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El hijo del panadero

Publicado: Jue, 19 Nov 2015 10:57
por Maria Pilar Gonzalo
Cuando la luna es una mirilla en el horizonte quemado, miles de estrellas nos recuerdan con su fulgor que el infinito mora demasiado lejos. Así se encuentra mi amada, a miles de años y vidas de distancia de mi corazón.

Mi vida transcurre feliz entre fogones, amas que gritan con los mandiles llenos de sangre aún fresca de los corderos matados para el festín, farina entre mis dedos henchidos, gallinas que huyen con el ruido de las espadas y frailes con una fe ciega en el tinto de nuestras tinajas.

Soy un pobre converso por amor.

Por amor a mi señora cruzaría Jerusalén de nuevo si me lo pidiera, mas ella no sabe que existo, solo soy el sirviente que delira por uno solo de sus deseos. Caigo entre sus brazos cada noche enfebrecido hasta el deliquio pensando en que la ternura de sus labios amasó el dulce de calabaza que mezclé con mis propias manos.

Soy aquel que entre el abrasador fuego de la tahona aprieta quimeras con miel y azafrán vestidas de hilo de oro. Soy un pobre cantarero que anhela el agua tibia de su corazón.


Una sombra viene a posarse en mi frente. Malas noticias para mi tronchado corazón.

Mi amada, mi tierno pajarillo va a ser entregada a un hombre que apenas conoce. Sus manos de seda tiemblan a cada momento y yo entregado a su lamento, solo espero el repicar de esas campanas que son punzadas certeras en mi alma.

¿Acaso existe un lugar dónde huir?

Desearía cruzar el desierto, expirar entre tormentas de arena que abofetearan mi rostro cuarteado y vencido antes que dejarla partir sin haber rozado sus cabellos elevados, sin que su dulce talle de amapola se hubiera trenzado junto al mío, sin que el aroma del almizcle y el cardamomo que abandona su cuerpo en destellos de pureza hubiera suspirado entre mis brazos de perdido enamorado.

Una sombra viene a posarse en mi frente. No hay noche que no anhele su risa de cascabel, la cadencia de sus diminutos pasos, el lapislázuli de sus diáfanas y tiernas cuencas, la blancura de su ser…

Una sombra viene a posarse en mi frente y solo tengo una humilde hogaza de pan que ofrecerle…

Re: El hijo del panadero

Publicado: Jue, 19 Nov 2015 14:59
por Hallie Hernández Alfaro
Bellísimo, María Pilar. Cada línea supera sus propias y líricas expectativas. Una melodía inteligente, valerosa y plena de fecunda inspiración lo cubre todo.

Felicitaciones y un abrazo enorme. Gracias por compartir.

Re: El hijo del panadero

Publicado: Jue, 19 Nov 2015 19:56
por Carmen López
Maria Pilar Gonzalo escribió:Cuando la luna es una mirilla en el horizonte quemado, miles de estrellas nos recuerdan con su fulgor, que el infinito mora demasiado lejos. Así se encuentra mi amada, a miles de años y vidas de distancia de mi corazón.

Mi vida transcurre feliz entre fogones, amas que gritan con los mandiles llenos de sangre aún fresca de los corderos matados para el festín, farina entre mis dedos henchidos, gallinas que huyen con el ruido de las espadas y frailes con una fe ciega en el tinto de nuestras tinajas.

Soy un pobre converso por amor.

Por amor a mi señora cruzaría Jerusalén de nuevo si me lo pidiera, mas ella no sabe que existo, solo soy el sirviente que delira por uno solo de sus deseos. Caigo entre sus brazos cada noche, enfebrecido hasta el deliquio pensando en que la ternura de sus labios amasó el dulce de calabaza que mezclé con mis propias manos.

Soy aquel que entre el abrasador fuego de la tahona aprieta quimeras con miel y azafrán vestidas de hilo de oro. Soy un pobre cantarero que anhela el agua tibia de su corazón.


Una sombra viene a posarse en mi frente. Malas noticias para mi tronchado corazón.

Mi amada, mi tierno pajarillo va a ser entregada a un hombre que apenas conoce. Sus manos de seda tiemblan a cada momento, y yo entregado a su lamento, solo espero el repicar de esas campanas, que son punzadas certeras en mi alma.

¿Acaso existe un lugar dónde huir?

Desearía cruzar el desierto, expirar entre tormentas de arena que abofetearan mi rostro cuarteado y vencido, antes que dejarla partir sin haber rozado sus cabellos elevados, sin que su dulce talle de amapola se hubiera trenzado junto al mío, sin que el aroma del almizcle y el cardamomo que abandona su cuerpo en destellos de pureza, hubiera suspirado entre mis brazos de perdido enamorado.

