Editorial Alaire

La sólida parafina conforma el holograma de un esqueleto.
Un mandamiento líquido sostiene la cavidad nasal de Dios
a la cuenca de la Nada cavada en el vacío de la razón.

El pentagrama del silencio pliega pájaros de alambre.
La baba espesa de un niño en descomposición arde
en el vientre de Dios convertido en sofoco maternal.

Los ácidos evaporan el vuelo de los ojos deshechos.
Unos dientes de leche nievan la pizarra gaseosa.
Y en la nebulosa blanca fermenta el embrión
atrapado en la figura de la Nada.

Un ojo retuerce rodillas en triángulos equiláteros;
las manos líquidas calcifican los pies de barro
de un dragón que piensa la evaporación del fuego.
La mirada de Dios oculta en la iglesia del cieno
vierte sus lágrimas ovaladas y fecunda paramecios,
operando a riesgo de ser invisible para el hombre.

El ojo del dolor mide poco menos que un milímetro
y busca la cuadratura de la ostia sagrada en la sin razón
de un padre arrinconado en el vértice de la mirada.

El llanto blanco
de la calavera
olvidada,
es Dios: la ausencia retorciendo pájaros sin geometría
ni razón.

El silencio azul
de las lágrimas
rememoradas,
es un niño: el dolor articulado al silencio líquido
que busca su geometría en la palabra.

El texto abunda de metáforas casi imposibles y la lectura se abre paso por lo intrincado de tus versos, Raúl; pero no te despistas del tema central, la idea casi obsesiva de un Dios en la mente infantil que él sólamente puede alcanzar a comprenderlo y en cuya mirada puede sólo tener cabida. Volveré sobre tu poema, ya que de su densidad se desprenden en cada mirada diferentes aspectos imperceptibles en una primera lectura.

Estás muy activo y en una ebullición creadora que, francamente, promete mucho. Un abrazo.
Salud.

Raúl, me ha gustado mucho, un abrazo amigo.

Escribes muy bien pero hay que detenerse en los versos para absorber el saber que entrañan. Me gustó leerte
Besos
Pilar

La metáfora casi inverosimil camina a velocidad lingüística por la idea de una niñez pormenorizada
con el título del poema exuberante.
un abrazo

La imaginería casi pirotécnica de las metáforas sostiene firmemente la idea del poema. Como dice Julio, un trabajo para releer y explorar detenidamente. Un gusto venir.
Un abrazo.
Pepa

Una lectura de imágenes dolorosas, que en su arista amarga enraiza con todo el bagaje acerbo del lector.

Impactante toque sufrealista.

Mi abrazo. Mitsy

Tu obra me ha hecho recordar algunos de los lugares que he visitado en Basílicas, ciertas catacumbas, lugares de sanamiento tradicionales etc. Allí hay una grutas, estancias y espacios llenos de exvotos. Algunos lugares más bien parecen el escenario para una película de terror de Darío Argento, él mismo parece un zombi.
Todo un escenario con matices surrealistas que arrullan a la palabra/oráculo. Yo creo que para que impusiera más respeto generando un escenario de autosugestión.
Estas cosas me han sugerido tus versos.

Un abrazo.

Raul


Calidad a la vista


tema y versos


te felicito



Un abrazo fuerte, amigo

Todo un despliegue de imaginación, un poema que pasa de los limites del pensamiento... y no puedo explicar la sensación que produjo en mí, creo que fue miedo, miedo de mí mismo, miedo de no saber quienes somos o saber más de lo que la conciencia puede aguantar. Un gran poema. Recibe mis abrazos y felicitaciones sinceras, Raúl.

Hay tantas imágenes vibrantes, sugestivas...nos invitas a pasear tu sensible profundidad querido amigo...son ventanas tus versos...gracias por dejarnos entrar en tu mirada...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Raul Muñoz escribió:La sólida parafina conforma el holograma de un esqueleto.
Un mandamiento líquido sostiene la cavidad nasal de Dios
a la cuenca de la Nada cavada en el vacío de la razón.

El pentagrama del silencio pliega pájaros de alambre.
La baba espesa de un niño en descomposición arde
en el vientre de Dios convertido en sofoco maternal.

Los ácidos evaporan el vuelo de los ojos deshechos.
Unos dientes de leche nievan la pizarra gaseosa.
Y en la nebulosa blanca fermenta el embrión
atrapado en la figura de la Nada.

Un ojo retuerce rodillas en triángulos equiláteros;
las manos líquidas calcifican los pies de barro
de un dragón que piensa la evaporación del fuego.
La mirada de Dios oculta en la iglesia del cieno
vierte sus lágrimas ovaladas y fecunda paramecios,
operando a riesgo de ser invisible para el hombre.

El ojo del dolor mide poco menos que un milímetro
y busca la cuadratura de la ostia sagrada en la sin razón
de un padre arrinconado en el vértice de la mirada.

El llanto blanco
de la calavera
olvidada,
es Dios: la ausencia retorciendo pájaros sin geometría
ni razón.

El silencio azul
de las lágrimas
rememoradas,
es un niño: el dolor articulado al silencio líquido
que busca su geometría en la palabra.

Es un poema bizarro, dice mucho, y oculta aun mas en sus catacumbas. Un placer leerte, Raúl, ERA

Julio Gonzalez Alonso escribió:El texto abunda de metáforas casi imposibles y la lectura se abre paso por lo intrincado de tus versos, Raúl; pero no te despistas del tema central, la idea casi obsesiva de un Dios en la mente infantil que él sólamente puede alcanzar a comprenderlo y en cuya mirada puede sólo tener cabida. Volveré sobre tu poema, ya que de su densidad se desprenden en cada mirada diferentes aspectos imperceptibles en una primera lectura.

Estás muy activo y en una ebullición creadora que, francamente, promete mucho. Un abrazo.
Salud.

Muchas gracias Julio por dejar tu huella, amigo. Sí que es cierto que surge el poema de un imaginario infantil. Todo son elementos simbólicos de mi infancia; aunque yo mismo no sé hacia donde me llevan. Seguiremos con las búsquedas. Para mí es muy gratificante ver que a otros les puede resultar de interés, sobre todo si los poemas se vuelven tan herméticos.

Con mi cariño y admiración, siempre

Un fuerte abrazo.

Manuel Alonso escribió:Raúl, me ha gustado mucho, un abrazo amigo.

Gracias Manuel, amigo. Siempre es un placer encontrarte entre mis letras.

Un fuerte abrazo.

Pilar Morte escribió:Escribes muy bien pero hay que detenerse en los versos para absorber el saber que entrañan. Me gustó leerte
Besos
Pilar

La verdad es que es muy hermético, pero en eso estoy trabajando; en un repliegue sobre mí mismo. Muchas gracias Pilar, siempre es un placer encontrarte entre mis cosas.

Un abrazo, amiga.