Editorial Alaire

El fuego fatuo

A Oscar Distefano

El fuego, en el inmortal crepúsculo de la playa rocosa,
es la verdad de la vida, de la muerte, del ayer.

La llama crece, sobre el inmortal silencio del laberinto de Teseo.

Hay en un bosque en llamas un pequeño animalito,
los ruegos de palomas heridas en el horizonte sacro.


El fuego fatuo, que dictamina las alianzas, el ruego,
sobre los mares están las manos y sus heridas,
caminante de latidos agónicos en el infinito.


Te arrancaré las manos, los ojos, el alma,
te tiraré el mar y sus monumentos,
alfonsina Storni sobre poemas sangrantes.

Huelo el infinito pan de la noche,
las cuevas que gritan sus dolencias.


El fuego fatuo, enmienda los pescadores de las lanchas,
un ruego que silencia las manos mudas,
de esos trabajadores que muerden la roca de luz.

Un trabajo con metáforas surrealistas y un grito que parece provenir
desde el vientre de lo inconsciente del autor. Gran maestría en el manejo de la verversificación asemántica. Felicidades, poeta.

Un saludo cordial.

Mitsy

Hermosa dedicatoria de Javier a Óscar, como prueba de las sinergias que se crean entre poetas.
Abrazos.

Te quiero dar la enhorabuena por este magnífico poema, amigo Javier, pero también a Oscar di Estéfano por ser el elegido para esta dedicatoria.

Uno de los poemas más equilibrados que te he leído, amigo Javier.

Sube tu nivel como le espuma.

Un abrazo.

misti gracias por tu paso por este poema-

Rafel gracias por pasar por mi obra

Javier


Interesante poema
muestra de tu calidad, amigo


Un abrazo fuerte

javierdicenzo80 escribió:El fuego fatuo

A Oscar Distefano

El fuego, en el inmortal crepúsculo de la playa rocosa,
es la verdad de la vida, de la muerte, del ayer.

La llama crece, sobre el inmortal silencio del laberinto de Teseo.

Hay en un bosque en llamas un pequeño animalito,
los ruegos de palomas heridas en el horizonte sacro.


El fuego fatuo, que dictamina las alianzas, el ruego,
sobre los mares están las manos y sus heridas,
caminante de latidos agónicos en el infinito.


Te arrancaré las manos, los ojos, el alma,
te tiraré el mar y sus monumentos,
alfonsina Storni sobre poemas sangrantes.

Huelo el infinito pan de la noche,
las cuevas que gritan sus dolencias.


El fuego fatuo, enmienda los pescadores de las lanchas,
un ruego que silencia las manos mudas,
de esos trabajadores que muerden la roca de luz.

Creo Dicenzo que tus imágenes sobrecogen y deslumbran por su belleza y misterio. Oscar debe estar feliz con este honor que le brinda tu sensible pluma. ERA

Rafel Oscar se merece este reconocimiento

Tiene mucha plasticidad visual tu poesía, Javier. Todo el poema es un bello lienzo, un fuego fatuo.

Un placer, mi enhorabuena por esta excelente obra.

Y mi felicitación a Óscar, también.

Un abrazo, amigos.

Ferreiro gracias por tu concepto.

Ricardo gracias por tu trayecto por mi obra

Aristi gracias por tu paso por mi obra

Raul muchas gracias por tu concepto sobre mi obra