Algo se acostumbra a la temperatura de tu sangre
Publicado: Sab, 12 Dic 2015 16:36
De tanto abrir el cielo
te vuelves infinito,
algo se acostumbra
a la temperatura de tu sangre,
algo se copia de tu pulso
y se hace luz clara
como brisa de estrella.
Yo no entiendo nada de abismos
ni de agujas ni engranajes
no entiendo las aristas que lastiman
ni la sombra que cercena,
sí entiendo la luz
que es sendero amanecido,
sí comprendo el brillo
rumboso de la arena
y la soledad
vasta y tranquila
y las piedras que tiritan
y la mar y su hidalguía
de su acallada espera.
A veces, de vez en cuando,
hay que sumergirse
entre algas y corales,
al raso himno de la luna,
y dejarle a los peces bien amados
algo de olvido,
algo de recuerdo
algo de quietud y de nostalgia,
sumergirlo a un tiempo
aceleradamente fallecido
y entonar la distancia de su grito
y gritar también
algo de silencio compartido
luego, despedirse ligeramente,
en ese instante abierto de infinito.
te vuelves infinito,
algo se acostumbra
a la temperatura de tu sangre,
algo se copia de tu pulso
y se hace luz clara
como brisa de estrella.
Yo no entiendo nada de abismos
ni de agujas ni engranajes
no entiendo las aristas que lastiman
ni la sombra que cercena,
sí entiendo la luz
que es sendero amanecido,
sí comprendo el brillo
rumboso de la arena
y la soledad
vasta y tranquila
y las piedras que tiritan
y la mar y su hidalguía
de su acallada espera.
A veces, de vez en cuando,
hay que sumergirse
entre algas y corales,
al raso himno de la luna,
y dejarle a los peces bien amados
algo de olvido,
algo de recuerdo
algo de quietud y de nostalgia,
sumergirlo a un tiempo
aceleradamente fallecido
y entonar la distancia de su grito
y gritar también
algo de silencio compartido
luego, despedirse ligeramente,
en ese instante abierto de infinito.