Editorial Alaire

Nadie me preguntó dónde iba,
nadie me invitó a ningún lugar,
solo era el espacio y yo,
las montañas y el cosmos.
Lo que me guió fue la poesía,
me rescató de la inquisición
de los hombres,
del fuego que no es fuego
y jamás tocaron mi magia.
Nunca pregunté donde ir,
solo seguí al viento
como un salvaje huracán,
de ahí también me guiaba ella
y no había sendero ni Cruz del Sur en el aire.
Yo creía en los viajeros del mar,
en la Osa Mayor, Orión y Polaris,
decían que hablaban a los extraviados,
que trazaban caminos de luz sobre el mar,
pero donde iban?
Donde van los caminantes de la tierra,
los astronautas?
No se han dado cuenta
que la vida no es un viaje?
La vida es una caída!
en la cual somos gotas en picada
hacia el abismo,
y no hay camino ni caminante!
solo una luz que resbala como el ámbar
dentro de la tormenta.

Es una caída...

Me encantó, Antonio. Es el poema tan armónico y claro, como un manantial ( cayendo? ).

Un abrazo, amigo.

Gracias Don Raúl!

Me ha encantado la implosión del mensaje, las alusiones estelares, la manera tan contundente y hermosa de plantear el no viaje.

Precioso el final, Antonio.

Abrazo y felicidad.

El camino, la vida, tu poema, la belleza, es un placer amigo, un abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Me ha encantado la implosión del mensaje, las alusiones estelares, la manera tan contundente y hermosa de plantear el no viaje.

Precioso el final, Antonio.

Abrazo y felicidad.

Muchas gracias Hallie, te dejo un gran abrazo!!
Satír.

Antonio Satír escribió:Nadie me preguntó dónde iba,
nadie me invitó a ningún lugar,
solo era el espacio y yo,
las montañas y el cosmos.
Lo que me guió fue la poesía,
me rescató de la inquisición
de los hombres,
del fuego que no es fuego
y jamás tocaron mi magia.
Nunca pregunté donde ir,
solo seguí al viento
como un salvaje huracán,
de ahí también me guiaba ella
y no había sendero ni Cruz del Sur en el aire.
Yo creía en los viajeros del mar,
en la Osa Mayor, Orión y Polaris,
decían que hablaban a los extraviados,
que trazaban caminos de luz sobre el mar,
pero donde iban?
Donde van los caminantes de la tierra,
los astronautas?
No se han dado cuenta
que la vida no es un viaje?
La vida es una caída!
en la cual somos gotas en picada
hacia el abismo,
y no hay camino ni caminante!
solo una luz que resbala como el ámbar
dentro de la tormenta.

Maravillada contigo, Satir. ERA

Bello trabajo de Antonio.

Nunca se me había ocurrido que fuese una caída, quizá tengas razón. Un poema precioso y muy grato de leer.
Besos
Pilar

Al buscar refugio en la metapoesía encontraste aliente y gana para versar y resistir.

un abrazo

Muy bellos y luminosos versos querido amigo...
Un gran gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Manuel Alonso escribió:El camino, la vida, tu poema, la belleza, es un placer amigo, un abrazo.

Gracias Manuel por comentar!

E. R. Aristy escribió:

Antonio Satír escribió:Nadie me preguntó dónde iba,
nadie me invitó a ningún lugar,
solo era el espacio y yo,
las montañas y el cosmos.
Lo que me guió fue la poesía,
me rescató de la inquisición
de los hombres,
del fuego que no es fuego
y jamás tocaron mi magia.
Nunca pregunté donde ir,
solo seguí al viento
como un salvaje huracán,
de ahí también me guiaba ella
y no había sendero ni Cruz del Sur en el aire.
Yo creía en los viajeros del mar,
en la Osa Mayor, Orión y Polaris,
decían que hablaban a los extraviados,
que trazaban caminos de luz sobre el mar,
pero donde iban?
Donde van los caminantes de la tierra,
los astronautas?
No se han dado cuenta
que la vida no es un viaje?
La vida es una caída!
en la cual somos gotas en picada
hacia el abismo,
y no hay camino ni caminante!
solo una luz que resbala como el ámbar
dentro de la tormenta.

Maravillada contigo, Satir. ERA

ERA, gracias, siempre con unas palabras me alegras el día.
Satír.

Rafel Calle escribió:Bello trabajo de Antonio.

Gracias Rafel!
Te dejo un gran abrazo!!

satír.