Página 1 de 1

Número 7

Publicado: Sab, 10 Oct 2015 19:16
por Allen Rambó
Es buena hora para montarse en el autobús. No es ni tarde ni pronto. Sino la hora del autobús. El número 7. Siempre que lo espero me invade una infantil alegría de victoria. Como el que va a un zoo por primera vez. Tantas especies, tantos animales, tanta crueldad encerrada en una gran jaula con ruedas. Sólo estamos 2 personas esperándolo. Una señora sin rostro, como el que nunca ha visto un atardecer o ha subido una montaña, y yo. Pero eso me da igual. Ella no es quien quiero ver. Lo quiero a él. O a ella. Es como un ángel, sin sexo ni memoria. Y por fin, grandilocuente y puro, llega la gran bestia tallada en acero y aluminio. Se balancea con su ópera de gruñidos y humo negro. Se arrodilla ante mí, sumiso, como pidiéndome por favor que pruebe su esencia de todos los días. El conductor no es partícipe de esta historia. Siempre los he odiado. Intentan amansar a una fiera salvaje de por sí. Pago y entro. No está lleno, pero tampoco está vacío. Unos cuantos escolares con sus retráctiles uniformes, una anciana con la fatal etiqueta de la muerte y la chica pelirroja con lo efímero tatuado en sus ojos. Podría pasarme días hablando de ella. Pero esto no es un poema. Ni un cuadro. Me limitaré a observarla como se hace en los zoos. Me siento en el asiento más próximo al motor de esta máquina, quiero sentir su corazón incoloro. Puede que lo haga como un recuerdo de cuando yo te sentía a ti y tú a mí. O puede que no. Puede que solo sea un último intento de ver que hay alguien vivo. Me siento un superviviente de una gran peste que busca, sin remedio, el inútil roce de lo humano. Hoy solo lo sentiré 2 paradas. Echo un vistazo (esta vez más profundo) de las especies y de la crueldad que escode su gran alma mecánica. Los escolares parece que ya no están. No lo sé, no me interesan. La mujer con la etiqueta de la muerte puede que ya haya muerto. No me importa. La señora que se ha subido conmigo salió volando. Tal vez. Pero la chica. Yo quería buscar a la chica pelirroja. Sólo para buscar un hálito de ti. O si no para buscarte a ti, en unos ojos sin quiebros ni maniobras raras. Unos ojos vírgenes. ¿Es eso lo que buscaré en las mujeres que vea en el autobús el resto de mi vida? No lo sé. Me gusta pensar que tú estás en todas ellas. Sigo sin encontrarla. Los asientos, las ventanas, la música de mis cascos me dicen que nunca existió. Prefiero pensar que ahora es ceniza. Así podré seguir buscándote en los ojos de todas las chicas que vea en el autobús. Pero eso será mañana. Ahora tengo que bajarme y dejar que su carrocería arda. Sé que todos los días, a la hora del autobús, vendrás para desnudar todos tus pasajeros. Y otro día más, sé que me brindarás unos ojos en los que poder buscarla.
"¿A qué hora pasa el número 7?"

Re: Número 7.

Publicado: Dom, 11 Oct 2015 9:58
por Hallie Hernández Alfaro
Buenos días, Allen. Bienvenido seas al foro de Prosa, encantados de recibir aquí también tus valiosos aportes.

El texto engendra poesía; el número siete tan bien reputado en las aspiraciones de la suerte, la búsqueda, las imágenes vivídas e ingeniosas de la máquina con pasajeros (con amantes pasajeros, me ha recordado , no sé por qué, la peli de Almodovar).

No es ni tarde ni pronto.
Siempre que lo espero me invade una infantil alegría de victoria.
Se balancea con su ópera de gruñidos y humo negro.
Se arrodilla ante mí, sumiso, como pidiéndome por favor que pruebe su esencia de todos los días.
¿Es eso lo que buscaré en las mujeres que vea en el autobús el resto de mi vida?
Ahora tengo que bajarme y dejar que su carrocería arda.


