Editorial Alaire

Tras los ventanales,
una brisa insistente
sopla velas ausentes.

El aire y el niño,
el niño y el aire,
y siete soplos de ausencia
velando siete sueños:

Sueño blando y dulce
como el cuello del cisne
que nada en el estanque.

Sueño de inocencia
como el vuelo de la paloma
que acaricia el azul del cielo.

Sueño incoloro
como el agua del río
perdida en alta mar.

Sueño tímido
como las caracolas
que dicen sin hablar.

Sueño turquesa
como el desvanecimiento
de una virgen preñada.

Sueño velado
como la sonrisa
de un muerto.

Sueño temprano
como una herida
que no se cierra.

Sueña el aire al niño.
Y el niño, con su aire
de ausencia, lo mece
entre sus párpados.

Siete añitos recién cumplidos
en el sueño salvaje de la vida;
áspera, como el aire resentido
que empuja los ventanales.

Uff, cuánta verdad poeta, para recitarle a esos siete añitos... O no, mejor, sigámosle leyendo un cuento de hadas, como hacían nuestros padres en la infancia... Maravilloso, Raul, un poema que dice y se expresa solo.

Mi Enhorabuena!

Mitsy

Hermoso y muy emotivo poema de Raul.

Origiinalidad, fuerza y belleza.... denuncia

Una maravilla de poema, amigo Raúl.

Un abrazo.

Raúl,

me gusta mucho este poema, amigo, a caballo entre la nana arromanzada y la denuncia cruda. Me gusta la experimentación en verso corto, el tono clásico que se tuerce bruscamente en imágenes de cruda modernidad, me resulta muy atractivo.

Un abrazo.

Hermoso poema de cumpleaños amigo, y ese número siete tan mágico como tus versos. Un placer y un abrazo.

¡Qué aire limpio es el que rodea esas edades! y el sueño placentero, igual que tu poema.

un abrazo

Me ha gustado mucho leerte, amigo. Tu poema es, ciertamente, muy original. Emociona.

Gran abrazo.
Óscar

Me ha encantado la ternura que desprenden estos versos
Abrazos
Pilar

Un poema precioso Raúl. Un recorrido dulce y cruento, dibujado, casi esbozado, y a la vez arañando el alma.
Abrazo fuerte

Raul Muñoz escribió:Tras los ventanales,
una brisa insistente
sopla velas ausentes.

El aire y el niño,
el niño y el aire,
y siete soplos de ausencia
velando siete sueños:

Sueño blando y dulce
como el cuello del cisne
que nada en el estanque.

Sueño de inocencia
como el vuelo de la paloma
que acaricia el azul del cielo.

Sueño incoloro
como el agua del río
perdida en alta mar.

Sueño tímido
como las caracolas
que dicen sin hablar.

Sueño turquesa
como el desvanecimiento
de una virgen preñada.

Sueño velado
como la sonrisa
de un muerto.

Sueño temprano
como una herida
que no se cierra.

Sueña el aire al niño.
Y el niño, con su aire
de ausencia, lo mece
entre sus párpados.

Siete añitos recién cumplidos
en el sueño salvaje de la vida;
áspera, como el aire resentido
que empuja los ventanales.

Maravilloso poema, Raúl. ERA

Mitsy Grey escribió:Uff, cuánta verdad poeta, para recitarle a esos siete añitos... O no, mejor, sigámosle leyendo un cuento de hadas, como hacían nuestros padres en la infancia... Maravilloso, Raul, un poema que dice y se expresa solo.

Mi Enhorabuena!

Mitsy

Gracias Mitsy, por venir a acompañar a ese niño en su aniversario.

Un gran abrazo infantil.

Interesante propuesta Raul.
Simbología y realidad se dan la mano.

Un saludo.

Rafel Calle escribió:Hermoso y muy emotivo poema de Raul.

Gracias Rafael por pasarte por mis cosas. Siempre anima.

Un abrazo, amigo.

J. J. M. Ferreiro escribió:Origiinalidad, fuerza y belleza.... denuncia

Una maravilla de poema, amigo Raúl.

Un abrazo.

Cuánto me alegro de que así lo veas, Ferreiro. Gracias por estar ahí.

Un abrazo, amigo.