Editorial Alaire

Miro la hiedra de los últimos acantilados,
el recuerdo que en medio de la plaza gotea y me salpica
año tras año, sin término ni orilla, sin fin.

Miro el aire que nace entre almendros,
ahora me reconoce, me llama por mi nombre,
y mis labios se ordenan rompiendo límites
mirando la perfección de un beso.

Miro quién soy,
entre sueños los gorriones se deshacen en música,
y vuelve la luz a resolver el aire
contra mi pelo, la mirada decisiva.

Miro la ortiga en ese jardín pálido,
la imagen en un espejo deshabitado,
un lirio con cara de niña; a punto de iniciar su primer vuelo.

Más allá de la estepa, más allá
de los bosques clausurados,
miro el sueño de que nada envejece del todo
porque nada existe totalmente,
mi mirada se prolonga donde nada empieza
porque todo existe eternamente.

Carmen Pla escribió:Miro la hiedra de los últimos acantilados,
el recuerdo que en medio de la plaza gotea y me salpica
año tras año, sin término ni orilla, sin fin.

Miro el aire que nace entre almendros,
ahora me reconoce, me llama por mi nombre,
y mis labios se ordenan rompiendo límites
mirando la perfección de un beso.

Miro quién soy,
entre sueños los gorriones se deshacen en música,
y vuelve la luz a resolver el aire
contra mi pelo, la mirada decisiva.

Miro la ortiga en ese jardín pálido,
la imagen en un espejo deshabitado,
un lirio con cara de niña; a punto de iniciar su primer vuelo.

Más allá de la estepa, más allá
de los bosques clausurados,
miro el sueño de que nada envejece del todo
porque nada existe totalmente,
mi mirada se prolonga donde nada empieza
porque todo existe eternamente.

Comparto, Carmen, estas miradas. Felicitaciones.
Salud.

[quote="Carmen Pla"]

Miro la hiedra de los últimos acantilados,
el recuerdo que en medio de la plaza gotea y me salpica
año tras año, sin término ni orilla, sin fin.

Miro el aire que nace entre almendros,
ahora me reconoce, me llama por mi nombre,
y mis labios se ordenan rompiendo límites
mirando la perfección de un beso.

Miro quién soy,
entre sueños los gorriones se deshacen en música,
y vuelve la luz a resolver el aire
contra mi pelo, la mirada decisiva.

Miro la ortiga en ese jardín pálido,
la imagen en un espejo deshabitado,
un lirio con cara de niña; a punto de iniciar su primer vuelo.

Más allá de la estepa, más allá
de los bosques clausurados,
miro el sueño de que nada envejece del todo
porque nada existe totalmente,
mi mirada se prolonga donde nada empieza
porque todo existe eternamente.[/quote]

Comparto yo también estas miradas, Carmen, son unas miradas diferentes y auténticas.
Un placer.
Abrazos.

Julio Gonzalez Alonso escribió:

Carmen Pla escribió:Miro la hiedra de los últimos acantilados,
el recuerdo que en medio de la plaza gotea y me salpica
año tras año, sin término ni orilla, sin fin.

Miro el aire que nace entre almendros,
ahora me reconoce, me llama por mi nombre,
y mis labios se ordenan rompiendo límites
mirando la perfección de un beso.

Miro quién soy,
entre sueños los gorriones se deshacen en música,
y vuelve la luz a resolver el aire
contra mi pelo, la mirada decisiva.

Miro la ortiga en ese jardín pálido,
la imagen en un espejo deshabitado,
un lirio con cara de niña; a punto de iniciar su primer vuelo.

Más allá de la estepa, más allá
de los bosques clausurados,
miro el sueño de que nada envejece del todo
porque nada existe totalmente,
mi mirada se prolonga donde nada empieza
porque todo existe eternamente.

Comparto, Carmen, estas miradas. Felicitaciones.
Salud.

Gracias Julio.
Saludos.

Marisa Peral escribió:

Carmen Pla escribió:
Miro la hiedra de los últimos acantilados,
el recuerdo que en medio de la plaza gotea y me salpica
año tras año, sin término ni orilla, sin fin.

Miro el aire que nace entre almendros,
ahora me reconoce, me llama por mi nombre,
y mis labios se ordenan rompiendo límites
mirando la perfección de un beso.

Miro quién soy,
entre sueños los gorriones se deshacen en música,
y vuelve la luz a resolver el aire
contra mi pelo, la mirada decisiva.

Miro la ortiga en ese jardín pálido,
la imagen en un espejo deshabitado,
un lirio con cara de niña; a punto de iniciar su primer vuelo.

Más allá de la estepa, más allá
de los bosques clausurados,
miro el sueño de que nada envejece del todo
porque nada existe totalmente,
mi mirada se prolonga donde nada empieza
porque todo existe eternamente.[/quote]

Comparto yo también estas miradas, Carmen, son unas miradas diferentes y auténticas.
Un placer.
Abrazos.

Gracias Marisa.
Un inmenso placer recibirte.
Abrazos.

Carmen, me ha gustado mucho el poema, la filosofía que se desprende de sus versos. Un placer
Besos
Pilar

Bella y profunda la mirada de tus versos amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Bellísimo, Carmen. Un poema de gran madurez y estéticamente perfecto.

Enhorabuena
Aplausos
Un beso
Ana

Querida Carmen, que maravilla de miradas, que inteligente exposición y que figura mas preciosa lo de no envejecer del todo.

Mil besos y mil gracias

Curra

Carmen,

me gusta mucho, amiga. Me gusta ese tono melancólico y exacto, la contemplación del jardín con los anteojos de lo eterno.

Un abrazo.

Me resulta un buen poema, de agradable lectura, pues la mirada es honda y empática. La estructura formal es impecable, muy aliñada.

Un abrazo, amiga.
Óscar

Pilar Morte escribió:Carmen, me ha gustado mucho el poema, la filosofía que se desprende de sus versos. Un placer
Besos
Pilar

Gracias Pilar.
Un gusto recibirte.
Besos.

Lunamar Solano escribió:Bella y profunda la mirada de tus versos amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Gracias Nancy,
Me alegra saber que te gustó.
Mi cariño también para ti.

Ana Muela Sopeña escribió:Bellísimo, Carmen. Un poema de gran madurez y estéticamente perfecto.

Enhorabuena
Aplausos
Un beso
Ana

Gracias por tus amables palabras.
Un beso, Ana.

curra anguiano escribió:Querida Carmen, que maravilla de miradas, que inteligente exposición y que figura mas preciosa lo de no envejecer del todo.

Mil besos y mil gracias

Curra

Gracias Curra

Me alegra mucho saber que te gustó.

Besos