La despedida de H.
Publicado: Vie, 06 Nov 2015 13:26
H. está sentado en un banco
enfrente del edificio que contruyó hace 40 años
está despidiéndose de su obra
el edificio es alegre y ríe
mientras el llora
parejas jovenes, hombres encorbatados
y mujeres preciosas
entran y salen
como en las peliculas de woody allen
hablan como locos, hacen mil cosas
gesticulan, se paran
y luego siguen sus caminos en todas direcciones
pero H. vive en una película de Bergman
está cansado de todo
se hace preguntas sin respuesta
sueña todas las noches
con un funeral en el edificio
siempre está ahí dentro
caminando por los pasillos
habla con su esposa fallecida
como si estuviera viva
habla con los amigos de la infancia
se pierde en las escaleras
no encuentra la salida
o simplemente está ahi
asomado a una ventana.
En su casa tiene los planos enmarcados
una maqueta a la que todavía sigue dando vueltas
con un whiski en la mano
fotos del edificio con diferentes luces
amaneciendo
de noche
en blanco y negro
en las cuatro estaciones
desde diferentes puntos de vista
desde el cielo
el suelo
y también desde dentro mirando hacia la calle
Recibió premios y le hacían entrevistas
daba conferencias y los estudiantes le preguntaban
él decía que el edifico tenía vida
curvas
como una mujer
enormes columnas
decía que latía
que estaba ansioso
y que era divertido
como un niño
que era fuerte
inexpugnable
como un guerrero
que lo sabía todo
que nada se le escapaba
desde las alturas
como a los viejos sabios
él,
que siempre fué tan frío
y tan duro
se emocionaba
y se volvía filosófico
hablaba como si ese bloque de cemento
tuviera vida
y no sabía de donde la había sacado
pero él se encontraba totalmente vacio
como si le hubieran robado
solo cuando hablaba de las anécdotas
de la construcción
se sentía mejor
hablaba a los colegas
de los que ya no sabe nada
a su mujer
que ya no está
a sus hijos
que se aburren
se fué alejando
cada vez más
se sentía exiliado
parecía una mujer comprada
un niño maltratado
un guerrero derrotado
un viejo demente
Se pregunta ahora si a todos los arquitectos
les pasa lo mismo
y mira a una chica leyendo
en la cafeteria
y piensa si al escritor de ese libro
le pasó algo parecido
suena una canción
y piensa en el compositor
y piensa en la ciudad
en las primeras ciudades
en las leyes
en el habla
en las palabras
en todo lo que hemos creado
y saca el billete
para pagar el café,
está seguro que nuestras construcciones
nos acaban superando
y nos roban el alma
mientras se queda mirando el dinero en su mano
como si fuera solo papel
enfrente del edificio que contruyó hace 40 años
está despidiéndose de su obra
el edificio es alegre y ríe
mientras el llora
parejas jovenes, hombres encorbatados
y mujeres preciosas
entran y salen
como en las peliculas de woody allen
hablan como locos, hacen mil cosas
gesticulan, se paran
y luego siguen sus caminos en todas direcciones
pero H. vive en una película de Bergman
está cansado de todo
se hace preguntas sin respuesta
sueña todas las noches
con un funeral en el edificio
siempre está ahí dentro
caminando por los pasillos
habla con su esposa fallecida
como si estuviera viva
habla con los amigos de la infancia
se pierde en las escaleras
no encuentra la salida
o simplemente está ahi
asomado a una ventana.
En su casa tiene los planos enmarcados
una maqueta a la que todavía sigue dando vueltas
con un whiski en la mano
fotos del edificio con diferentes luces
amaneciendo
de noche
en blanco y negro
en las cuatro estaciones
desde diferentes puntos de vista
desde el cielo
el suelo
y también desde dentro mirando hacia la calle
Recibió premios y le hacían entrevistas
daba conferencias y los estudiantes le preguntaban
él decía que el edifico tenía vida
curvas
como una mujer
enormes columnas
decía que latía
que estaba ansioso
y que era divertido
como un niño
que era fuerte
inexpugnable
como un guerrero
que lo sabía todo
que nada se le escapaba
desde las alturas
como a los viejos sabios
él,
que siempre fué tan frío
y tan duro
se emocionaba
y se volvía filosófico
hablaba como si ese bloque de cemento
tuviera vida
y no sabía de donde la había sacado
pero él se encontraba totalmente vacio
como si le hubieran robado
solo cuando hablaba de las anécdotas
de la construcción
se sentía mejor
hablaba a los colegas
de los que ya no sabe nada
a su mujer
que ya no está
a sus hijos
que se aburren
se fué alejando
cada vez más
se sentía exiliado
parecía una mujer comprada
un niño maltratado
un guerrero derrotado
un viejo demente
Se pregunta ahora si a todos los arquitectos
les pasa lo mismo
y mira a una chica leyendo
en la cafeteria
y piensa si al escritor de ese libro
le pasó algo parecido
suena una canción
y piensa en el compositor
y piensa en la ciudad
en las primeras ciudades
en las leyes
en el habla
en las palabras
en todo lo que hemos creado
y saca el billete
para pagar el café,
está seguro que nuestras construcciones
nos acaban superando
y nos roban el alma
mientras se queda mirando el dinero en su mano
como si fuera solo papel