Editorial Alaire

Un poema hermoso y sobrecogedor, amigo Óscar y muy acertado cuando llegan esas últimas voluntades de la vida. Un placer y un abrazo muy fuerte.

Cada quien elije un último lugar en la vida

Los hombres se ubican, tarde o temprano,
en algún sitio de la vida,
desde donde podrán autodestruirse sin piedad,
oscuros y tensos y desdoblados
en trozos distintos que no armonizan entre sí,
en segmentos de seres que no se comprenden,
que no dialogan sino vociferan,
mientras en sus ciudades interiores,
en sus heroicas catedrales,
se arrastran día a día, con penuria,
sólo para pedir la extremaunción.


Excelente, amigo; en un breve magnífico nos traduces a todos. Y qué acierto para exponerlo, para descifrarlo, para abarcar los quiebros más íntimos.

Felicitaciones muchas y un abrazo fuerte, Óscar.

Manuel Alonso escribió:Un poema hermoso y sobrecogedor, amigo Óscar y muy acertado cuando llegan esas últimas voluntades de la vida. Un placer y un abrazo muy fuerte.

Gracias, Manuel, eres muy amable, amigo.

Te mando un abrazo.
Óscar

Es sumamente complejo armonizar esos fragmentos de existencia que somos.

Certero y brillante poema, Óscar. Te felicito.

Abrazos.

Óscar Distéfano escribió:Cada quien elije un último lugar en la vida

Los hombres se ubican, tarde o temprano,
en algún sitio de la vida,
desde donde podrán autodestruirse sin piedad,
oscuros y tensos y desdoblados
en trozos distintos que no armonizan entre sí,
en segmentos de seres que no se comprenden,
que no dialogan sino vociferan,
mientras en sus ciudades interiores,
en sus heroicas catedrales,
se arrastran día a día, con penuria,
sólo para pedir la extremaunción.

Es una escena desoladora, Oscar. ERA

Querido oscar, no hay nada mas cierto que lo que planteas, todos somos nuestro peor enemigo y es realmente complejo encontrar la formo de no auto destruirnos.

Mil besos y mil gracias

Curra

Manuel Alonso escribió:Un poema hermoso y sobrecogedor, amigo Óscar y muy acertado cuando llegan esas últimas voluntades de la vida. Un placer y un abrazo muy fuerte.

Gracias, Manuel. Celebro que tu sensibilidad estética haya aprobado este trabajo. Es muy estimulante tu comentario.

Gran abrazo.
Óscar

Versos profundamente existenciales. De esos poemas que calan hondo. Mi felicitación y un abrazo.

Un tema tratado muy originalmente en cuanto a sus metáforas y su ritmo moderno. Felicidades.
Abrazos.

Un poema que refleja una realidad aparente.
Me gusta el fondo del poema, lo que has querido expresar.
Un abrazo, Óscar.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Cada quien elije un último lugar en la vida

Los hombres se ubican, tarde o temprano,
en algún sitio de la vida,
desde donde podrán autodestruirse sin piedad,
oscuros y tensos y desdoblados
en trozos distintos que no armonizan entre sí,
en segmentos de seres que no se comprenden,
que no dialogan sino vociferan,
mientras en sus ciudades interiores,
en sus heroicas catedrales,
se arrastran día a día, con penuria,
sólo para pedir la extremaunción.


Excelente, amigo; en un breve magnífico nos traduces a todos. Y qué acierto para exponerlo, para descifrarlo, para abarcar los quiebros más íntimos.

Felicitaciones muchas y un abrazo fuerte, Óscar.

Gracias por esta positiva valoración. Es un honor recibir tu comentario.

Un abrazo.
Óscar

Demostrado queda que homo homini lupus. Nadie podrá escapar aunque compre un escondite.
La autodestrucción está en camino desde el big-bang y tu poema con tono certero y riguroso
lo predice, aunque no habrá nadie para dar la extremaunción, de la que no sabemos si hace falta.

Un poema demasiado definitivo, aunque la vida así lo impone.

Un abrazo

Rosa Marzal escribió:Es sumamente complejo armonizar esos fragmentos de existencia que somos.

Certero y brillante poema, Óscar. Te felicito.

Abrazos.

Gracias, Rosa, tu visita es un honor.

Un abrazo.
Óscar

E. R. Aristy escribió:

Óscar Distéfano escribió:Cada quien elije un último lugar en la vida

Los hombres se ubican, tarde o temprano,
en algún sitio de la vida,
desde donde podrán autodestruirse sin piedad,
oscuros y tensos y desdoblados
en trozos distintos que no armonizan entre sí,
en segmentos de seres que no se comprenden,
que no dialogan sino vociferan,
mientras en sus ciudades interiores,
en sus heroicas catedrales,
se arrastran día a día, con penuria,
sólo para pedir la extremaunción.

Es una escena desoladora, Oscar. ERA

Bueno, a veces, uno se siente así, amiga.

Un abrazo y gracias.
Óscar