un suspiro, una caricia,
un portiviviendomuero
con un sentimiento fiero,
pero exento de malicia.
Te busco con avaricia
como viento fugitivo
para albergar la delicia
de gozar de tu caricia
en mi sueño más furtivo.
Y como soy tu cautivo
nunca te hablo altanero
y jamás provocativo,
me presento compasivo,
como conmigo te quiero.
*
Del poemario "La Flor de la Ternura
(dedicado a mi nieta Lei Xiao).
* * *