Editorial Alaire

A veces creo en tus zapatos negros más que en la noche
porque son una exclamación de ausencia
y se convierten en minutos en la enfermedad
de no saber cuantos relojes hay en la casa,
y así recorro los tiempos distintos de cada habitación
mirando los pies de las prostitutas,
que se enlodan en el turbio río de mi niñez.

¿ Y si las despedidas fueran
lo que son culebras para el desierto?
¿Y si las palabras que yo diga,
tigres, muerte,
atravesaran la caverna de la inexistencia
como un deshielo fugaz,
imperceptible deshielo de quimeras,
y el carrusel de lo improvisto
a su velocidad de títere, reclamara un destino de piedra?

Cuesta reconocer un orgasmo de hojas en blanco
entre lilas de ron
y otras flores de la pérdida,
cuesta medir con termómetro de silencios
la fiebre de una materia desorientada
y aceptar su promesa de atardeceres
o cambiarla por lunas de tintero.

Cuesta, sin tu sonrisa, no pisar las hormigas,
y quisiera preguntarte
por el hombre que dejaste atrás.
¿ Aún existe,
bebe lo mismo,
sigue siendo un fumador de primaveras?

Otro poema que deja el sabor triste de la pérdida y la nostalgia. Versos que llevan imágenes logradas
Besos
Pilar

Gran poema y grandes interrogantes que no pasan desapercibidas al lector.
Un placer leerte.
Abrazo

Marius Gabureanu escribió:A veces creo en tus zapatos negros más que en la noche
porque son una exclamación de ausencia
y se convierten en minutos en la enfermedad
de no saber cuantos relojes hay en la casa,
y así recorro los tiempos distintos de cada habitación
mirando los pies de las prostitutas,
que se enlodan en el turbio río de mi niñez.

¿ Y si las despedidas fueran
lo que son culebras para el desierto?
¿Y si las palabras que yo diga,
tigres, muerte,
atravesaran la caverna de la inexistencia
como un deshielo fugaz,
imperceptible deshielo de quimeras,
y el carrusel de lo improvisto
a su velocidad de títere, reclamara un destino de piedra?

Cuesta reconocer un orgasmo de hojas en blanco
entre lilas de ron
y otras flores de la perdida,
cuesta medir con termómetro de silencios
la fiebre de una materia desorientada
y aceptar su promesa de atardeceres
o cambiarla por lunas de tintero.

Cuesta, sin tu sonrisa, no pisar las hormigas,
y quisiera preguntarte
por el hombre que dejaste atrás.
¿ Aún existe,
bebe lo mismo,
sigue siendo un fumador de primaveras?

Otro poema magnífico Marius, todo el poema es magnífico pero, las dos últimas estrofas son extraordinarias;

cuesta medir con termómetro de silencios
la fiebre de una materia desorientada

Versos magníficos, llegadores, que muestran al poeta enorme que llevas dentro y que reconoce los gestos humanos en su propia humanidad. Siempre es un inmenso placer acercarse a lo tuyo, siempre me voy con las manos llenas y el gusto de la poesía en los labios.

Abrazos, querido amigo.

Carmen

Me ha entusiasmado Marius el poema, muy bello, original, un abrazo, amigo.

"Cuesta, sin tu sonrisa, no pisar las hormigas,
y quisiera preguntarte
por el hombre que dejaste atrás.
¿ Aún existe,
bebe lo mismo,
sigue siendo un fumador de primaveras?"


Duele tanto todo el poema; las habitaciones erizan su llanto turbio, acatan el silencio de las bisagras, destierran el prólogo de las quimeras.
Un gran trabajo; muchos, pero muchos, aplausos.

Adelante siempre, querido amigo.

Querido Marcus, me ha encantado es una verdadera maravillas, con versos que por ellos mismos son un monumento, de amor y mutilación.

Mil besos y mil gracias

Curra

Amigo Marius, ese rurrealismo que ocup a la intención de tus verso está abierto a la luz y al sentir
para que es imagen opaca de lo que nos rodea y envuelve haga su labor de compostura
y de imaginación.

un abrazo

Marius Gabureanu escribió:A veces creo en tus zapatos negros más que en la noche
porque son una exclamación de ausencia
y se convierten en minutos en la enfermedad
de no saber cuantos relojes hay en la casa,
y así recorro los tiempos distintos de cada habitación
mirando los pies de las prostitutas,
que se enlodan en el turbio río de mi niñez.

¿ Y si las despedidas fueran
lo que son culebras para el desierto?
¿Y si las palabras que yo diga,
tigres, muerte,
atravesaran la caverna de la inexistencia
como un deshielo fugaz,
imperceptible deshielo de quimeras,
y el carrusel de lo improvisto
a su velocidad de títere, reclamara un destino de piedra?

Cuesta reconocer un orgasmo de hojas en blanco
entre lilas de ron
y otras flores de la pérdida,
cuesta medir con termómetro de silencios
la fiebre de una materia desorientada
y aceptar su promesa de atardeceres
o cambiarla por lunas de tintero.

Cuesta, sin tu sonrisa, no pisar las hormigas,
y quisiera preguntarte
por el hombre que dejaste atrás.
¿ Aún existe,
bebe lo mismo,
sigue siendo un fumador de primaveras?

Desangrado poema, Marius. Logras con tus imágenes crear la desolación que habita y se mueve fantasmal en las habitaciones. La imagen de esos zapatos me conmueve hasta la medula. Cuando se acaba el nosotros del amor, nos quedamos mancos por un tiempo. Desolador! ERA

Un interesante poema con un derroche de la imaginación, donde las imágenes se despliegan generosas para acercarnos a la belleza y a la emoción. Mis aplausos.

Un saludo de amistad.
Óscar

Creas belleza de cada derrumbe interior, Marius.

Un poema emocionante y magnífico.

Abrazo fuerte.

Muy bello trabajo de Marius.

El dolor de la perdida traspasa todo el poema. Un lujo leerte.
Un abrazo.
Pepa