Editorial Alaire

De pronto, eran restas todas las mañanas.
Así que aquel día, en un alarde de Goliat,
decidí arrastrarme hasta la cocina.
Ficción.
Entre las gotas de ducha destempladas.
Quimera.
En la cumbre de la montaña de colillas nevadas.
Utopía.
Tal vez más allá de la puerta…
(entre las sábanas sólo espejismos, poco más).
Absurda valentía
cuando el viento arrecia.
Ese latir de calles
con nombre de difuntos.
La sedienta polvareda
de unas cuantas palomas sin rumbo.
El día por hacer
de un vagabundo ajeno al tiempo.
La escalinata deshojada
/fuiste…no fuiste…/
hasta volver a sentirte
bajo esa bata de mármol
y excrementos resecos de vida mundana.
Al fin mi suma,
cruz inútil que adorna tu sepulcro.

Y te abrazan mis ojos,
Esperando más nada que nunca.
e.S.
+a+b+r+a+z+o+

Simplemente, fantástico y enhorabuena. Es el primer trabajo que tengo oportunidad de leerte y es realmente bueno. Además, creo tener la suerte de llegar el primero para felicitarte.

Salud.

Muchas gracias Julio por este comentario tan animoso como inmerecido y por pasarte.
Seguimos leyéndonos.
Abrazo cordial

Ay, Enol, eres una máquina. Yo ya te reconocía en L8 una afinidad especial conmigo, y este poema que has colgado, con imagen incluida, me lo confirma. ¡Ay, aquellos treinta segundos en los que, al final, decías: "Próxima semana, 30 segundos en América". A mí me jodía un poco, porque siempre estoy diciendo que soy el único poeta que se ha leído a David Ogilvy (uno de los mayores creativos publicitarios de todos los tiempos), y tú tienes unas facultades en ese sentido similares o superiores.

Contigo el poema siempre es una sorpresa. Creas la tensión necesaria para que, cuando veo "Enol", ¡pamba!, pincho enseguida en el poema. No me defraudas.

Observo en ti una preocupación por el ritmo cada vez mayor. Las simetrías-asimetrías de este poema forman un conjunto muy compacto. Funciona.

En cuanto a la calidad de la expresión, a lo afortunado de las imágenes, pienso que es el terreno donde puedes mejorar (yo también).

Enhorabuena.

A mí me llega como algo -no habitual-, la posibilidad de diferentesritmos, en momentos el poema lo siento trepidante y en otros el sonidoes un tono suave, casi relajante, no sé si lo explico bien esto último porque no encuentro la palabra exacta que busco. La primera parte muy buena. Saludos

Alberto Batania escribió:Ay, Enol, eres una máquina. Yo ya te reconocía en L8 una afinidad especial conmigo, y este poema que has colgado, con imagen incluida, me lo confirma. ¡Ay, aquellos treinta segundos en los que, al final, decías: "Próxima semana, 30 segundos en América". A mí me jodía un poco, porque siempre estoy diciendo que soy el único poeta que se ha leído a David Ogilvy (uno de los mayores creativos publicitarios de todos los tiempos), y tú tienes unas facultades en ese sentido similares o superiores.

Contigo el poema siempre es una sorpresa. Creas la tensión necesaria para que, cuando veo "Enol", ¡pamba!, pincho enseguida en el poema. No me defraudas.

Observo en ti una preocupación por el ritmo cada vez mayor. Las simetrías-asimetrías de este poema forman un conjunto muy compacto. Funciona.

En cuanto a la calidad de la expresión, a lo afortunado de las imágenes, pienso que es el terreno donde puedes mejorar (yo también).

Enhorabuena.

Como siempre Batania, envidiable esa capacidad de observación y análisis. A mí me falta mucha lectura, me temo, pero ahí estamos, tratando de envolver los vómitos con intentos de marketing. Los resultados, como siempre, impredecibles.
Enhorabuena a tí por hacerme pasar muy buenos ratos neorrabiosos (que nunca permanecen estáticos mucho tiempo...tu nueva idea de blog podría acabar en película! Lo veo!).
Gracias por todo.

Aigua Maria escribió:A mí me llega como algo -no habitual-, la posibilidad de diferentesritmos, en momentos el poema lo siento trepidante y en otros el sonidoes un tono suave, casi relajante, no sé si lo explico bien esto último porque no encuentro la palabra exacta que busco. La primera parte muy buena. Saludos

Aigua, la idea es esa. Saber que cada día que pasas resta hace que te muevas, te vuelve trepidamente. Justo hasta aproximarte a la última suma, donde ya no tienes más que pararte a contemplar, relajarte y esperar más nada que nunca.
Gracias por pasarte, comentar (que es aprender) y un abrazo grande.

Me quedo, sobre todo, con la segunda parte del poema, aun sabiendo que el hilo conductor está bien sujeto.
Hay una cercanía que nos hace caer contigo a los abismos de la necesidad.

El doble, triple sentido de la suma, original y fortísimo.

Ese latir de calles
con nombre de difuntos.
La sedienta polvareda
de unas cuantas palomas sin rumbo.
El día por hacer
de un vagabundo ajeno al tiempo.
La escalinata deshojada
/fuiste…no fuiste…/
hasta volver a sentirte
bajo esa bata de mármol
y excrementos resecos de vida mundana.

Al fin mi suma,
cruz inútil que adorna tu sepulcro.

Y te abrazan mis ojos,
Esperando más nada que nunca.

Un abrazo compañero.

Luis Oroz.