
Otra vez con nostalgia, llamo a tu puerta.
pues encontré al final tu paradero
ya que puse en su busca un gran empeño
decidido a enviarte otro poema.
Recordé aquellos versos tan delicados
que de amores te hablaban y de cariños.
Y mi pluma calló, mas los latidos,
tu apatía dejaron, con muchos daños.
Y mis versos audaces fueron frecuentes
cuyas copias grabadas aún las tengo,
esculpidas, tatuadas por todo el cuerpo
y en el alma añoradas estarán siempre.
Serán como el testigo ante un notario
dando fe que son ciertos estos amores
pregonando a los vientos las mil razones
que impaciente me llevan a amarte tanto.
,
Te dirán que yo muero por adorarte
a pesar que agotado está el camino,
pues el fuego de amor sigue encendido
y sus llamas me queman igual que antes.[/b]