Editorial Alaire

LA TORMENTA


(Ángel de la guarda…

Padre,
tengo miedo.
Me dan pavor el trueno, los relámpagos
y el vientre oscuro de la araña negra.
Me asusta la tormenta, padre,
me angustia el ulular del viento.
No apagues la luz, quédate conmigo esta noche;
veo sombras mirándome al acecho. ¿Quién vive
bajo la cama? ¿Quién observa tras el espejo?
Me asustan los fantasmas azules del silencio.
Regresa, padre, dame tu consuelo; en la escuela
los niños me preguntan dónde andas,
cuándo vuelves…, y yo
no sé qué contestar.
No te vayas… Ven, quédate a mi lado;
temo quedarme solo y que tú
ya no me quieras.
Papá… ¿por qué te fuiste? ¿Por qué me abandonaste
cuando más fuerte y cerca
rugía la tormenta?

Yo me quedé sin padre a la edad de siete años.
Se fue también con él
la tierna voz del hombre
que envuelve de paz al trueno.
Perdí de golpe
todas las cosas buenas que protegen
a un niño de sus sueños.

…dulce compañía…

Fue entonces, madre, fue entonces
cuando tus brazos fueron
también los de mi padre.
Fue tu cariño, madre,
mi seguro refugio ante la vida.

Fuiste el trabajo duro
y la caricia suave;
tú fuiste el beso dulce a media noche,
la paz, la luz, y ese cuento hermoso
que no se acaba nunca.

A tu lado se fue la angustia,
la lluvia, el viento..., sin saber
que tú también temblabas como yo
de puro miedo.

…no me desampares ni de noche ni de día)

Descansa, madre, yo te quiero
y estoy contigo. Ya no temo al trueno
ni al monstruo del espejo.
Hoy soy un hombre libre,
un hombre nuevo…

Es de noche y está lloviendo…
Padre, madre, venid…
¡Venid conmigo a gozar de la tormenta!


--oOo--

A mis padres

Alucinante, José Manuel:

Qué belleza, amigo poeta.

Has sabido plasmar la ternura, la emoción y el sentimiento de la necesidad de protección de un niño, que es tan bien la necesidad de protección de un adulto, pero de otra manera, sin subterfugios.

Felicitaciones por tanta belleza
Un beso
Ana

Ya lo había leído pero se me hizo un nudo en la garganta y una emoción enorme me invadió. Al principio de leerte te decía que uno es mejor persona después de pasar por tus versos. Con el vendaval de materialismo que hemos descubierto se agradece tu ternura.
Besos
Pilar

jose manuel saiz escribió:LA TORMENTA



[tab=30](“Ángel de la guarda…

Padre,
tengo miedo. Me da miedo el trueno, los relámpagos
y el vientre de la araña negra.
Me asusta la tormenta, padre,
me angustia el ulular del viento.

No apagues la luz, quédate conmigo esta noche;
veo sombras mirándome al acecho. ¿Quién vive
bajo la cama? ¿Quién observa tras el espejo?
Me asustan los fantasmas azules del silencio.
Regresa, padre, dame tu consuelo; en la escuela
los niños me preguntan cuándo vuelves…, y yo
no sé qué contestar.
No te vayas; ven, quédate a mi lado. Temo quedarme solo
y que tú ya no me quieras.
Papá… ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me abandonaste
cuando más alto y fuerte rugía la tormenta?

Yo me quedé sin padre a la edad de siete años.
Se fue también con él
la tierna voz del hombre que envuelve de paz al trueno.
Perdí de golpe todas las cosas buenas que protegen
a un niño de sus sueños.

[tab=30]…dulce compañía…

Fue entonces, madre, sí, fue entonces, cuando tus brazos fueron
también los de mi padre. Fue el escudo de tu cariño, madre,
mi seguro refugio ante la vida.

Tú fuiste en ese tiempo, el trabajo duro y la caricia suave; fuiste
el beso dulce a media noche, el candor, la historia de ese cuento
que no se acaba nunca. De repente se fue la oscuridad, el viento,
y se quedó mi vida al amparo de tus manos sin saber
que tú también temblabas, como yo,
de puro miedo.

[tab=30]…no me desampares ni de noche ni de día”)

Descansa, madre, yo te quiero
y estoy contigo. Ya no temo al rayo, al trueno, ni al monstruo malo
que vive en el espejo. Soy ahora
un hombre libre, un hombre nuevo…

Es de noche, y está lloviendo. ..
Padre, madre, venid conmigo a gozar de la tormenta.


--oOo--

A mis padres

Que maravilla, Jose Manuel, cuanta honor y belleza! Me conmueve a lagrimas los valores que aquí bien expresas. Te felicito, ERA

Ay, querido poeta, no sabes cómo me han llegado tus versos. De niña, yo también le temía a la tormenta y esa situación de abandonó, me ha dejado sin aliento, por situaciones personales, que no vienen ahora a ser importantes, lo que sí es tu poema, en ese lenguaje sencillo, directo, poesía pura, llenando
al alma... Gracias, por tanto, José Manuel...

Un beso.

Mitsy

Lleno de elegancia y de suaves dimensiones ceñidas al olor de la tormenta del amor
al amparo de quien te dio la vida y esta fantástica inspiración que a través de la oración
nocturna clama desde la niñez dando un gran salto a la madura sensación del alma.

un abrazo