Editorial Alaire

Las estatuas dormidas me observan
en la ciudad solitaria.
Mientras,
deambulo por las calles
y la lluvia me roza
al tiempo que la luz se hace mi aliada.

Las farolas alumbran los sueños
en las plazas del olvido
y un gato
avanza sigiloso por aceras
ocultándose en todas las esquinas.

Mi vida se parece a esos semáforos
que cambian de color sin inmutarse.
En verde todo fluye,
sonrío y soy la reina de las horas,
me alojo en las moradas de la luna.
En ámbar debo estar más vigilante,
los peligros acechan, tengo insomnio.
En rojo voy frenada, me bloqueo,
parece que la suerte me abandona.
Encuentro callejones sin salida.

Las estatuas sonámbulas me miran
y semejan con esa desnudez
la muerte melancólica del mundo,

pero todo renace en la llovizna...


Ana Muela Sopeña

Ana, me ha gustado mucho este poema urbano y a la vez profundo. Un abrazo, amiga.

Un agradable recorrido por las fibras del asfalto y el ambiente penumbroso de la ciudad se te pega en forma de lirismo.

Muy grata lectura.

un abrazo

Ana Muela Sopeña escribió:Las estatuas dormidas me observan
en la ciudad solitaria.
Mientras,
deambulo por las calles
y la lluvia me roza
al tiempo que la luz se hace mi aliada.

Las farolas alumbran los sueños
en las plazas del olvido
y un gato
avanza sigiloso por aceras
ocultándose en todas las esquinas.

Mi vida se parece a esos semáforos
que cambian de color sin inmutarse.
En verde todo fluye,
sonrío y soy la reina de las horas,
me alojo en las moradas de la luna.
En ámbar debo estar más vigilante,
los peligros acechan, tengo insomnio.
En rojo voy frenada, me bloqueo,
parece que la suerte me abandona.
Encuentro callejones sin salida.

Las estatuas sonámbulas me miran
y semejan con esa desnudez
la muerte melancólica del mundo,

pero todo renace en la llovizna...


Ana Muela Sopeña

Un poema bello e inteligente. La imaginación nos regala un mundo original y tremendamente existencial. Me ha encantado la alegoría del semáforo, y me ha impactado el remate de tu trabajo. Todo, todo lo veo emocionante en este nocturno de estatuas.

Un abrazo grande.
Óscar

Gracias, Manuel, me alegra saber que este poema te ha gustado.

Besos
Ana

Ana, todo el poema es una agradable composición, pero esos versos finales, me pudieron, reina.

Felicitaciones y mi beso

Mitsy

Querida ana, paseas consciente e integrada cada calle, de cada día, en cada mundo ... eres un genio !!
tq
curra

Ana Muela Sopeña escribió:Las estatuas dormidas me observan
en la ciudad solitaria.
Mientras,
deambulo por las calles
y la lluvia me roza
al tiempo que la luz se hace mi aliada.

Las farolas alumbran los sueños
en las plazas del olvido
y un gato
avanza sigiloso por aceras
ocultándose en todas las esquinas.

Mi vida se parece a esos semáforos
que cambian de color sin inmutarse.
En verde todo fluye,
sonrío y soy la reina de las horas,
me alojo en las moradas de la luna.
En ámbar debo estar más vigilante,
los peligros acechan, tengo insomnio.
En rojo voy frenada, me bloqueo,
parece que la suerte me abandona.
Encuentro callejones sin salida.

Las estatuas sonámbulas me miran
y semejan con esa desnudez
la muerte melancólica del mundo,

pero todo renace en la llovizna...


Ana Muela Sopeña

... una inteligente y muy cálida impronta recogida al albur de la vida y traída aquí mediante este trabajo de salud poética impecable, Ana, poeta; recibe, pues, mi saludo atento, amiga, Orión

Me encantan tus paisajes urbanos, la mirada sensible a lo que te rodea. Precioso poema.
Besos
Pilar

Gracias, Guillermo, por venir y dejar tu huella.

Un beso
Ana

Es siempre una alegría, Óscar, verte enredado a mi versos.

Un beso grande
Ana

Gracias, Mitsy, por tus palabras.

Un fuerte abrazo
Ana

Muchas gracias, Curra, por tu acompañamiento con tu lectura.

Besos
Ana

Agradezco, Antonio, tu paso por mi poema.

Un fuerte abrazo
Ana

Qué bien le sienta el paisaje urbano a tu poesía. Conviertes el mundo en un trasunto de ti misma y te viertes en la palabra. Un gusto venir.
Un abrazo.
Pepa