Editorial Alaire

Fuiste tan solo un sueño, lo supe, sin embargo
dejaste unas profundas pisadas en mi arena;
cuando cayó el telón, el mundo se hizo cargo
de hacerme comprender que amar es mi condena.

Fuiste tan sólo un sueño, pero ¡cómo me hieres!
cómo arde mi razón en estas tardes mustias
cuando eres un recuerdo cautivo, cuando eres
como un golpe de amor que agita mis angustias.

Fuiste tan sólo un sueño de un tiempo fugitivo,
onírica obsesión, afán irreflexivo,
los restos de un anhelo que desafió a la suerte.

Fuiste tan sólo un sueño pero en verdad no importa;
los sueños duran poco, y la vida es tan corta
que algunos despertares se funden con la muerte.

- Javier

Javier,

me ha gustado este soneto alejandrino, amigo. Creo que has conseguido cuadrar muy bien el tema de la pérdida amorosa dentro de los límites de una composición complicada, cuyo formato aprieta mucho y en la que es difícil escaparse por el agujero de la expresividad. Tú lo has conseguido, en mi opinión. Siempre he pensado que este tipo de esfuerzos rinden beneficios después en el verso libre, porque se aprende a forzar la expresividad en las dificultades, se aprende paciencia, a madurar los poemas, a esperar...
¿Qué decir? Tal vez el desarrollo literario en algunos momentos del poema requiriera de una revisión. En este tipo de composiciones a veces se corre el riesgo de insertar palabras con el objeto de cuadrar la métrica o la rima, y la naturalidad se resiente. Por ejemplo, en la primera estrofa:

Fuiste tan solo un sueño, lo supe, sin embargo,
dejaste unas profundas pisadas en mi arena
pero cayó el telón y el mundo se hizo cargo
de hacerme comprender que amar es mi condena.

La sucesión de sin embargo-pero, resulta un tanto reiterativa. Ese "pero" da la impresión de ser un relleno métrico y además el segundo verso tal vez debería haber sido terminado con una coma o punto y coma que le dieran algo más de empaque al "pero", porque no se trata de un encabalgamiento, "pero" merece una pausa. Quizá el tercer verso podría ser iniciado de otra forma. Si se tratara de endecasílabos, la solución sería inmediata:

dejaste unas profundas pisadas en mi arena.
Cayó el telón y el mundo se hizo cargo

Ah!, me encanta, soy un adicto al endecasílabo, no puedo evitarlo... pero estamos con alejandrinos...

Fuiste tan solo un sueño, lo supe, sin embargo
dejaste unas profundas pisadas en mi arena. (;)
(C) cuando cayó el telón, el mundo se hizo cargo
de hacerme comprender que amar es mi condena.

La estrofa se subdivide en dos sentencias complementarias aunque independientes de alguna manera por el punto o punto y coma. La pausa larga después del segundo verso da (a mi oído, al menos) un poco más de empaque a la estrofa y el desarrollo narrativo, literario, se refuerza. Bueno es solo una sugerencia, igual no viene muy a cuento.

Me ha gustado mucho el soneto, amigo

Hola Pablo,

Te agradezco muchisimo el favor de tu compañia y las acotaciones que haces del poema, las cuales me parecen muy pertinentes. La verdad es que este es un poema que escribí cuando no tenía nociones muy claras de la métrica y terminó siendo un trabajo de hemistiquios de 7 y 8 sílabas que nunca me terminó de convencer. Ya he hecho algunas correcciones al respecto y pienso que se escucha un poco mas fluido. El riesgo de los poemas medidos, sobre todo aquellos que se pretende rehacer es caer en esos ripios que se crean cuando quieres cuadrar la métrica, el ritmo o la rima del verso.

Muchas gracias por tu ayuda. Un abrazo afectuoso desde Mexico.

Javier

Muy bello trabajo de Javier.

Un soneto de los que se recuerdan por su buena factura y belleza. Me gusta mucho.
Un abrazo.
Pepa

Muchas gracias Pepa. Un gusto tenerte por mis letras

Arriba con uno de los mejores poemas de Javier Bustamante, en Alaire.

Me ha gustado mucho, Javier.

Los sonetos suelen tener mucha belleza.

Un abrazo.

Efímero el amor y efímera la vida. Pero es un canto mágico cuando se tiene esa voz. En lugar de un lamento nos dejas un esplendor en la hierba.
Es magnífico el soneto, amigo.