Una sombra viene a posarse en mi frente. No hay noche que no anhele su risa de cascabel, la cadencia de sus diminutos pasos, el lapislázuli de sus diáfanas y tiernas cuencas, la blancura de su ser…

Una sombra viene a posarse en mi frente y solo tengo una hogaza de pan que ofrecerle…

Es un texto exquisito, Mª Pilar, lleva en su haber olor a harina, a pan recién horneado, lleva mendrugos de ternura, migajas de amor en los labios y un amasado especial de dulzura. El pan sin duda es un alimento especial y a veces…da la vida, así que tu protagonista a pesar de ser de humilde cuna, tiene todo lo necesario para ser… Espero, que tu princesa se dé cuenta. Me gustó mucho el texto, lo disfruté.
Un abrazo grande.

Carmen

Re: El hijo del panadero

Publicado: Sab, 21 Nov 2015 1:47
por Maria Pilar Gonzalo
Hallie Hernández Alfaro escribió:Bellísimo, María Pilar. Cada línea supera sus propias y líricas expectativas. Una melodía inteligente, valerosa y plena de fecunda inspiración lo cubre todo.

Felicitaciones y un abrazo enorme. Gracias por compartir.
Muchas gracias, Hallie.

Siempre tan generosa y tan pendiente de todo lo que publicamos.

Es precioso encontrarte siempre con tanta ilusión.

Otro abrazo igual de grande.

Re: El hijo del panadero

Publicado: Sab, 21 Nov 2015 1:52
por Maria Pilar Gonzalo
Carmen López escribió:
Maria Pilar Gonzalo escribió:Cuando la luna es una mirilla en el horizonte quemado, miles de estrellas nos recuerdan con su fulgor, que el infinito mora demasiado lejos. Así se encuentra mi amada, a miles de años y vidas de distancia de mi corazón.

Mi vida transcurre feliz entre fogones, amas que gritan con los mandiles llenos de sangre aún fresca de los corderos matados para el festín, farina entre mis dedos henchidos, gallinas que huyen con el ruido de las espadas y frailes con una fe ciega en el tinto de nuestras tinajas.

Soy un pobre converso por amor.

Por amor a mi señora cruzaría Jerusalén de nuevo si me lo pidiera, mas ella no sabe que existo, solo soy el sirviente que delira por uno solo de sus deseos. Caigo entre sus brazos cada noche, enfebrecido hasta el deliquio pensando en que la ternura de sus labios amasó el dulce de calabaza que mezclé con mis propias manos.

Soy aquel que entre el abrasador fuego de la tahona aprieta quimeras con miel y azafrán vestidas de hilo de oro. Soy un pobre cantarero que anhela el agua tibia de su corazón.


Una sombra viene a posarse en mi frente. Malas noticias para mi tronchado corazón.

Mi amada, mi tierno pajarillo va a ser entregada a un hombre que apenas conoce. Sus manos de seda tiemblan a cada momento, y yo entregado a su lamento, solo espero el repicar de esas campanas, que son punzadas certeras en mi alma.

¿Acaso existe un lugar dónde huir?

Desearía cruzar el desierto, expirar entre tormentas de arena que abofetearan mi rostro cuarteado y vencido, antes que dejarla partir sin haber rozado sus cabellos elevados, sin que su dulce talle de amapola se hubiera trenzado junto al mío, sin que el aroma del almizcle y el cardamomo que abandona su cuerpo en destellos de pureza, hubiera suspirado entre mis brazos de perdido enamorado.

Una sombra viene a posarse en mi frente. No hay noche que no anhele su risa de cascabel, la cadencia de sus diminutos pasos, el lapislázuli de sus diáfanas y tiernas cuencas, la blancura de su ser…

Una sombra viene a posarse en mi frente y solo tengo una hogaza de pan que ofrecerle…

Es un texto exquisito, Mª Pilar, lleva en su haber olor a harina, a pan recién horneado, lleva mendrugos de ternura, migajas de amor en los labios y un amasado especial de dulzura. El pan sin duda es un alimento especial y a veces…da la vida, así que tu protagonista a pesar de ser de humilde cuna, tiene todo lo necesario para ser… Espero, que tu princesa se dé cuenta. Me gustó mucho el texto, lo disfruté.
Un abrazo grande.

Carmen
Muchas gracias Carmen.

Es un placer contar con tu lectura y comentario. Admiro mucho tus letras y me siento feliz de que te hay gustado este pequeño trabajo.

Abrazos.