Editorial Alaire

(el despoetador suena.)
la niebla. el aliento de los lobos. tu vaho.
desnúdate y haz submarinismo por mi garganta.
cuélgate de mi campanilla.
cuando estés dentro, anestesia la derrota, que deje de rugir.
la muerte ha roto aguas. condones usados.
mi arca se inundará cuando llegue el diluvio universal.
los lunes no son comestibles, pero me gustan porque todos estáis tristes.
canto a mí mismo. utopía en las espinas.
de noche, me disfrazaré de poeta.
mis musas me obligarán a jugar a la ruleta rusa.
6 versos, hasta que encuentren el que me mate.
(Apágalo, mi amor, hoy es domingo.)

Hay que apagar el despertador el domingo para que no ocurran esas cosas, muy bien expresadas líricamente por tus versos. Un placer amigo y un abrazo.

Allen, nos brotan cosas tan extrañas desde adentro, que el solo don de poder exptesarlas ya define lo que es ser poeta -el oficio más surrealista del mundo- Felicidades, compañero. Lo has definido de cuerpo entero. Me encantó, incluso con ese matiz de realidad coloquial, sobre el final. Genio!,,

Un beso y un abrazo poético. Mitsy

qué razón tienes Manuel.
Muchas gracias.
Un saludo, amigo.

Muchísimas gracias por tus palabras Mitsy.
Un abrazo.

Siempre encuentro la frescura y originalidad en tu poesía. Mira que se ha discutido sobre qué es o no es la poesía. Yo aún no lo sé pero este poema me encanta.

Un lujo leerte, Allen.

Un abrazo, amigo.

Muchas gracias Raúl, de verdad.
Me gusta rozar (o sobrepasar) los límites de lo establecido como "poesía".
Un saludo, poeta.