Editorial Alaire

Oí ladrar los perros de la ira,
la secuencia de cítaras turbadas
que dañaban el aire.
Nevaba sobre el calor del verano
mientras hablaban las lenguas de las aves
un idioma sin canto.

Parecían cerrarse los cofres de la luz
pero aquellos desvanes de los vientos
circulaban a gran velocidad
llevándose en su fondo las ruinas desarmadas.

No hay peligro, me susurró la paz del bosque,
y me hizo oír la emoción de su savia.
Tú eres yo si me ves –me dijo-
si sientes el aura de mis flores,
los colores de las raíces,
y te abrazas, sin preguntar, al milagro.
Tú y yo podemos ser uno
vestidos de misterio,
circulares, instintivos, con la lluvia en tus ojos y mis hojas.
Así, quedos, oliendo la eternidad del aire
será posible que nos sienta el día.

Bello el instante y la sensibilidad que explora incansable la mirada de tus versos querida amiga...
Muy grato leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Estaba ya a punto de acostarme, pero he leído esto: "tú eres yo si me ves". A mí me parece el desafío más natural y más difícil. El planteo lo hace el bosque, y entonces hay un símbolo de equivalencia bífida: la multitud y el árbol; el ruido y el sonido. Además es otoño, la estación de las fronteras, bueno, mi preferida, cuando me siento más vivo. Es un poema muy intuitivo. Es un poema descalzo.Ha sido un placer, Pilar. Abrazos.

Un poema lleno de aciertos poéticos, Pilar. Ese diálogo entre el yo lírico y el bosque me parece sensacional.

Realmente el bosque es el vestido del soñador, de la soñadora.

Coincido con Bruno: eso de "tú eres yo si me ves" tiene una magia sobrenatural. Es algo sorprendente.

Cuando el ser se fusiona con el paisaje, con la naturaleza emergen los misterios primigenios y se ponen al servicio del alma.

Me ha gustado mucho, Pilar
Besos
Ana

Lunamar Solano escribió:Bello el instante y la sensibilidad que explora incansable la mirada de tus versos querida amiga...
Muy grato leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Gracias, Lunamar, por la compañía que siempre haces a mis letras.
Besos
Pilar

Le has echado ingenio para rebuscar y encontrar en el lenguaje eso que llamamos muchos poesía. Me ha gustado la habilidad mostrada.
Y ha sido un placer leerte, Pilar.

Un fuerte abrazo.

Es precioso Pilar, ese diálogo de alma a alma con el bosque.
Lo he disfrutado mucho.
Un abrazo

Brillante Pilar. Te diré que me has inspirado compañera. Aplausos y besos

Mitsy

Simplemente hermoso, la frase que aprendo mucho del foro.

" Tú eres yo si me ves ... " me deja sin palabras, de verdad me encanta poder leerte.

Un abrazo.

Bruno Laja escribió:Estaba ya a punto de acostarme, pero he leído esto: "tú eres yo si me ves". A mí me parece el desafío más natural y más difícil. El planteo lo hace el bosque, y entonces hay un símbolo de equivalencia bífida: la multitud y el árbol; el ruido y el sonido. Además es otoño, la estación de las fronteras, bueno, mi preferida, cuando me siento más vivo. Es un poema muy intuitivo. Es un poema descalzo.Ha sido un placer, Pilar. Abrazos.

Haces unos comentarios que me encantan. Gracias por tu presencia
besos
Pilar

Pilar

Caminos, aire
respiración
viento que mueve
los sentimientos
besos versos todos
en el corazón del lector


MARAVILLOSO


Un abrazo fuerte, querida amiga

Me ha gustado tu hermoso poema, Pilar. El dominio y singularidad del leguaje empleado atrapa deprincipio a fin. Mi aplauso, compañera.

Recibe un abrazo.
Felipe.

Ana Muela Sopeña escribió:Un poema lleno de aciertos poéticos, Pilar. Ese diálogo entre el yo lírico y el bosque me parece sensacional.

Realmente el bosque es el vestido del soñador, de la soñadora.

Coincido con Bruno: eso de "tú eres yo si me ves" tiene una magia sobrenatural. Es algo sorprendente.

Cuando el ser se fusiona con el paisaje, con la naturaleza emergen los misterios primigenios y se ponen al servicio del alma.

Me ha gustado mucho, Pilar
Besos
Ana

Gracias, querida amiga, por tu compañía y generosas palabras.
Abrazo grande
Pilar

Pilar Morte escribió:Oí ladrar los perros de la ira,
la secuencia de cítaras turbadas
que dañaban el aire.
Nevaba sobre el calor del verano
mientras hablaban las lenguas de las aves
un idioma sin canto.

Parecían cerrarse los cofres de la luz
pero aquellos desvanes de los vientos
circulaban a gran velocidad
llevándose en su fondo las ruinas desarmadas.

No hay peligro, me susurró la paz del bosque,
y me hizo oír la emoción de su savia.
Tú eres yo si me ves –me dijo-
si sientes el aura de mis flores,
los colores de las raíces,
y te abrazas, sin preguntar, al milagro.
Tú y yo podemos ser uno
vestidos de misterio,
circulares, instintivos, con la lluvia en tus ojos y mis hojas.
Así, quedos, oliendo la eternidad del aire
será posible que nos sienta el día.

Es muy bello el poema, plagado de versos maravillosos, he destacado los que prefiero, están escritos por alguien que ha estado en el bosque y conserva su calor en el alma, sabe que la naturaleza también está en nuestro interior, que somos parte. Me trajo olor a pinos,
a hierba mojada y sobre todo, gracia para sentir el día, casi nada! Muchas gracias, Pilar.

Besos,
Carmen

Manuel Sánchez escribió:Le has echado ingenio para rebuscar y encontrar en el lenguaje eso que llamamos muchos poesía. Me ha gustado la habilidad mostrada.
Y ha sido un placer leerte, Pilar.

Un fuerte abrazo.

Gracias, Manuel, por tus amables palabras.
Besos
Pilar