Editorial Alaire

Alberto Madariaga escribió:
Allá, donde aterrizan
los sueños y las barcas,
allá donde se erizan
los Valles, las comarcas

y toda la promesa
de un sueño de Verano,
quisiera como ilesa
acaso anclar la mano.

Se fue la escarcha muda
que tuvo mi delirio
y la verdad desnuda
surgió como martirio

de hastío y de renuncia,
de gozo y de tormenta.
Infancia que pronuncia
su muerte más violenta.

Del hombre ¿Qué ha quedado?
¡Pitayas y sandías!
Un soplo sosegado
de aquellos leves días

envueltos en ceguera,
entre milonga y fuego,
en falsa primavera
vuelta un otoño ciego.

¡Quiero llorar ahora
frente al reloj viviente,
cuando una tenue aurora
me arrastra a la corriente!

Después: que el cielo diga.
Es mi pesar profundo
y no hay mentira amiga
que oculte a todo el mundo

mi carne despoblada
de risa y de verbena.
Porque esta dentellada
es pues de ausencia y pena.

Alberto Madariaga
(2015)
para "La Patria Chica"

Alberto Madariaga escribió:Allá, donde aterrizan
los sueños y las barcas,
allá donde se erizan
los Valles, las comarcas

y toda la promesa
de un sueño de Verano,
quisiera como ilesa
acaso anclar la mano.

Se fue la escarcha muda
que tuvo mi delirio
y la verdad desnuda
surgió como martirio

de hastío y de renuncia,
de gozo y de tormenta.
Infancia que pronuncia
su muerte más violenta.

Del hombre ¿Qué ha quedado?
¡Pitayas y sandías!
Un soplo sosegado
de aquellos leves días

envueltos en ceguera,
entre milonga y fuego,
en falsa primavera
vuelta un otoño ciego.

¡Quiero llorar ahora
frente al reloj viviente,
cuando una tenue aurora
me arrastra a la corriente!

Después: que el cielo diga.
Es mi pesar profundo
y no hay mentira amiga
que oculte a todo el mundo

mi carne despoblada
de risa y de verbena.
Porque esta dentellada
es pues de ausencia y pena.

Alberto Madariaga
(2015)
para "La Patria Chica"