Editorial Alaire

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Tigana has dejado un cuento muy hermoso. Con el sabor agridulce de la realidad. Has personificado en el niño deficiente, en el pobretón de Ducados, el conjunto de "fealdades" que nos cuesta mirar. Pero sabemos que son parte de nosotros, que podríamos ser ellos. Nuestra capacidad de reflexión no puede obviar nuestra responsabilidad, por el regalo poder dar.
La nana es el bálsamo que adoba el día a día; cuando llegamos por la noche y alguien nos acurruca, nos abraza, nos dice: Oye, todo está bien, mañana amanece igual, no tengas miedo. La nana es sentir que alguien te quiere. Qué bello el caliente de alguien está a tu lado de forma incondicional. Qué bellas las nanas. Mi abuela me cantaba muchas, frente al fuego de un hogar que nunca podré olvidar. Pero sé que hay gente que no ha tenido esa oportunidad, que ha sufrido. Por eso, yo hoy quiero cantar muchas nanas: a mis amigos, a mis hijos, a mi madre, a mi pareja.
Y qué bonita la nana que has compuesto, si no existe el tiempo yo creo que esta también me la cantó mi abuela para que me digan loco, para sentir la ternura de lo que no pudo ser un día.

En el estanco/estanque de mi tiempo, también habrá un cigarro para el que quiera compartir un instante, Fortuna/fortuna de aprender humanidad de personas como tú.
Fantástico reto. Mi enhorabuena.

Un beso.

Armilo Brotón escribió:Tigana has dejado un cuento muy hermoso. Con el sabor agridulce de la realidad. Has personificado en el niño deficiente, en el pobretón de Ducados, el conjunto de "fealdades" que nos cuesta mirar. Pero sabemos que son parte de nosotros, que podríamos ser ellos. Nuestra capacidad de reflexión no puede obviar nuestra responsabilidad, por el regalo poder dar.
La nana es el bálsamo que adoba el día a día; cuando llegamos por la noche y alguien nos acurruca, nos abraza, nos dice: Oye, todo está bien, mañana amanece igual, no tengas miedo. La nana es sentir que alguien te quiere. Qué bello el caliente de alguien está a tu lado de forma incondicional. Qué bellas las nanas. Mi abuela me cantaba muchas, frente al fuego de un hogar que nunca podré olvidar. Pero sé que hay gente que no ha tenido esa oportunidad, que ha sufrido. Por eso, yo hoy quiero cantar muchas nanas: a mis amigos, a mis hijos, a mi madre, a mi pareja.
Y qué bonita la nana que has compuesto, si no existe el tiempo yo creo que esta también me la cantó mi abuela para que me digan loco, para sentir la ternura de lo que no pudo ser un día.

En el estanco/estanque de mi tiempo, también habrá un cigarro para el que quiera compartir un instante, Fortuna/fortuna de aprender humanidad de personas como tú.
Fantástico reto. Mi enhorabuena.

Un beso.

Tús comentarios son poemas, Miguel. Por eso me gustan tanto. Redondean mis temas y suben enteros.
La fealdad, la deficiencia, la pobreza es algo que no gusta. Forma parte de la cruz social y no le damos la cara. Preferimos mirar hacia otro lado.
He jugado con las palabras que apuntas para acompañar a ese cigarro tuyo. Buena lectura Armilo.
Y la nana era para ablandarte, sé que te gustan tanto como la copla. Armas de mujer para intentar ganar el reto, que contigo tengo que emplearme a fondo. Pero esta vez ha salido el Cardenal y me has dejado KO.
Gracias por este maravilloso reto, sigo emocionada con tu poema.
Un besazo.