Muy buena columna vertebral ésta, contundente y grácil, con poder de evocación.

Salud y felicidad, amigo.

Re: Número 7.

Publicado: Dom, 11 Oct 2015 13:02
por Allen Rambó
Muchas gracias Hallie.
Un abrazo.

Re: Número 7.

Publicado: Dom, 11 Oct 2015 13:07
por Ventura Morón
Es una gran alegría tenerte por aquí Allen.
Me gusta mucho esta reflexión del autobús, que trae un interesante y bello texto. Me interesa de manera especial, y te dire porqué:


En los distintos sitios donde he vivido, y en aquellos en los que he usado el autobús, he de decirte que en cada uno, no son, ni de lejos, el mismo vehículo. En nada se parecen en cada territorio que "pisan".
De esto, un buen ejemplo, son los años que viví en Canarias. Comprenderás que entre un autobús y una "guagua" nada tenga parecido.
Imagen
No sólo el nombre es femenino, todo en ellas tiene un aire festivo en faldas, de carmín casi borrado tras una noche de marcha y resaca, y cara lavada. Dentro, no hay círculos de protección, tienes voz y eres parte de una masa que se agolpa sin culpa, la vida pasa dentro de este vientre con ojos, en el que se vive un instante que forma parte del recuerdo.

Por contra (ya no se si en español se dice así, ese es otro inconveniente de moverse de país, como los autobuses, uno deja de ser el mismo...perdona, empiezo de nuevo)...Par contre (y ahora sigo), en otras ciudades, al norte, sólo hay circulos de protección. El autobús resulta tremendamente sólido, es una caja sin ruedas, que araña un camino que te separa irritantemente del lugar al que vas.
Imagen
Dentro, todo se dibuja en falta..."seguro no es allí donde debías estar", pero has de soportarlo. En el interior te mueves por raíles...ciego, te cruzas con abrigos, el roce se vuelve fricción intolerante. Quizás al bajar, puedas recuperar de nuevo el habla. Este tanque urbano, tiene escotillas por las que dejar respirar los ojos, unos ojos que ansían la salida para retomar la normalidad. No hay "dentro", hay sólo un tránsito inútil que vacía un tiempo encapsulado, como dormido.


Sin embargo, te diré, que en todos ellos, está tu pelirroja...
¡Yo la he visto!
Se mueve entre ellos, cambia de paises, se viste de acentos, y sólo ella, cuando entra, ilumina el interior con un foco que va directo del corazón a los ojos.

En su mano, seguro, lleva un ticket que, si miras con atención, llevará sin duda, imborrable,
el número 7.
Será un enorme placer tenerte por aquí Allen.
Me ha encantado tu texto, y por ello, me he permitido asomarme a tu ventana, interactuando, movido por la inspiración que me provocó el leerte.
Nuestro foro de prosa esta lleno de hermosas semillas, que crecen en el pensamiento, y a veces, brotan (como esta vez) al disponerlas en este campo fértil.

Abrazo fuerte y gracias por compartir

Re: Número 7.

Publicado: Dom, 11 Oct 2015 17:10
por Allen Rambó
Ventura, no tengo palabras.
Me he sentido tan identificado en cada magnífica palabra que has escrito, que solo puedo darte las gracias por compartirlo. Rebosas genialidad.
Un abrazo.

Re: Número 7

Publicado: Mar, 27 Oct 2015 17:57
por Ventura Morón
Amigo, el placer es todo nuestro por tenerte aquí.
Fuerte abrazo

Re: Número 7

Publicado: Mié, 28 Oct 2015 3:54
por Raul Muñoz
Magnífica prosa Allen, con mucho de poesía. Tiene mucha fuerza la imagen del autobús, esa bestia de acero. Y cómo no la ternura inocente del amor, siempre presente, acompañando lo áspero y duro.

Me alegro de encontrarte por aquí, amigo.

Un fuerte abrazo.

Re: Número 7

Publicado: Vie, 18 Nov 2016 20:52
por Hallie Hernández Alfaro
Sube para deleite de todos.