Editorial Alaire

Se hace inútil aferrarse a la luz, huye de mi cuerpo,
siento su oscura anatomía como un amplio escalofrío.
En mi garganta conspiran grises estos días de otoño
que transitan inquietos y enfermos de hojarasca.
Ahora tiemblan mis labios quemados por la sed,
tengo miedo: hienas desérticas acechan con sigilo
el cadáver del futuro y me escondo en él útero del pasado
hasta reverdecer con esta fragilidad cubierta por los sueños
que huérfanos aguardan a que la nostalgia los redima.

No quiero conformarme con sentir sobre esta carne
jirones de arcilla pordiosera que anuden mi esperanza,
aunque tenga que saciarme a cántaros de rabia el desengaño.
Quiero estar presente cuando a la hora del crepúsculo lleguen
los arcángeles del horror y sobre mi piel viertan su pócima.
Por cada impacto de soledad que encaje cada instante
los bolsillos del corazón se irán quedando desnudos de memoria
y se cegarán mis ojos quemados por voraces gorriones
que, ocultos en el trigal de la infancia, me esperan emboscados.

Caminaré por las arterias de aquella ciudad muerta,
después que la noche se fugue con la luna y el amanecer
se hace burdel y allí los desahuciados del amor apuran su fracaso.
Luego, me acercaré hasta donde afila su ansia el mediodía
y me alzaré con este vuelo lastrado por el peso de una duda
que se arraiga en la piel y desde el vértice del espejo me grita.
Como la audacia de un cometa que conoce con exactitud
la cabriola del viento, volaré agarrado a las hélices del tiempo
y sosegado, beberé del pulso de la vida hasta embriagarme.

Qué bueno Rafael, esta odisea onírica tuya que con lujo describe tu mundo nocturno e interno, en ese deambular errático entre la vida y la muerte. Un sueño? o simple imaginación, pero muy bien descripta.. Envuelve. Un placer, abrir tu exótica obra.

Cariños. Mitsy

Magnífico, tan evocador como fluído en su acontecer lírico, Rafael.

Tu poética siempre atrapa, en ella se acumulan muchos quilates, amigo.

Abrazo y felicidad.

Un excelente dibujo de la imaginación, donde se mezclan obsesiones ante la realidad de la muerte, y donde el hombre se niega a perder la conciencia de vivir hasta el último suspiro. El lenguaje es espontáneo, como impulsado por un vértigo creativo. Me ha gustado mucho, amigo.

Un abrazo.
Óscar

Hay noche pero también esperanza y luz. Un poema muy hermoso con imágenes que atrapan de principio a fin
Besos
Pilar

Mitsy gracias por pasarte por el poema y dejar tus palabras

saludos

rafael

Hallie gracias por pasarte por mis versos y dejar tus palabras

saludos

rafael

Rafael Valdemar escribió:Se hace inútil aferrarse a la luz, huye de mi cuerpo,
siento su oscura anatomía como un amplio escalofrío.
En mi garganta conspiran grises estos días de otoño
que transitan inquietos y enfermos de hojarasca.
Ahora tiemblan mis labios quemados por la sed,
tengo miedo: hienas desérticas acechan con sigilo
el cadáver del futuro y me escondo en él útero del pasado
hasta reverdecer con esta fragilidad cubierta por los sueños
que huérfanos aguardan a que la nostalgia los redima.

No quiero conformarme con sentir sobre esta carne
jirones de arcilla pordiosera que anuden mi esperanza,
aunque tenga que saciarme a cántaros de rabia el desengaño.
Quiero estar presente cuando a la hora del crepúsculo lleguen
los arcángeles del horror y sobre mi piel viertan su pócima.
Por cada impacto de soledad que encaje cada instante
los bolsillos del corazón se irán quedando desnudos de memoria
y se cegarán mis ojos quemados por voraces gorriones
que, ocultos en el trigal de la infancia, me esperan emboscados.

Caminaré por las arterias de aquella ciudad muerta,
después que la noche se fugue con la luna y el amanecer
se hace burdel y allí los desahuciados del amor apuran su fracaso.
Luego, me acercaré hasta donde afila su ansia el mediodía
y me alzaré con este vuelo lastrado por el peso de una duda
que se arraiga en la piel y desde el vértice del espejo me grita.
Como la audacia de un cometa que conoce con exactitud
la cabriola del viento, volaré agarrado a las hélices del tiempo
y sosegado, beberé del pulso de la vida hasta embriagarme.

Que desafio, que sed de vivir! Me maravillas, Rafael! ERA

Precioso tu viaje interior alrededor de la muerte. tu imaginación trascurre por parajes que me son conocidos.

mil besos y mil gracias

curra

Me gustó mucho Rafael.
Va cobrando vida a medida que el lector se inmiscuye en tus letras.
Un gran poema.
Abrazo.

La imaginación busca una salida a las penumbras y lucha contra el tiempo y a favor delacorriente.
Así es tu poema vivo y azaroso bajo una inspiración atrevida amplia.

un abrazo

Rafael


Calidad poética a la vista



te felicito



Un abrazo fuerte, querido amigo

Hermoso e interesante poema de Rafael.

Oscar gracias por pasarte por mis versos y dejar tus palabras

saludos

rafael

Rafael Valdemar escribió:Se hace inútil aferrarse a la luz, huye de mi cuerpo,
siento su oscura anatomía como un amplio escalofrío.
En mi garganta conspiran grises estos días de otoño
que transitan inquietos y enfermos de hojarasca.
Ahora tiemblan mis labios quemados por la sed,
tengo miedo: hienas desérticas acechan con sigilo
el cadáver del futuro y me escondo en él útero del pasado
hasta reverdecer con esta fragilidad cubierta por los sueños
que huérfanos aguardan a que la nostalgia los redima.

No quiero conformarme con sentir sobre esta carne
jirones de arcilla pordiosera que anuden mi esperanza,
aunque tenga que saciarme a cántaros de rabia el desengaño.
Quiero estar presente cuando a la hora del crepúsculo lleguen
los arcángeles del horror y sobre mi piel viertan su pócima.
Por cada impacto de soledad que encaje cada instante
los bolsillos del corazón se irán quedando desnudos de memoria
y se cegarán mis ojos quemados por voraces gorriones
que, ocultos en el trigal de la infancia, me esperan emboscados.

Caminaré por las arterias de aquella ciudad muerta,
después que la noche se fugue con la luna y el amanecer
se hace burdel y allí los desahuciados del amor apuran su fracaso.
Luego, me acercaré hasta donde afila su ansia el mediodía
y me alzaré con este vuelo lastrado por el peso de una duda
que se arraiga en la piel y desde el vértice del espejo me grita.
Como la audacia de un cometa que conoce con exactitud
la cabriola del viento, volaré agarrado a las hélices del tiempo
y sosegado, beberé del pulso de la vida hasta embriagarme.

Lo leí el Sábado pasado, no he podido comentarlo hasta hoy, me parece un muy bello poema, el tono lírico, siempre esta garantizado en toda tu obra, también el equilibrio con el que se va desplegando el poema, su historia.Siempre tienes una melancolía en las palabras, como si estuvieran escritas de esa sustancia, es verdaderamente bello lo que escribes Rafael, yo disfruto mucho de tus poemas. Es curioso, el contraste que haces con las sombras, parece un acto pictórico, vas poniendo sombras alrededor del poema, y sólo cuando acabas puedes divisar como la luz nace de esos clarooscuros. Muy bello, me gustó mucho.

Un abrazo.

Carmen