Fracasos
Publicado: Sab, 21 Nov 2015 17:35
FRACASOS
del libro "Laberinto"
Hay en mi interior cosas dormidas,
cuando penosas tragedias quedaron asustadas
[casi al final de mis fracasos:
se trata del olor del silencio y
[ cenizas de antaño,
de escándalos de aquel polvo que no se
[ pudo lavar en la mañana,
de aquel beso que desapareció por
[ ausencia de caricias;
aguas y tormentas inclinadas al horizonte,
vinagre en los callejones y caminos de la casa,
del rincón desierto, inmóvil ante la mirada;
hormigueros cayendo sobre el pecho,
flores que no estaban en su sitio,
rompimiento de las promesas eternas.
A la deriva, recorrí toda mi vida, cuando la
[felicidad me ocultaron,
quedaron en las hojas del diario
[ impreso los fracasos:
todos los días estrellándose en los
[ ojos como pesadilla,
allá viene el invierno, sin pasar
[ por la primavera;
y caminé con los pies de barro todo
[ un medio siglo,
¡quién diría! Levanté las manos al cielo
[en busca del alivio de la fatiga;
siempre en medio, la pared de escasa nobleza,
difícil de escapar, de su terrible verdad.
Desearía beber desesperado un poco
[el licor de los labios del descanso .
¡Cuántas esperanzas de triunfo en el alma,
[cuando sus voces nunca llegaron!,
quedaron dormidas como premio
[ de los fracasos:
no son las manos, ni mente fuente de regalos,
son palabras caídas, apiladas
[ sin corona,
mal vestidas,
con lluvia de tristezas,
cantos contenidos,
fuego de tormentos recibidos
[ golpeando los sueños;
no es la estrella, ni la suerte
[ fuente de milagros,
son islas contenidas en el espacio,
perdidas en eterna angustia
rogando salir de su abandono.
del libro "Laberinto"
Hay en mi interior cosas dormidas,
cuando penosas tragedias quedaron asustadas
[casi al final de mis fracasos:
se trata del olor del silencio y
[ cenizas de antaño,
de escándalos de aquel polvo que no se
[ pudo lavar en la mañana,
de aquel beso que desapareció por
[ ausencia de caricias;
aguas y tormentas inclinadas al horizonte,
vinagre en los callejones y caminos de la casa,
del rincón desierto, inmóvil ante la mirada;
hormigueros cayendo sobre el pecho,
flores que no estaban en su sitio,
rompimiento de las promesas eternas.
A la deriva, recorrí toda mi vida, cuando la
[felicidad me ocultaron,
quedaron en las hojas del diario
[ impreso los fracasos:
todos los días estrellándose en los
[ ojos como pesadilla,
allá viene el invierno, sin pasar
[ por la primavera;
y caminé con los pies de barro todo
[ un medio siglo,
¡quién diría! Levanté las manos al cielo
[en busca del alivio de la fatiga;
siempre en medio, la pared de escasa nobleza,
difícil de escapar, de su terrible verdad.
Desearía beber desesperado un poco
[el licor de los labios del descanso .
¡Cuántas esperanzas de triunfo en el alma,
[cuando sus voces nunca llegaron!,
quedaron dormidas como premio
[ de los fracasos:
no son las manos, ni mente fuente de regalos,
son palabras caídas, apiladas
[ sin corona,
mal vestidas,
con lluvia de tristezas,
cantos contenidos,
fuego de tormentos recibidos
[ golpeando los sueños;
no es la estrella, ni la suerte
[ fuente de milagros,
son islas contenidas en el espacio,
perdidas en eterna angustia
rogando salir de su abandono.