
Cuando tú no estás…dueño es el silencio
y las sombras invaden mi recinto
y no quiero mirar ya que presencio
un extraño y odioso laberinto
sin caminos, sin rutas, sin salidas,
hasta el aire me trae la tristeza,
tanto noto, mi amor, tus despedidas
que hasta siento morir mi fortaleza.
Y es que eres ya parte de mi alma
y tu ausencia el latido paraliza,
sólo encuentro el placer y hasta la calma
si la unión de los dos se realiza.
Si no estás...es estar en un desierto,
es estar sin vivir, ¡es estar muerto.!