos tuyos, llenos de belleza y lirismo.
Cada vez escribes y describes más bonito Pilar, me encanta. Y me gusta mucho ese final de riachuelos vivos.
Felicidades y un beso.

Luis M. Mariño escribió:

Pilar Morte escribió:
esos ríos que no pueden abrirse a la tierra,
cuya casa es la oscuridad y fluyen hacia ellos mismos;
ríos que cantan, cascabelean al alma,
que detienen cristales de pureza,
rozan las yemas de los dedos,
y saben hundir el corazón en sus aguas,
ríos que no serán torrentes
ni riachuelos vivos,
que sólo serán un sueño antiguo.

Hermosísimo poema, Pilar. Todo un placer de lectura. Un abrazo.

Gracias por acercarte a estos versos y dejar tu impresión
Besos y Feliz Navidad

Esos ríos, tus versos, fecundan el alma del lector, amiga, me ha gustado mucho, un abrazo, Pilar y Feliz Navidad.