Editorial Alaire

Sus ojos me deslumbraron
como si un sentimiento obsesivo
tocara las fibras de mi ser,
los vastos espacios
donde confluía determinante
la forma invadida
en esas oscuras profundidades.

Me lo recordó la luz
la vanidad de la vida
la fragilidad de la carne.

Creciendo en la tierra
hubiera alcanzado los años
tirando de mi,
sintiendo las alas de un halcón
arrebatándome desde el cielo.

Sus ojos fueron tan míos
como sus gotas emanando lágrimas,
la luna cobrando vida con su espectro
de algo entrevisto, así era su hechizo
donde volvería a vivir su belleza,
con un poder de justicia que la risa alborotara
de tanto miedo al silencio.

Regresando,
apartando mis montañas
en fragmentos de aire primaveral.

Llamarnos locos por oír y entender
la liviana brisa juguetona de la verdad,
cada vez que la mirada encontrara su bajel
surcando el mar profundo.

Descubrir la travesía
acercando las palabras,
mirar las olas
abrir los brazos,
y entregar al sueño
un atisbo de su sombra.

Preciosa esta conjuración lírica del recuerdo.

Atrapa la brillante nostalgia de las palabras.

Un bico.

Un poema exquisito de imágenes cautivadoras, se intuye poesía a raudales floreciendo en lo espontáneo. Te felicito.
Abrazos.

Me ha gustado mucho este recordatorio, la mirada que se clavó en ti y su recuerdo nostálgico. Precioso poema
Besos
Pilar

Carmen Pla escribió:Sus ojos me deslumbraron
como si un sentimiento obsesivo
tocara las fibras de mi ser,
los vastos espacios
donde confluía determinante
la forma invadida
en esas oscuras profundidades.

Me lo recordó la luz
la vanidad de la vida
la fragilidad de la carne.

Creciendo en la tierra
hubiera alcanzado los años
tirando de mi,
sintiendo las alas de un halcón
arrebatándome desde el cielo.

Sus ojos fueron tan míos
como sus gotas emanando lágrimas,
la luna cobrando vida con su espectro
de algo entrevisto, así era su hechizo
donde volvería a vivir su belleza,
con un poder de justicia que la risa alborotara
de tanto miedo al silencio.

Regresando,
apartando mis montañas
en fragmentos de aire primaveral.

Llamarnos locos por oír y entender
la liviana brisa juguetona de la verdad,
cada vez que la mirada encontrara su bajel
surcando el mar profundo.

Descubrir la travesía
acercando las palabras,
mirar las olas
abrir los brazos,
y entregar al sueño
un atisbo de su sombra.

Maravilloso poema, Carmen, maravilloso. ERA

J. J. M. Ferreiro escribió:Preciosa esta conjuración lírica del recuerdo.

Atrapa la brillante nostalgia de las palabras.

Un bico.

Gracias, me alegra que te guste.
Beso.

Alfonso Alfaro escribió:Un poema exquisito de imágenes cautivadoras, se intuye poesía a raudales floreciendo en lo espontáneo. Te felicito.
Abrazos.

Gracias por la motivación de tus palabras.
Abrazo.

Carmen Pla escribió:
Me lo recordó la luz
la vanidad de la vida
la fragilidad de la carne.

**
.

Íntimo, nostálgico y tierno. Me encantan estos tres versos; una joya en medio de un buen poema. Felicitaciones.
Salud.

Pilar Morte escribió:Me ha gustado mucho este recordatorio, la mirada que se clavó en ti y su recuerdo nostálgico. Precioso poema
Besos
Pilar

Gracias Pilar.
Muy agradecida por tus palabras.
Besos.

Un estupendo poema que se adentra en el sentir y circunstancias de la poeta que hay en ti, amiga.
Reconstituyentes versos para una satisfactoria lectura.

un abrazo

Un poema de amor lleno de bellas imágenes amiga, un placer y un abrazo, Carmen.

Precioso, Carmen. Coincido con Julio en esos tres versos notables.

Enhorabuena y gracias por compartir.

Abrazos.

E. R. Aristy escribió:

Carmen Pla escribió:Sus ojos me deslumbraron
como si un sentimiento obsesivo
tocara las fibras de mi ser,
los vastos espacios
donde confluía determinante
la forma invadida
en esas oscuras profundidades.

Me lo recordó la luz
la vanidad de la vida
la fragilidad de la carne.

Creciendo en la tierra
hubiera alcanzado los años
tirando de mi,
sintiendo las alas de un halcón
arrebatándome desde el cielo.

Sus ojos fueron tan míos
como sus gotas emanando lágrimas,
la luna cobrando vida con su espectro
de algo entrevisto, así era su hechizo
donde volvería a vivir su belleza,
con un poder de justicia que la risa alborotara
de tanto miedo al silencio.

Regresando,
apartando mis montañas
en fragmentos de aire primaveral.

Llamarnos locos por oír y entender
la liviana brisa juguetona de la verdad,
cada vez que la mirada encontrara su bajel
surcando el mar profundo.

Descubrir la travesía
acercando las palabras,
mirar las olas
abrir los brazos,
y entregar al sueño
un atisbo de su sombra.

Maravilloso poema, Carmen, maravilloso. ERA

Gracias ERA.
Un gran abrazo.

Bellísimo poema, Carmen. Cada vez escribes mejor. Un abrazo.