Editorial Alaire

El ritmo de la soledad



Mi sombra no es mi sombra
soy yo en gotas del tiempo,
la voz del destino colgado en el polvo
en gritos de frío ahorcando los pasos;
los pasos de arena impacientes
después de hacer morir la playa
cubierta de labios irresistibles, de viento
y agua, herida.

Es el olvido que despierta en la noche
que respira los rincones de lo que no existe,
que habla del fondo de los mares antiguos
arrasando los demonios de los días largos;
de los días largos que descienden desde el cuello,
de la carne de los recuerdos
que beben las páginas blancas,
hasta los pies de la vida en ruinas.

Y apaga los rencores y miedos,
huye de la luz del mundo vacío,
de las paredes de las casas de sangre,
de la hoguera de las horas;
de las horas en guerra de estrellas y soles
aullando los ecos de las brasas mudas,
el ritmo de la soledad invisible
y el futuro que sigue siendo muerte.

La soledad es dura pero no nos lleva irremediablemente a la muerte.
Un abrazo desde la compañía del foro
Pilar

Es el olvido que despierta en la noche
que respira los rincones de lo que no existe,
que habla del fondo de los mares antiguos
arrasando los demonios de los días largos;
de los días largos que descienden desde el cuello,
de la carne de los recuerdos
que beben las páginas blancas,
hasta los pies de la vida en ruinas.

Un hermoso poema de sombras amigo querido. La palabra se come al olvido.

Dejo mi abrazo en esta tarde de jueves

Amigos

Un pequeño cambio

gracias por leer el poema

Un abrazo fuerte

Ricardo Serna G escribió:

El ritmo de la soledad



Mi sombra no es mi sombra
soy yo en gotas del tiempo,
la voz del destino colgado en el polvo
en gritos de frío ahorcando los pasos;
los pasos de arena impacientes
después de hacer morir la playa
cubierta de labios irresistibles, de viento
y agua, herida.

Es el olvido que despierta en la noche
que respira los rincones de lo que no existe,
que habla del fondo de los mares antiguos
arrasando los demonios de los días largos;
de los días largos que descienden desde el cuello,
de la carne de los recuerdos
que beben las páginas blancas,
hasta los pies de la vida en ruinas.

Y apaga los rencores y miedos,
huye de la luz del mundo vacío,
de las paredes de las casas de sangre,
de la hoguera de las horas;
de las horas en guerra de estrellas y soles
aullando los ecos de las brasas mudas,
el ritmo de la soledad invisible
y el futuro que sigue siendo muerte.

Hola Ricardo, unas bonitas imágenes para hacernos entender, o hacernos entrar directamente a ese ritmo de la soledad. La soledad como causa o detonante de la misma muerte. Me ha gustado leerte, y degustar reflexiones que llegan sabias.

Un saludo.

Pilar escribió:La soledad es dura pero no nos lleva irremediablemente a la muerte.
Un abrazo desde la compañía del foro
Pilar

Gracias , querida amiga

por tu visita y comentario


Un beso fuerte

Just Gafar escribió:Es el olvido que despierta en la noche
que respira los rincones de lo que no existe,
que habla del fondo de los mares antiguos
arrasando los demonios de los días largos;
de los días largos que descienden desde el cuello,
de la carne de los recuerdos
que beben las páginas blancas,
hasta los pies de la vida en ruinas.

Un hermoso poema de sombras amigo querido. La palabra se come al olvido.

Dejo mi abrazo en esta tarde de jueves

Gracias, compañero

por estar y entregar tu aprecio

Un abrazo fuerte

Elisa Berna Martínez escribió:

Ricardo Serna G escribió:

El ritmo de la soledad



Mi sombra no es mi sombra
soy yo en gotas del tiempo,
la voz del destino colgado en el polvo
en gritos de frío ahorcando los pasos;
los pasos de arena impacientes
después de hacer morir la playa
cubierta de labios irresistibles, de viento
y agua, herida.

Es el olvido que despierta en la noche
que respira los rincones de lo que no existe,
que habla del fondo de los mares antiguos
arrasando los demonios de los días largos;
de los días largos que descienden desde el cuello,
de la carne de los recuerdos
que beben las páginas blancas,
hasta los pies de la vida en ruinas.

Y apaga los rencores y miedos,
huye de la luz del mundo vacío,
de las paredes de las casas de sangre,
de la hoguera de las horas;
de las horas en guerra de estrellas y soles
aullando los ecos de las brasas mudas,
el ritmo de la soledad invisible
y el futuro que sigue siendo muerte.

Hola Ricardo, unas bonitas imágenes para hacernos entender, o hacernos entrar directamente a ese ritmo de la soledad. La soledad como causa o detonante de la misma muerte. Me ha gustado leerte, y degustar reflexiones que llegan sabias.

Un saludo.

gracias, amiga

por tu compañía y comentario

Un abrazo fuerte

Mano maestra y final inquietante, verdadero. Los antiguos nos mintieron: el amor no vence a la muerte.

Hasta pronto.

Alberto Batania escribió:Mano maestra y final inquietante, verdadero. Los antiguos nos mintieron: el amor no vence a la muerte.

Hasta pronto.

Gracias por tu visita y comentario


Un abrazo fuerte, querido amigo

que habla del fondo de los mares antiguos
arrasando los demonios de los días largos;
de los días largos que descienden desde el cuello,
de la carne de los recuerdos
que beben las páginas blancas,
hasta los pies de la vida en ruinas.

Un poema ciertamente duro, Ricardo, pero repleto de bellísimas imágenes.
Con tales recursos un maestro se puede permitir hablar de lo que quiera (por muy áspero que se trate) y además transmitir.

Un abrazo.



.

Muy bueno tu poema, admirado Ricardo... quizás debería decir excelente. Tu alma destila arte y tus manos lo guían con maestría... no me extrañaría que el dibujo que adjuntas fuera también tuyo. De todas formas, palabra y dibujo se complementan a la perfección.
Un saludo amigo.
J. Manuel

Víctor Vergara Valencia escribió:

que habla del fondo de los mares antiguos
arrasando los demonios de los días largos;
de los días largos que descienden desde el cuello,
de la carne de los recuerdos
que beben las páginas blancas,
hasta los pies de la vida en ruinas.

Un poema ciertamente duro, Ricardo, pero repleto de bellísimas imágenes.
Con tales recursos un maestro se puede permitir hablar de lo que quiera (por muy áspero que se trate) y además transmitir.

Un abrazo.



.

gracias, querido amigo

Un abrazo fuerte

Ricardo: soy yo en gotas del tiempo. muy lindo verso y el poema en general .
saludos
javier

José Manuel Sáiz escribió:Muy bueno tu poema, admirado Ricardo... quizás debería decir excelente. Tu alma destila arte y tus manos lo guían con maestría... no me extrañaría que el dibujo que adjuntas fuera también tuyo. De todas formas, palabra y dibujo se complementan a la perfección.
Un saludo amigo.
J. Manuel

Gracias, querido amigo


Un abrazo fuerte